jueves, 26 de mayo de 2011

POBRES RESULTADOS

Enrique Del Val Blanco / Excelsior
En los últimos días, diversos organismos internacionales se han referido a la situación económica y social de nuestro país y han dado datos muy interesantes que demuestran que estamos mal en varios sectores y, sobre todo, que cada día estamos más alejados de otros países mal llamados “emergentes”.
En el foro de Davos, Suiza, del año 2007, el Ejecutivo federal expresó que al acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) le faltaba una “M” porque nuestro país también debería ser incluido. En un reciente documento del Banco Mundial (BM) se dice que nos hemos quedado a la zaga del crecimiento promedio de los BRIC y que incluso otras naciones, como Indonesia y Sudáfrica, ya podrían estar incluidos en esta denominación. De hecho, en documentos de política económica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ya se incluye a estos dos países dentro del grupo ahora denominado BRIICS.
El Banco Mundial menciona que, según sus previsiones, entre 2011 y 2025 los países en desarrollo crecerán en promedio 4.7% anual, mientras que nuestro país lo hará con un raquítico 2.3%, agregando que China crecerá siete por ciento e India 5.8 por ciento.
Otro documento denominado “Estudio Económico para México 2011”, elaborado por la OCDE que dirige nuestro jubilado de oro Ángel Gurría, le receta al gobierno mexicano una serie de medidas para no estar a la cola en muchos indicadores de la citada organización.
Destaca que los hogares mexicanos gastan una tercera parte de su presupuesto en sectores controlados por monopolios u oligopolios, entre ellos, las aerolíneas, el transporte interurbano, los servicios bancarios, la venta de medicamentos y las telecomunicaciones. Mientras tanto, los mexicanos seguimos pagando altos precios. Tal es el caso de los servicios de telecomunicaciones que, según la información, supera 30% de lo que se paga en los 34 países miembros de la organización. Tan sólo en las líneas fijas residenciales y empresariales estamos 67 y 82% respectivamente, en promedio, del resto de países.
En materia fiscal, la OCDE recomienda acelerar la reforma tributaria, entre otras cosas, incrementar el IVA, eliminar la tasa cero a alimentos y medicamentos, los subsidios a las gasolinas y el diesel, por ser ineficientes. No sólo esto, también propone eliminar los servicios de guardería, ayuda para vivienda y beneficios recreativos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y fusionarlos con otro sistema equivalente financiado con impuestos. Así de fácil se les hace a estos economistas destacados la solución a la pobreza y desigualdad. Es decir, con mayor desigualdad.
En otro tema, esa organización indica sin el menor rubor que se deben simplificar los procedimientos de despido de los trabajadores porque la legislación mexicana es muy restrictiva, solamente superada en otros países como Alemania y Suecia. ¡Ojalá nuestro país pudiera compararse con estas dos naciones! La OCDE está de acuerdo con las reformas reaccionarias que impulsa el Ejecutivo federal y que, afortunadamente, no han pasado la aprobación de la Cámara de Diputados.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), mencionan que cuatro de cada diez niños mexicanos entre cero y 17 años viven en situación de pobreza, casi 16 millones de nuestros jóvenes. Representamos el 20% de la región.
Con toda esta información lo que el Ejecutivo Federal debería hacer es una revisión a sus políticas económica y social para mejorar el sistema tributario, reduciendo la desigualdad, haciendo que los que tienen más paguen más. Pero probablemente no lo consideran, porque varios de los secretarios encargados de dichas áreas están más preocupados por contratar asesores externos que los ayuden en su carrera para lograr la nominación de candidatura presidencial. ¡Qué vergüenza para ellos y, sobre todo, para los más de 50 millones de pobres de este país!

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