REPRESENTAN 5 VECES LA POBLACIÓN DE BOLIVIA LOS 57.7 MILLONES DE MEXICANOS POBRES

Para el próximo sexenio la cifra podría subir a 60 millones, revela estudio

Entre 2006 y 2011, la tendencia laboral de la pobreza urbana aumentó 29.3 por ciento, mientras la rural subió 3.8, según estudio del Tec de Monterrey. La imagen en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal. Foto Roberto García Ortiz

Susana González G. / Periódico La Jornada
Los 57.7 millones de mexicanos que forman actualmente el ejército de pobres por ingresos en el país quintuplican la población total de Bolivia, representan 16 veces la población de Panamá y superan en 1.36 veces la de Argentina y en 1.22 la de España, advierte el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México.
Es una población que por su número no puede pasar desapercibida y explica en gran medida el aumento de la inseguridad en el país, además de que la cifra podría subir a 60 millones al inicio del próximo gobierno.
En su análisis semanal, el CIEN advierte que el índice de la tendencia laboral de la pobreza (ITLP) se encuentra en los niveles más altos desde que empezó a elaborarse, en 2005. Lo anterior significa que aún tomando en consideración la crisis económica de 2009, en la actualidad el ITLP es superior, es decir, el crecimiento económico alcanzado en 2010 y 2011 no se ha traducido en una mejora del mercado laboral y, por consiguiente, de los mexicanos.
Sólo en lo que va del gobierno del presidente Felipe Calderón –entre 2006 y 2011– el ITPL se incrementó 21 por ciento a escala nacional, mientras las denuncias por crímenes crecieron 22 por ciento en la última década.
Lo anterior se ve exacerbado por el hecho de que entre 2010 y 2011 la tendencia de la pobreza que marca el mercado laboral continúa incrementándose y marca nuevos niveles récord, aún en entornos de crecimiento económico. Las cifras son contundentes: entre 2006 y 2011 el ITPL rural se elevó 3.8 por ciento, en tanto que el urbano subió 29.3. Destaca que no sólo es la desocupación la que genera mayor pobreza, sino también la precariedad del mercado laboral y la caída del poder adquisitivo.