BM: 44 millones de personas en el mundo cayeron en la miseria
Los crecientes precios de los alimentos en el mundo, que han llegado a niveles próximos a los reportados en 2008, están empujando a la pobreza a alrededor de 44 millones de personas en los países en desarrollo, estimó el Banco Mundial en el reporte Food Price Watch.
“El alza en los precios está ya empujando a millones de personas a la pobreza, y presionando a los más vulnerables, quienes gastan más de la mitad de su ingreso en comida”, dijo.
De acuerdo con la más reciente edición del reporte Food Price Watch, el índice de precios de alimentos del Banco Mundial se incrementó 15% entre octubre de 2010 y enero de 2011, esto es 29% por arriba de su nivel del año pasado y sólo 3% por debajo del pico de 2008.
El incremento del índice en el ultimo trimestre ha estado liderado por aumentos en el precio del azúcar (20%), grasas y aceites (22%), trigo (20%) y maíz (12%). El precio del arroz permanece estable.
El precio internacional del trigo es el que más ha repuntado, al duplicarse entre junio de 2010 y enero de 2011. Por su parte, los precios internacionales del maíz son cerca de 73% mayores en ese lapso, pero por fortuna para la población más pobre del mundo, se han incrementado a una menor tasa que otros granos.
El azúcar y los aceites comestibles también han aumentado marcadamente. En tanto otros alimentos esenciales para la dieta han incrementado en muchos países, como los vegetales en India y en China y los frijoles en algunos países de África.
Mala nutrición y obesidad
El reporte indicó que los precios del maíz se han incrementado marcadamente, afectados por complejos vínculos con otros mercados.
En enero de 2011, los precios del maíz fueron cerca de 73% mayores que en junio de 2010.
El Banco Mundial explicó que los incrementos se deben a diversas revisiones a la baja en los pronósticos de las cosechas y a bajos inventarios, ya que se proyecta que la relación inventarios-uso en EU para 2010-11 sea de 5%, la más baja desde 1995, a la relación positiva entre los precios del maíz y del trigo, y al uso de los granos de maíz para generar combustibles.
“Una creciente demanda de jarabe de maíz de alta fructosa de países como México, como sustituto de los elevados precios del azúcar, también contribuye a una mayor demanda de maíz”, expuso el organismo.
El reporte indicó que el aumento en la pobreza extrema está asociado con una mala nutrición, ya que la gente pobre come menos y compra alimentos más baratos pero menos nutritivos.
“Por ejemplo en México, el incremento en la demanda de jarabes de maíz de alta fructuosa, como un sustituto de azúcares más caras, tiene implicaciones en las políticas públicas pues la obesidad es una preocupación de salud seria”, detalló.
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