China ha decidido por sorpresa subir los tipos de referencia a un año en 25 puntos básicos, hasta el 5,56%, según ha anunciado el Banco Popular de China. Además, el regulador ha decidido elevar los tipos de los depósitos a un año del 2,25% al 2,5%.
Se trata del primer movimiento de endurecimiento de política monetaria desde diciembre de 2007, y será efectivo a partir de mañana.
Algunos expertos creen que se trata de un movimiento más simbólico que real, dado el anclaje del yuan con el dólar, pero el billete verde ha reaccionado con subidas.
La decisión ha llegado en un momento en el que la inflación se ha acelerado al ritmo más rápido en casi dos años, ya que alcanzó el 3,5% en agosto. Esta subida de precios mete presión al gobierno, que lleva meses luchando para frenar la abundancia de crédito que vive el país y los síntomas de sobrecalentamiento de la economía china.
Una subida por sorpresa
La subida de tipos podría atraer flujos de capital especulativo extranjero, lo que todavía podría complicar más la difícil papeleta de los reguladores chinos, en un momento en que también son atacados por la infravaloración del yuan.
"La subida de tipos de interés estaba totalmente fuera de las expectativas del mercado", explicó a Reuters Zhu Jiangfang, economista jefe de CITIC Securities. "La reciente subida de la inflación ha puesto los tipos reales en territorio negativo, y por eso creo que el banco central necesita actuar de esta manera precipitada", añadió.
"Lo han hecho porque los datos de PIB e IPC del jueves son demasiado elevados", aventuró Dariusz Kowalczyk, economista de Credit Agricole CIB en Hong Kong.
China anunciará sus datos de PIB, junto a otra serie de datos, el próximo jueves, y los economistas consultados por Reuters esperan una ralentización del crecimiento en el tercer trimestre hasta el 9,5%, frente al 10,3% del segundo trimestre.
Se trata del primer movimiento de endurecimiento de política monetaria desde diciembre de 2007, y será efectivo a partir de mañana.
Algunos expertos creen que se trata de un movimiento más simbólico que real, dado el anclaje del yuan con el dólar, pero el billete verde ha reaccionado con subidas.
La decisión ha llegado en un momento en el que la inflación se ha acelerado al ritmo más rápido en casi dos años, ya que alcanzó el 3,5% en agosto. Esta subida de precios mete presión al gobierno, que lleva meses luchando para frenar la abundancia de crédito que vive el país y los síntomas de sobrecalentamiento de la economía china.
Una subida por sorpresa
La subida de tipos podría atraer flujos de capital especulativo extranjero, lo que todavía podría complicar más la difícil papeleta de los reguladores chinos, en un momento en que también son atacados por la infravaloración del yuan.
"La subida de tipos de interés estaba totalmente fuera de las expectativas del mercado", explicó a Reuters Zhu Jiangfang, economista jefe de CITIC Securities. "La reciente subida de la inflación ha puesto los tipos reales en territorio negativo, y por eso creo que el banco central necesita actuar de esta manera precipitada", añadió.
"Lo han hecho porque los datos de PIB e IPC del jueves son demasiado elevados", aventuró Dariusz Kowalczyk, economista de Credit Agricole CIB en Hong Kong.
China anunciará sus datos de PIB, junto a otra serie de datos, el próximo jueves, y los economistas consultados por Reuters esperan una ralentización del crecimiento en el tercer trimestre hasta el 9,5%, frente al 10,3% del segundo trimestre.
Fuente: elEconomista.es
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