El presidente debate sobre la situación económica con una docena de empresarios, entre ellos Steve Jobs y Mark Zuckerberg
DAVID ALANDETE / El PAÍSSi hay algo en lo que Estados Unidos sigue siendo un líder indiscutible en la escena internacional es en el mercado informático y las tecnologías de Internet. Por eso, el presidente Barack Obama viajó este jueves por la noche -madrugada en España- a San Francisco, donde ha participado en una cena privada con una docena de empresarios que han hecho de Internet la Red compleja y omnipresente que es hoy en día. Entre ellos, estaban Mark Zuckerberg, creador de Facebook; Steve Jobs, fundador de Apple, apartado de su empresa recientemente por una enfermedad; Eric Schmidt, consejero delegado saliente de Google; y Dick Costoso, gerente de Twitter.
Obama se sentó a la mesa con los líderes de las empresas que controlan la Red dentro y fuera de EE UU, dentro de una campaña de promoción de la innovación tecnológica como medio para impulsar el crecimiento económico y el empleo. Durante la cena, el presidente les pidió ideas para consolidar la posición de dominio comercial en la escena internacional, con "el objetivo de duplicar las exportaciones en los próximos cinco años y apoyar millones de puestos de trabajo en EE UU", según explicó el recién estrenado secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, tras el encuentro. También discutió sus "propuestas de inversión en investigación y desarrollo y para aumentar los incentivos a las empresas para crecer y contratar", y "la importancia de nuevas inversiones en educación".
Fue una reunión que no se da a menudo, un encuentro tan especial que Jobs, el fundador de Apple, abandonó momentáneamente el retiro que se había impuesto el 17 de enero para centrarse en el tratamiento a sus problemas de salud.
Los periodistas de la Casa Blanca desplazados a California no lograron la imagen más esperada, la de Steve Jobs a su llegada a la cena, que se celebró en la casa del inversor John Doerr, una vivienda aislada en la acomodada zona de Woodside. Las especulaciones sobre la salud de Jobs, que lucha contra un raro cáncer de páncreas desde 2003 y se sometió a un transplante de hígado en 2009, son continuas. Ayer mismo, el tabloide National Enquirer publicaba unas fotos en las que supuestamente aparece el fundador de Apple, muy delgado, a la entrada del hospital oncológico Stanford Cancer Center, en Palo Alto. Hasta ahora, la única imagen que se ha publicado del encuentro es la que retrata una conversación de Obama con Zuckerberg, en la que se ve en segundo plano a otros asistentes a la cena, pero no a Jobs.
Hubo también algunas ausencias no explicadas por la Casa Blanca, como la de alguien de Microsoft, en un encuentro que también buscaba la reconciliación con la comunidad empresarial estadounidense, tras la derrota demócrata en las elecciones al Congreso de noviembre, y lograr apoyos para aprobar un presupuesto para el año fiscal 2012 de 3,7 billones de dólares (2,7 billones de euros) frente a la resistencia republicana.
También refleja la apuesta tecnológica de Obama, que hace menos de un mes, en el discurso del Estado de la Unión, pasó, de ninguna en años anteriores, a mencionar la palabra Internet seis veces, sobre todo para reforzar la idea de que el mundo ha cambiado, y los nuevos líderes serán quienes controlen las nuevas tecnologías. "Hace 30 años, no podíamos saber que una cosa llamada Internet iba a desembocar en una revolución económica", decía entonces. "Somos la nación que pone coches en las carreteras y ordenadores en las oficinas, la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y Facebook. En EE UU, la innovación no se limita a cambiar vidas. Es como nos ganamos la vida", afirmó. "Como a las empresas no siempre les es rentable invertir en investigación básica, nuestro Gobierno ha dado siempre a los científicos de vanguardia y los inventores el apoyo que necesitaban. Eso fue lo que plantó las semillas de Internet. Eso fue lo que contribuyó a hacer posibles cosas como los chips informáticos y los GPS", aseguró.
Silicon Valley, sede de las principales empresas de Internet, es y ha sido un sólido bastión demócrata. Diversos empleados de las 20 empresas líderes en el sector informático de California donaron al presidente durante la campaña electoral de 2008 un total de 1,4 millones de dólares (un millón de euros al cambio actual), frente a los 267.000 dólares (122.000 euros) que le concedieron a su contrincante, el republicano John McCain, según la organización Center for Responsive Politics.
Hoy, viernes, el presidente terminará su viaje de dos días a la costa oeste con una visita a una fábrica de semiconductores de Intel en Oregón, donde Obama insistirá en la importancia de que Estados Unidos venza a sus competidores "para ganar el futuro" en un discurso que será retransmitido en directo en la web de la Casa Blanca. Horas antes, Washington anunció el nombramiento del director ejecutivo de Intel, Paul Otellini, como miembro del comité de expertos creado en enero para asesorar a la Casa Blanca sobre empleo y competitividad, presidido por Jeffrey Immelt, de General Electric.
