La política migratoria de EU afectará el envío de remesas, acepta
Grecia recuerda que persisten importantes vulnerabilidades, alertó
Roberto González Amador e Israel Rodríguez / Periódico La Jornada
La recuperación vigorosa de la actividad económica después de la crisis del último año “no es un hecho garantizado”, aseguró este jueves Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México. “No es momento de cantar victoria”, sostuvo. El funcionario dijo que “inevitablemente” la política migratoria en Estados Unidos tenderá a ser más restrictiva, hecho que afectará el envío de remesas, la mayor fuente de divisas para el país después de la exportación de petróleo crudo.
La crisis global afectó “gravemente” el ingreso de los trabajadores migrantes, comentó Carstens en un foro organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “En la misma medida que disminuyeron las remesas, las familias de los trabajadores que reciben los recursos sufrieron un deterioro en sus condiciones de bienestar”, añadió.
Las remesas que llegan a los países latinoamericanos están lejos de alcanzar las cuotas registradas antes de la crisis, en torno a 69 mil millones de dólares en 2008, apuntó Carstens. Aunque se recupera este flujo de capitales, el gobernador del banco central alertó sobre riesgos que pueden afectar la recuperación de la actividad productiva.
“Eventos como el de Grecia, así como sus repercusiones en los mercados, nos han recordado que persisten importantes vulnerabilidades para otros países y regiones”, aseveró. “Todavía no es un hecho garantizado que habrá una recuperación vigorosa del dinamismo económico en el mundo, específicamente en Estados Unidos, que es la economía de origen de las remesas en la inmensa mayoría del continente”, abundó.
Entre las dudas sobre la consistencia de la recuperación después de un año de crisis, Carstens enumeró: persisten signos de debilidad en la demanda, así como la gran incógnita acerca de cómo reaccionará el consumo y la inversión privada cuando comience el retiro de los cuantiosos estímulos fiscales y monetarios aportados por los gobiernos de los países avanzados y otros en desarrollo para mitigar las consecuencias de la crisis.
El gobernador del banco central se refirió a la coyuntura y la consecuencia que puede tener para la economía mexicana un eventual agravamiento de la crisis financiera en España, después de los problemas económicos y sociales que enfrenta Grecia para cumplir los pagos de su deuda pública.
“Es un fenómeno que esperamos se supere”, dijo al referirse a los choques financieros en países como Grecia, España, Portugal e Irlanda. “Ante la severidad de esa crisis hay que comparar las acciones que se han tomado en México para enfrentar este tipo de situaciones. Si bien la situación financiera y económica internacional ha venido mejorando, todavía no estamos en condiciones de cantar victoria”, reconoció Carstens.
En un escenario mundial complicado, añadió, “realmente resalta” la oportunidad con la que se llevó a cabo el ajuste fiscal de 2009, que elevó los impuestos para empresas y trabajadores. Las finanzas públicas, apuntó, están “bien alineadas y fortalecidas, en un ambiente en el cual la crisis podría perdurar”.
En particular sobre España, que ha sido colocado en la mira de los especuladores y que en México tiene fuertes intereses empresariales, en especial en el sistema financiero, Carstens descartó que de momento pueda haber riesgo para los bancos de ese país que operan aquí.
“Nos hemos cerciorado de que los bancos españoles en México tengan una adecuada independencia financiera de sus matrices en España, y de ahí que incluso la Comisión Nacional Bancaria esté considerando hacer más rigurosas las limitaciones para los créditos relacionados; me atrevo a decir que los bancos españoles en México son bancos mexicanos, dependen en su altísima mayoría del fondeo que obtienen en nuestro país, y no dependen del apoyo que les dan sus matrices del exterior. Por lo tanto pienso que están en muy buenas circunstancias para enfrentar lo que está sucediendo hoy en día”.
Restricciones migratorias
En su presentación en el foro Carstens aseguró que inevitablemente las políticas migratorias de Estados Unidos tenderán a ser más selectivas y estrictas. Esta tendencia modificará el fenómeno de las remesas familiares, dijo.
Las remesas están íntimamente relacionadas con la migración, dijo. “En estos momentos es muy significativo tomar en cuenta lo que está sucediendo en temas de migración con la crisis financiera. Estos dos aspectos son factores que pudieran tener un impacto importante dentro de las remesas”. Abundó: “sería muy importante que el gobierno de Estados Unidos establezca lo antes posible un acuerdo migratorio que vaya en línea con las necesidades de desarrollo de toda la región, incluyendo ese país, y que se garanticen los derechos de los mexicanos en el exterior”.
Más allá de la cuestión migratoria, Carstens consideró que “el desafío final” para el país es generar empleos altamente competitivos y bien remunerados. Esos puestos de trabajo, sostuvo, no serán generados, “todos lo sabemos”, por decreto o mediante deseos voluntariosos.
“Requerimos crear las condiciones propicias para ese despegue definitivo, mediante reformas más de fondo en lo laboral, en lo relativo a la competencia y en numerosos sectores estratégicos de la actividad económica. Realmente lo más importante es crear las oportunidades de desarrollo para retener dentro de nuestros países a esos trabajadores emprendedores, con productividad, que se ven forzados a emigrar”.
