Evolución. Esa serie de transformaciones sucesivas que sufre la naturaleza humana se ha intensificado en la sociedad mexicana. Ahora, a grandes rasgos, las mujeres se han empoderado, la migración –producto quizá de la inseguridad– se está manifestando en varias plazas del país, al tiempo que muchas de las nuevas familias mexicanas ya no se forman bajo la típica figura del papá y la mamá. Un cambio notable en los últimos 10 años.
Estos hallazgos surgen después de un detallado análisis que la redacción de El Semanario hiciera al Censo de Población y Vivienda 2010, del INEGI, que se presenta en las páginas centrales de esta edición y que, entre otras cosas, destaca que:
México ya no es tan joven. Ahora, la población de 0 a 29 años representa a 56% del total (cuando en 2000 registraba una tasa de 61%). En ese mismo tono, mientras que en 1990 el mexicano promedio tenía 19 años, hoy tiene 26. Al mismo tiempo, se sabe que nacen más hombres pero mueren más rápido que las mujeres. Por otro lado, casarse y tener hijos ya no es una prioridad para los adultos jóvenes, aquellos entre 20 y 34 años. Sin embargo, destaca el caso de las adolescentes, ya que tienen más hijos que hace diez años: alrededor de un hijo por cada mujer, cuando en 2000 la proporción era de 0.97.
Por otro lado, el matrimonio como institución pilar de la familia mexicana parece estar perdiendo fuerza. Según las cifras, el número de divorcios creció 70%, mientras que la proporción de hijos por mujer soltera se incrementó 67% durante la última década al pasar de 0.18 hijos por mujer a 0.24.
Hay más: el hogar promedio mexicano es de cuatro integrantes, 62.1% de la población asalariada recibe prestaciones (una baja, después de que en 2000 la tasa fuera de 67.8%), 3.3 millones de personas mayores de cinco años cambiaron su entidad de residencia de 2005 a 2010; en educación, el promedio escolar del mexicano es de 8.6% (tercero de secundaria), las carreras preferidas por las mujeres son las relacionadas con la salud y los servicios, mientras que para los hombres son las ingenierías y las ciencias sociales.
Finalmente, el análisis ofrece otros datos reveladores que podrían explicar dos fenómenos dignos de estudio: el crecimiento de la clase media y los posibles efectos de la inseguridad. Sí, el Censo 2010 contabilizó la existencia del número de viviendas deshabitadas. El dato duro: casi 5 millones de inmuebles, y los estados que encabezan la lista son Baja California, Chihuahua, Tamaulipas. Por otro lado, 45 de cada 100 viviendas poseen automóvil.
Con estas cifras en mano, es indiscutible la evolución del mexicano, pero, además, desvela los retos que tienen los tomadores de decisión en México y que tienen que ver con la política económica y todas aquellas políticas públicas que promueven el desarrollo humano (educación, salud, seguridad social, etcétera).
A simple vista, los desafíos son muchos y de gran calado. La eficacia de las medidas para resolver, por ejemplo el rezago educativo, es urgente. La nación entera lo agradecerá.
Fuente: El semanario
Estos hallazgos surgen después de un detallado análisis que la redacción de El Semanario hiciera al Censo de Población y Vivienda 2010, del INEGI, que se presenta en las páginas centrales de esta edición y que, entre otras cosas, destaca que:
México ya no es tan joven. Ahora, la población de 0 a 29 años representa a 56% del total (cuando en 2000 registraba una tasa de 61%). En ese mismo tono, mientras que en 1990 el mexicano promedio tenía 19 años, hoy tiene 26. Al mismo tiempo, se sabe que nacen más hombres pero mueren más rápido que las mujeres. Por otro lado, casarse y tener hijos ya no es una prioridad para los adultos jóvenes, aquellos entre 20 y 34 años. Sin embargo, destaca el caso de las adolescentes, ya que tienen más hijos que hace diez años: alrededor de un hijo por cada mujer, cuando en 2000 la proporción era de 0.97.
Por otro lado, el matrimonio como institución pilar de la familia mexicana parece estar perdiendo fuerza. Según las cifras, el número de divorcios creció 70%, mientras que la proporción de hijos por mujer soltera se incrementó 67% durante la última década al pasar de 0.18 hijos por mujer a 0.24.
Hay más: el hogar promedio mexicano es de cuatro integrantes, 62.1% de la población asalariada recibe prestaciones (una baja, después de que en 2000 la tasa fuera de 67.8%), 3.3 millones de personas mayores de cinco años cambiaron su entidad de residencia de 2005 a 2010; en educación, el promedio escolar del mexicano es de 8.6% (tercero de secundaria), las carreras preferidas por las mujeres son las relacionadas con la salud y los servicios, mientras que para los hombres son las ingenierías y las ciencias sociales.
Finalmente, el análisis ofrece otros datos reveladores que podrían explicar dos fenómenos dignos de estudio: el crecimiento de la clase media y los posibles efectos de la inseguridad. Sí, el Censo 2010 contabilizó la existencia del número de viviendas deshabitadas. El dato duro: casi 5 millones de inmuebles, y los estados que encabezan la lista son Baja California, Chihuahua, Tamaulipas. Por otro lado, 45 de cada 100 viviendas poseen automóvil.
Con estas cifras en mano, es indiscutible la evolución del mexicano, pero, además, desvela los retos que tienen los tomadores de decisión en México y que tienen que ver con la política económica y todas aquellas políticas públicas que promueven el desarrollo humano (educación, salud, seguridad social, etcétera).
A simple vista, los desafíos son muchos y de gran calado. La eficacia de las medidas para resolver, por ejemplo el rezago educativo, es urgente. La nación entera lo agradecerá.
Fuente: El semanario
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