viernes, 14 de mayo de 2010

POBREZA DEL PENSAMIENTO SOBRE LA POBREZA

Economía Moral
Mesa redonda en Noruega, el país más rico del mundo
Julio Boltvinik / La Jornada
Bergen es una pequeña ciudad (250 mil habitantes) en la costa del Mar del Norte de Noruega, en la famosa zona de los fiordos, definidos en Wikipedia como un valle excavado por un glaciar que luego ha sido invadido por el mar, dejando agua salada. Normalmente son estrechos y están bordeados por empinadas montañas que nacen bajo el nivel del mar. Se forman cuando un glaciar llega al mar y se derrite. Esto deja a su paso un valle, que queda inundado por el mar al retirarse el hielo. Suelen ser largos, estrechos y de gran profundidad”. Además de los fiordos, Bergen es famosa por haber sido la cuna del más importante compositor Noruego, Edvard Grieg (1843-1907). Noruega, a su vez, es el país mejor clasificado en el índice de desarrollo humano (IDH) del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y lo ha sido desde que se calcula el índice y también cuando éste se calcula hacia atrás, a 1980. En los años recientes, sin embargo, este fenómeno se explica en gran medida por uno de los tres indicadores que conforman el IDH, el PIB por persona, rubro en el cual Noruega, por ser una potencia petrolera, está muy por arriba de casi todos los países. En cambio, no es el mejor situado (aunque sí uno de los mejores) en esperanza de vida al nacer y en educación (los otros dos indicadores del IDH). Pero no es sólo el tamaño del pastel Noruega (con Suecia, Japón y Dinamarca) tiene los niveles de desigualdad del ingreso más bajos del mundo: coeficientes de Gini de alrededor de 0.25, contra 0.48 en México.
Este miércoles tuvo lugar en Bergen, probablemente la ciudad más rica de éste, el país más rico del mundo, una singular mesa redonda sobre la pobreza con el título Pobre pensamiento: desafiando las narrativas dominantes de investigación sobre la pobreza, conducida por un reconocido periodista local con la participación del destacado filósofo Thomas Pogge, de la Universidad Yale; de Karen O’Brien, de la Universidad de Oslo; de Bob Deacon, de la Universidad de Sheffield; de Victoria Lawson, de la Universidad de Washington, y de quien esto escribe, de El Colegio de México. La mesa redonda fue convocada por CROP (acrónimo en inglés de Investigación Crítica sobre Pobreza), que es un programa de investigación internacional sobre la pobreza creado en 1992 por el Consejo Internacional de las Ciencias Sociales, vinculado a la UNESCO, y por la Universidad de Bergen. La misión de CROP es trabajar para construir conocimiento independiente, alternativo y crítico sobre la pobreza y políticas para prevenirla y erradicarla. Con una misión así, no debe extrañar el nombre con el cual fue convocada la mesa redonda. En el póster que la anunció se pregunta cuáles son las fallas de las narrativas dominantes sobre la pobreza y cuáles las alternativas, cuáles son los temas, perspectivas y marcos de referencia que pueden ayudar a cambiar los términos del debate.
Bob Deacon dijo, con gran lucidez, que:
“en los 20 años perdidos de neoliberalismo global, en el contexto del desarrollo, la política social quedó relegada a un enfoque de red residual de protección. Esta política se focalizó sólo hacia los más pobres de los pobres trabajando con el supuesto erróneo de que la cuestión de la pobreza podría resolverse sin abordar la cuestión de la equidad, la inclusión social y el papel del Estado en la promoción de un desarrollo que beneficiara a todos los grupos sociales. En el contexto de la crisis económica se ha vuelto imperativo romper este paradigma de la política global sobre la reducción de la pobreza y (re)construir los estados de bienestar desarrollistas y un enfoque universalista de la política social”.
Thomas Pogge, el filósofo convertido en luchador social, que entre otras muchas batallas ha librado una formidable contra las cifras de pobreza del Banco Mundial (BM), mostró que 1) La evolución de la pobreza en el mundo a largo plazo, entre 1981 y 2005, depende mucho de la línea de pobreza (LP) que se utilice. Si se usa la ‘oficial’ del BM de 1.25 dólares (de paridades de poder adquisitivo: ppa) por persona al día, la pobreza en los 25 años baja 27 por ciento; si se usa una LP de dos dólares, la pobreza aumenta en uno por ciento, y si usa una de 2.5 dólares, aumenta en 13 por ciento. Como se ve, tres diagnósticos totalmente diferentes según la LP utilizada: mientras más baja, más optimista el resultado y más favorable para el capitalismo neoliberal. En los tres casos la población total en pobreza sería, respectivamente, en 2005 de 1.38 miles de millones (mm); de 2.56 mm con la LP de 2 dólares y de 3.08 con la de 2.50. 2). Las LP oficiales del BM han venido bajando en términos reales, mientras se pretende dar la impresión opuesta: que han estado subiendo. La verdad es que en términos de poder adquisitivo de 2009, la LP original de un dólar, que se utilizó entre 1990 y 1997, era de 1.99 de hoy; la de 1.08, utilizada entre 2000 y 2008, era de 1.60 de hoy, y la de 1.25 que se usa ahora equivale a una de 1.37 hoy. Al bajar la LP real, el BM simula que la pobreza está bajando, con lo cual añade la mentira abierta y descarada al cinismo que, ya de por sí supone ofrecer a casi la mitad de la población del mundo una perspectiva apenas de sobrevivencia animal, que es para lo que alcanzarían tales líneas de pobreza paupérrimas.
En mi intervención, señalé que la concepción de la pobreza, su medición y las políticas recomendadas para combatirla por el BM reflejaban, todas, el título de la mesa redonda: la pobreza del pensamiento y la acción del BM sobre la pobreza. Señalé que, para empezar, la utilización de una sola variable, ingreso monetario, para concebir y medir un fenómeno de carácter multidimensional reflejaba el pauperismo intelectual de la institución. Ejemplifiqué con dos familias: una que manda a sus hijos a la escuela y tiene un ingreso por persona menor a la LP; la otra manda a sus hijos a trabajar a una mina y a sus hijas a un burdel y obtiene un ingreso por arriba de la LP. La primera es pobre y la segunda no, de acuerdo con la pobre manera de medir la pobreza por parte del BM. Expliqué que la pobreza es multidimensional y que sólo considerando todas sus dimensiones la podemos evaluar correctamente. Expliqué, por último, que la política de lucha contra la pobreza que el BM ha estado recomendando, y obligando a los países (a través de condicionantes a sus créditos y a los del FMI) a adoptar, que consiste en transferir recursos monetarios exclusivamente a los pobres extremos, a la que se refirió Bob Deacon, y que trata de minimizar las erogaciones públicas, ha mostrado durante ya mucho tiempo en muchos países del mundo que no funciona; que se cometen muchos errores de exclusión (dejar a pobres extremos sin la transferencia) y muchos errores de inclusión (otorgarla a quien no es pobre extremo); y que además rompe el tejido social al incluir a unos y excluir a otros, ya que estos últimos se sienten excluidos de la comunidad a la que pertenecían. Hubo preguntas muy elaboradas de un público adulto muy interesado y enterado, lo que dio lugar a otra vuelta de intervenciones por los integrantes de la mesa, que puso fin a esta insólita mesa redonda, en uno de los lugares más ricos del mundo, sobre la pobreza del pensamiento sobre la pobreza de instituciones tan ricas como el BM.

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