El banco Unicredit, el grupo Pearson, el gigante de defensa Finmeccanica, las petroleras Tamoil y Eni y la Juventus de Turín. Son sólo algunos de los tentáculos empresariales del fondo soberano de Libia, de nada menos que 50.000 millones de euros.
Un instrumento de inversión que Gadafi ha extraído de las lágrimas del pueblo libio, de su sufrimiento, de su pobreza, de la jibarización de sus derechos, para destinarlo al enriquecimiento y el chantaje político. Son los excedentes y rentas petrolíferas que Trípoli utiliza para desplegar Gadafi SA.
El caso de las enfermeras búlgaras liberadas en 2007 o la sospecha sobre su cambio de contratos con petroleras por la libertad del autor de la masacre de Lockerbie son algunos ejemplos del tipo de trueques que planean sobre este cruel y trasnochado líder capaz de jactarse de morir matando.
El fondo soberano del sátrapa tiene brazos en el tejido empresarial del Viejo Continente, con especial incidencia en Italia. Se entienden ciertos silencios de Europa. Aunque España y Francia están menos expuestas, también en nuestro territorio hay ramificaciones del fondo, concretamente en Marbella.
A Gadafi no le duelen prendas en calificarse como líder de la revolución y asegurar que, si se marcha, será con los pies por delante, tras purgar con sangre, casa por casa, cualquier levantamiento... pero ante el oro, sea del color que sea, no parece muy revolucionario.
A su fortuna personal, estimada en más de 5.000 millones de euros, hay que añadir su capacidad de infiltrarse, vía Gadafi SA, en negocios y cambalaches políticos, siempre de espaldas al pueblo.
Fuente: elEconomista.es
Un instrumento de inversión que Gadafi ha extraído de las lágrimas del pueblo libio, de su sufrimiento, de su pobreza, de la jibarización de sus derechos, para destinarlo al enriquecimiento y el chantaje político. Son los excedentes y rentas petrolíferas que Trípoli utiliza para desplegar Gadafi SA.
El caso de las enfermeras búlgaras liberadas en 2007 o la sospecha sobre su cambio de contratos con petroleras por la libertad del autor de la masacre de Lockerbie son algunos ejemplos del tipo de trueques que planean sobre este cruel y trasnochado líder capaz de jactarse de morir matando.
El fondo soberano del sátrapa tiene brazos en el tejido empresarial del Viejo Continente, con especial incidencia en Italia. Se entienden ciertos silencios de Europa. Aunque España y Francia están menos expuestas, también en nuestro territorio hay ramificaciones del fondo, concretamente en Marbella.
A Gadafi no le duelen prendas en calificarse como líder de la revolución y asegurar que, si se marcha, será con los pies por delante, tras purgar con sangre, casa por casa, cualquier levantamiento... pero ante el oro, sea del color que sea, no parece muy revolucionario.
A su fortuna personal, estimada en más de 5.000 millones de euros, hay que añadir su capacidad de infiltrarse, vía Gadafi SA, en negocios y cambalaches políticos, siempre de espaldas al pueblo.
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