miércoles, 2 de febrero de 2011

RESERVAS: ¿COMEREMOS DÓLARES?

Diario Ejecutivo
Roberto Fuentes Vivar / El Financiero
Megamarcha: nueva geopolítica
Esta mañana el Banco de México anunció que las reservas internacionales se incrementaron en 894 millones de dólares entre el 24 y el 28 de enero, para alcanzar un nuevo máximo de 118 mil 459 millones de dólares. Agustín Carstens es un ferviente promotor de la estrategia de acumulación de reservas, por lo que seguramente continuará esta política.
Para muchos esta acumulación de reservas forma parte de lo que ayer Carlos Slim llamó “flotación sucia” del Banco de México, que ha sido criticada por llevar a una sobrevaluación de la moneda que en poco o nada ayuda a una economía en la que el mercado interno ha sido abandonado desde hace varios años.
Mientras se acumulan reservas, la preocupación mundial se centra en los altos precios de los alimentos, como lo explicaba atinadamente la edición impresa de hoy de El Financiero, en su noticia principal.
Hoy todavía, el Grupo de Cooperación en materia de Evaluación (GCE), conformado por unidades independientes de bancos multilaterales, recomendó, ante la crisis mundial de precios alimenticios que lleva ya varios años, una serie de áreas en las que se debe actuar para mejorar la producción del campo: investigación y extensión, acceso al agua, acceso al crédito, acceso a la tierra y derechos sobre la tierra, caminos y, por último, políticas, mercado y agroindustria.
La preocupación por una posible escasez de alimentos –en México concretamente por la falta de soberanía en productos como el maíz- no sólo es de los grupos globalifóbicos, sino que permea a todos los sectores: políticos, trabajadores y empresarios.
Concretamente ayer le pregunté a Carlos Slim porqué esa preocupación tan grande y me dijo que puede tener consecuencias desastrosas el aumento de precios de comoditis. Y recomendó a las autoridades mexicanas, al igual que lo hace China, comprar reservas de granos que garanticen la seguridad alimenticia, en vez de sólo acumular reservas monetarias.
La propuesta de Slim es tan antigua como la misma Biblia, pues recuerda el caso de los sueños de Josué y de las vacas flacas. Por eso, debe tomarse en serio y ser estudiada a fondo, pues quizá ahora es demasiado tarde, pero sí podría iniciarse una política de estado, a largo plazo, para garantizar la alimentación de los mexicanos. Definitivamente, los dólares no se comen. Como dice el filósofo del metro: las vacas flacas suelen durar en México más de siete años.
Cambio de rumbo económico
Por cierto, ayer una de las principales demandas de los participantes de la megamarcha fue precisamente garantizar la autosuficiencia alimentaria, para lo cual proponían un cambio de modelo económico.
Esta marcha, que fue considerada como el inicio de una “insurgencia civil y pacífica”, tuvo muchos elementos interesantes, pues hubo de todo: desde quienes se inclinan por derrocar al gobierno, hasta quienes exigieron poner fin a la escalada inflacionaria.
Las organizaciones que integran el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas sumaron un número indeterminado de manifestantes que llenó el zócalo capitalino.
Una de las cosas interesantes es que no solo participaron las organizaciones de siempre, como el SME, el STUNAM, sino que se sumaron organizaciones que anteriormente eran poco reacias a participar en este tipo de movilizaciones como la Confederación Nacional Campesina y la Confederación Regional Obrera Mexicana.
El hecho de que organizaciones como éstas se sumen a los que anteriormente se llamaban sindicatos independientes, tiene un significado concreto: el nuevo mapa de la oposición está creciendo, por lo que sería conveniente que las autoridades comenzaran a estudiar sus demandas, entre ellas precisamente la de garantizar el alimento básico para la población.


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