Grecia recuerda que persisten importantes vulnerabilidades, alertó
Roberto González Amador e Israel Rodríguez / Periódico La Jornada
La recuperación vigorosa de la actividad económica después de la crisis del último año “no es un hecho garantizado”, aseguró este jueves Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México. “No es momento de cantar victoria”, sostuvo. El funcionario dijo que “inevitablemente” la política migratoria en Estados Unidos tenderá a ser más restrictiva, hecho que afectará el envío de remesas, la mayor fuente de divisas para el país después de la exportación de petróleo crudo.
La crisis global afectó “gravemente” el ingreso de los trabajadores migrantes, comentó Carstens en un foro organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “En la misma medida que disminuyeron las remesas, las familias de los trabajadores que reciben los recursos sufrieron un deterioro en sus condiciones de bienestar”, añadió.
Las remesas que llegan a los países latinoamericanos están lejos de alcanzar las cuotas registradas antes de la crisis, en torno a 69 mil millones de dólares en 2008, apuntó Carstens. Aunque se recupera este flujo de capitales, el gobernador del banco central alertó sobre riesgos que pueden afectar la recuperación de la actividad productiva.
“Eventos como el de Grecia, así como sus repercusiones en los mercados, nos han recordado que persisten importantes vulnerabilidades para otros países y regiones”, aseveró. “Todavía no es un hecho garantizado que habrá una recuperación vigorosa del dinamismo económico en el mundo, específicamente en Estados Unidos, que es la economía de origen de las remesas en la inmensa mayoría del continente”, abundó.
Entre las dudas sobre la consistencia de la recuperación después de un año de crisis, Carstens enumeró: persisten signos de debilidad en la demanda, así como la gran incógnita acerca de cómo reaccionará el consumo y la inversión privada cuando comience el retiro de los cuantiosos estímulos fiscales y monetarios aportados por los gobiernos de los países avanzados y otros en desarrollo para mitigar las consecuencias de la crisis.
El gobernador del banco central se refirió a la coyuntura y la consecuencia que puede tener para la economía mexicana un eventual agravamiento de la crisis financiera en España, después de los problemas económicos y sociales que enfrenta Grecia para cumplir los pagos de su deuda pública.
“Es un fenómeno que esperamos se supere”, dijo al referirse a los choques financieros en países como Grecia, España, Portugal e Irlanda. “Ante la severidad de esa crisis hay que comparar las acciones que se han tomado en México para enfrentar este tipo de situaciones. Si bien la situación financiera y económica internacional ha venido mejorando, todavía no estamos en condiciones de cantar victoria”, reconoció Carstens.
En un escenario mundial complicado, añadió, “realmente resalta” la oportunidad con la que se llevó a cabo el ajuste fiscal de 2009, que elevó los impuestos para empresas y trabajadores. Las finanzas públicas, apuntó, están “bien alineadas y fortalecidas, en un ambiente en el cual la crisis podría perdurar”.
En particular sobre España, que ha sido colocado en la mira de los especuladores y que en México tiene fuertes intereses empresariales, en especial en el sistema financiero, Carstens descartó que de momento pueda haber riesgo para los bancos de ese país que operan aquí.
“Nos hemos cerciorado de que los bancos españoles en México tengan una adecuada independencia financiera de sus matrices en España, y de ahí que incluso la Comisión Nacional Bancaria esté considerando hacer más rigurosas las limitaciones para los créditos relacionados; me atrevo a decir que los bancos españoles en México son bancos mexicanos, dependen en su altísima mayoría del fondeo que obtienen en nuestro país, y no dependen del apoyo que les dan sus matrices del exterior. Por lo tanto pienso que están en muy buenas circunstancias para enfrentar lo que está sucediendo hoy en día”.
Restricciones migratorias
En su presentación en el foro Carstens aseguró que inevitablemente las políticas migratorias de Estados Unidos tenderán a ser más selectivas y estrictas. Esta tendencia modificará el fenómeno de las remesas familiares, dijo.
Las remesas están íntimamente relacionadas con la migración, dijo. “En estos momentos es muy significativo tomar en cuenta lo que está sucediendo en temas de migración con la crisis financiera. Estos dos aspectos son factores que pudieran tener un impacto importante dentro de las remesas”. Abundó: “sería muy importante que el gobierno de Estados Unidos establezca lo antes posible un acuerdo migratorio que vaya en línea con las necesidades de desarrollo de toda la región, incluyendo ese país, y que se garanticen los derechos de los mexicanos en el exterior”.
Más allá de la cuestión migratoria, Carstens consideró que “el desafío final” para el país es generar empleos altamente competitivos y bien remunerados. Esos puestos de trabajo, sostuvo, no serán generados, “todos lo sabemos”, por decreto o mediante deseos voluntariosos.
“Requerimos crear las condiciones propicias para ese despegue definitivo, mediante reformas más de fondo en lo laboral, en lo relativo a la competencia y en numerosos sectores estratégicos de la actividad económica. Realmente lo más importante es crear las oportunidades de desarrollo para retener dentro de nuestros países a esos trabajadores emprendedores, con productividad, que se ven forzados a emigrar”.
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