DAVID ALANDETE / El PAÍSSi hay algo en lo que Estados Unidos sigue siendo un líder indiscutible en la escena internacional es en el mercado informático y las tecnologías de Internet. Por eso, el presidente Barack Obama viajó este jueves por la noche -madrugada en España- a San Francisco, donde ha participado en una cena privada con una docena de empresarios que han hecho de Internet la Red compleja y omnipresente que es hoy en día. Entre ellos, estaban Mark Zuckerberg, creador de Facebook; Steve Jobs, fundador de Apple, apartado de su empresa recientemente por una enfermedad; Eric Schmidt, consejero delegado saliente de Google; y Dick Costoso, gerente de Twitter.
Obama se sentó a la mesa con los líderes de las empresas que controlan la Red dentro y fuera de EE UU, dentro de una campaña de promoción de la innovación tecnológica como medio para impulsar el crecimiento económico y el empleo. Durante la cena, el presidente les pidió ideas para consolidar la posición de dominio comercial en la escena internacional, con "el objetivo de duplicar las exportaciones en los próximos cinco años y apoyar millones de puestos de trabajo en EE UU", según explicó el recién estrenado secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, tras el encuentro. También discutió sus "propuestas de inversión en investigación y desarrollo y para aumentar los incentivos a las empresas para crecer y contratar", y "la importancia de nuevas inversiones en educación".
Fue una reunión que no se da a menudo, un encuentro tan especial que Jobs, el fundador de Apple, abandonó momentáneamente el retiro que se había impuesto el 17 de enero para centrarse en el tratamiento a sus problemas de salud.
Los periodistas de la Casa Blanca desplazados a California no lograron la imagen más esperada, la de Steve Jobs a su llegada a la cena, que se celebró en la casa del inversor John Doerr, una vivienda aislada en la acomodada zona de Woodside. Las especulaciones sobre la salud de Jobs, que lucha contra un raro cáncer de páncreas desde 2003 y se sometió a un transplante de hígado en 2009, son continuas. Ayer mismo, el tabloide National Enquirer publicaba unas fotos en las que supuestamente aparece el fundador de Apple, muy delgado, a la entrada del hospital oncológico Stanford Cancer Center, en Palo Alto. Hasta ahora, la única imagen que se ha publicado del encuentro es la que retrata una conversación de Obama con Zuckerberg, en la que se ve en segundo plano a otros asistentes a la cena, pero no a Jobs.
Hubo también algunas ausencias no explicadas por la Casa Blanca, como la de alguien de Microsoft, en un encuentro que también buscaba la reconciliación con la comunidad empresarial estadounidense, tras la derrota demócrata en las elecciones al Congreso de noviembre, y lograr apoyos para aprobar un presupuesto para el año fiscal 2012 de 3,7 billones de dólares (2,7 billones de euros) frente a la resistencia republicana.
También refleja la apuesta tecnológica de Obama, que hace menos de un mes, en el discurso del Estado de la Unión, pasó, de ninguna en años anteriores, a mencionar la palabra Internet seis veces, sobre todo para reforzar la idea de que el mundo ha cambiado, y los nuevos líderes serán quienes controlen las nuevas tecnologías. "Hace 30 años, no podíamos saber que una cosa llamada Internet iba a desembocar en una revolución económica", decía entonces. "Somos la nación que pone coches en las carreteras y ordenadores en las oficinas, la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y Facebook. En EE UU, la innovación no se limita a cambiar vidas. Es como nos ganamos la vida", afirmó. "Como a las empresas no siempre les es rentable invertir en investigación básica, nuestro Gobierno ha dado siempre a los científicos de vanguardia y los inventores el apoyo que necesitaban. Eso fue lo que plantó las semillas de Internet. Eso fue lo que contribuyó a hacer posibles cosas como los chips informáticos y los GPS", aseguró.
Silicon Valley, sede de las principales empresas de Internet, es y ha sido un sólido bastión demócrata. Diversos empleados de las 20 empresas líderes en el sector informático de California donaron al presidente durante la campaña electoral de 2008 un total de 1,4 millones de dólares (un millón de euros al cambio actual), frente a los 267.000 dólares (122.000 euros) que le concedieron a su contrincante, el republicano John McCain, según la organización Center for Responsive Politics.
Hoy, viernes, el presidente terminará su viaje de dos días a la costa oeste con una visita a una fábrica de semiconductores de Intel en Oregón, donde Obama insistirá en la importancia de que Estados Unidos venza a sus competidores "para ganar el futuro" en un discurso que será retransmitido en directo en la web de la Casa Blanca. Horas antes, Washington anunció el nombramiento del director ejecutivo de Intel, Paul Otellini, como miembro del comité de expertos creado en enero para asesorar a la Casa Blanca sobre empleo y competitividad, presidido por Jeffrey Immelt, de General Electric.
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