lunes, 23 de mayo de 2011

AUTOMOTRIZ, ¿SEGUIRÁ LA MATA DANDO?

Samuel García / El Semanario
La industria automotriz asentada en México vive días de gloria. La reestructuración de la industria estadounidense, que fue severamente golpeada por la crisis financiera internacional de 2009, está provocando que las armadoras en nuestro país estén registrando buenos números en su producción. En números redondos, se estima que la producción de automóviles en México alcance las 2.4 millones de unidades este año, lo que significaría un crecimiento de 9% en comparación con 2010 (2.2 millones). Un récord para la industria.
De esta manera, la coyuntura favorece a la industria automotriz mexicana que, según las proyecciones, la colocarán en buena posición frente al resto de los mercados internacionales. Como contexto, en 2010, México se colocó en la novena posición en producción de vehículos a nivel mundial con 2.2 millones de unidades, debajo de naciones como España, India, Brasil, Corea del Sur, Alemania, EU, Japón y China, pero arriba de Francia, Tailandia, Irán, Rusia, Ucrania y Turquía.
Sin embargo, la mayor parte de sus importancias van hacia EU, y es allí donde se espera que esta historia, en algún momento, se estacione. Es decir, las proyecciones estiman que los altos niveles de exportación se estanquen, en algún momento, debido al aletargamiento que registrará la economía estadounidense. Eso parece inevitable.
La economía global no crecerá al ritmo que lo hizo el año pasado, cuando se recuperaba de la fuerte crisis de 2009. El menor dinamismo del sector exportador, reducciones en el gasto y un mercado laboral aún débil, serán los principales factores que mantendrían a la primera economía del mundo, EU, sorteando la recuperación económica. Diversas encuestas dan cuenta de lo anterior e incluso la Reserva Federal no ha parado de advertir dichos factores. En sus últimas proyecciones, la Fed señaló que espera un crecimiento del PIB entre 3.1% y 3.3% para este año, revisado a la baja desde el rango entre 3.4% y 3.9% que mantenía al inicio de este año.
En cifras adelantadas, la economía estadounidense registró un crecimiento de 1.8%, la desaceleración vista podría ser transitoria, de acuerdo con Ben Bernanke, presidente de la Fed. Aunque el segundo trimestre del año inició ya con malas noticias. Por el momento, la producción industrial se mantuvo sin cambios en abril, aunque en la producción de automóviles y autopartes descendió 8.9% debido al sismo de Japón. En tanto, el consumo privado por igual mostró un menor crecimiento al cuarto mes del año; su crecimiento más bajo desde julio del año pasado debido en particular a los efectos que han tenido los altos precios de la gasolina y los alimentos.
Bajo estas perspectivas, la industria automotriz nacional, que en buena medida ha capitalizado la reconfiguración de la industria estadounidense, se verá afectada por la reducción de las tasas de crecimiento del país del norte.
Colateralmente, se espera que esta misma industria mantenga cifras conservadoras en el mercado interno, que no pase del millón de unidades vendidas al cierre del año, debido a las dificultades que aún se presentan en torno a los créditos automotrices, la introducción de autos ilegales desde EU y las alzas en los precios de las materias primas como el acero, el aluminio y la resina, vitales para esta industria.

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