domingo, 3 de octubre de 2010

CERCAN A ACAPULCO POR SECUESTROS

El Ejército realizó cateos mientras que policías ministeriales y militares colocaron puntos de revisión en las salidas del puerto. El director de la Policía Investigadora Ministerial, Fernando Monreal, informó que dos de los jóvenes lograron evadir el “levantón”
Francisco Gómez y Adriana Covarrubias / El Universal
La Procuraduría General de Justicia de Guerrero investiga el presunto secuestro de 20 turistas michoacanos que fueron interceptados por sujetos armados en el fraccionamiento de Costa Azul de Acapulco, a 600 metros de la costera.
El director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), Fernando Monreal Leyva, informó que, de acuerdo con los hechos asentados en la averiguación previa TAB/AM/TUR/II/0264/2010, el jueves alrededor de las 17:00 horas llegaron al puerto 22 turistas en cuatro vehículos provenientes de Morelia, Michoacán, e hicieron una parada en la glorieta del fraccionamiento de Costa Azul.
Dos de ellos —los denunciantes— se bajaron de sus autos, uno para comprar algo de beber y comer, y el otro para buscar hospedaje, pues venían a pasar un fin de semana al puerto.
Uno de ellos informó que presenció cuando sus compañeros eran presuntamente plagiados por un grupo armado que se transportaba en una camioneta Nissan, tipo X-Trail color blanco, que primero interceptó a dos de sus compañeros que estaban en la glorieta de Costa Azul y frente a la iglesia de esa zona residencial. Posteriormente, el resto de sus amigos —todos hombres de entre 30 y 45 años de edad— fueron levantados del lugar.
El jefe policiaco confirmó que “22 llegaron al puerto, pero dos se bajaron, uno a comprar y otro a buscar hospedaje, y esos dos son los que se dieron cuenta de la acción, y al ver lo que ocurría se escondieron y son 20 los que están desaparecidos”.
El grupo de turistas llegó al puerto en cuatro autos, un Jetta rojo, una camioneta Ford Windstar dorada, una camioneta Chrysler Voyager azul y un Pointer gris, todos con placas de Michoacán.
De acuerdo con las primeras investigaciones, las víctimas —entre las que hay dos grupos de cinco y tres hermanos— son mecánicos, hojalateros, vendedores de fierro y albañiles, aunque la primera versión que dieron dos de sus compañeros que se salvaron de ser plagiados fue de que el dueño de una empresa dedicada a la confección de piezas para carros, en la cual laboran, los había enviado de vacaciones a Acapulco.
El director estatal de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), Fernando Monreal Leyva, informó que a uno de los denunciantes, del cual prefirió no revelar el nombre, no podían localizarlo a través de su número de celular, por lo que piensa que ya se trasladó a su lugar de origen.
Alrededor de las 15:00 y 16:00 horas de ayer policías ministeriales encontraron los cuatro vehículos de las personas desaparecidas en la calle Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes, donde ocurrieron los hechos.
El funcionario comentó que en el transcurso de la mañana esos autos no estaban en dicho lugar y al realizar por la tarde otro recorrido más por la zona hallaron las unidades, pero no a los michoacanos.
Para dar con los 20 turistas, elementos del Ejército realizan cateos en viviendas de Acapulco, como ocurrió alrededor de las 13:00 horas de ayer en la calle segunda privada de la Loma, en el fraccionamiento Cañada de los Amates.
Ahí los militares entraron a una vivienda color crema, recién pintada y sin número, pero de acuerdo con información de los vecinos no encontraron nada, ya que esa casa de dos pisos está siendo remodelada por sus dueños que sólo vienen en temporadas vacacionales.
En las salidas del puerto, policías ministeriales y militares colocaron retenes de revisión.
El presidente municipal de Acapulco, José Luis Ávila, comentó que la policía local no tiene ninguna llamada de auxilio, pero está alerta y se hacen los recorridos de vigilancia por el fraccionamiento de Costa Azul.
Hoteleros piden seguridad
El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles del puerto, Javier Saldívar, lamentó el presunto secuestro, pues afecta la imagen de Acapulco, y más en estos meses de baja afluencia.
Dijo que ayer concluyeron, junto con empresarios hoteleros, un recorrido de promoción turística del puerto por el estado de México, Puebla, DF y Morelos para captar un segmento adicional de turistas para los fines de semana.
Pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno reforzar la seguridad, aunque saben que este tema no es privativo del puerto.
Disputa por el territorio
De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, en Acapulco tiene lugar una disputa entre los cárteles de los Beltrán Leyva y La Familia Michoacana, grupo criminal que hace meses inició un movimiento de expansión desde Lázaro Cárdenas hacia la Costa Grande y hasta este destino turístico.
Informes de la Policía Federal establecen que La Familia buscaba tomar el control de las plazas en Guerrero, por lo que Servando Gómez Martínez, La Tuta, inició el reclutamiento de funcionarios, policías y otros miembros en diversos municipios de la Costa Grande guerrerense.
Funcionarios de la Procuraduría General de Justicia de Guerrero y de la Secretaría de Seguridad Pública del estado dieron a conocer que desde agosto pasado hay evidencia del enfrentamiento entre ambas organizaciones criminales que hasta ahora no era abierta, pero que ya había causado víctimas en la entidad.
¿Coincidencia o conexión?
Un total de siete jóvenes, entre los 19 y 23 años de edad, fueron reportados como desaparecidos en territorio colimense, sin que hasta el momento se tenga información oficial del paradero de ellos.
Reportes de algunos familiares, en versiones recogidas por el portal informativo Colima Noticias, establecen que el pasado 25 de septiembre fue el último día que se tuvo conocimiento de su paradero.
Aparentemente los jóvenes visitaron la zona turística de Tecomán y de ahí se fueron a Manzanillo, donde fueron detenidos por la Policía Federal porque viajaban en la parte trasera de una camioneta Ford Lobo, modelo 2000, con vidrios polarizados y placas MU36454.
Luego ya nada se volvió a saber de ellos. Según las versiones, uno de éstos, José Carlos Novoa, habló con un familiar en Sahuayo, y fue el último contacto.
Los presuntos desaparecidos son Roberto García Álvarez, José Carlos Novoa Ortiz, Sergio Hernández, Arturo Martínez Sánchez, Fernando González Arzate, Bryan Hernández Arredondo y Jorge Hidel Pimentel.

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