La industria de la construcción, que debió ser punta de lanza por su impacto contracíclico, cumplió 21 meses consecutivos de caída.
Darío Celis / Excelsior
Darío Celis / Excelsior
Según el gobierno federal se acaba de superar el histórico de medio millón de nuevos empleos creados en un periodo de seis meses. Sin embargo la industria de la construcción, quizás el termómetro más fiel de la economía, no ve claro.
Esta actividad, que debió ser la punta de lanza por su impacto contracíclico, cumplió 21 meses consecutivos de caída. Tan sólo en el periodo enero-abril el sector contabilizaba un retroceso de menos 3% en el índice de su comportamiento. De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que preside Eduardo Correa, en los primeros cinco meses de 2010 se habían recuperado 98 mil empleos de los 200 mil que se perdieron el año pasado. De todas las industrias, la construcción es la única que no ha podido repuntar en lo que va del año debido a la burocracia, la desconfianza y falta de coordinación entre sus dependencias y la falta de proyectos.
El Congreso le autorizó a las 16 instancias de gobierno con mayor impacto en el desarrollo de infraestructura 418 mil millones de pesos para ejercerse este año. Pero hasta principios de mayo se habían aplicado sólo 38 mil millones. El gobierno sólo ha enajenado cerca de 10% del presupuesto. De ahí la versión que sale de los corrillos de la Secretaría de Hacienda, en el sentido de que reclamará a las distintas instancias el subejercicio para reprogramarlo en 2011. El caso más dramático es el de Pemex, que dirige Juan José Suárez Coppel, porque sólo llevaba aplicados al cierre de abril cerca de 5.5% de su presupuesto autorizado para proyectos ligados a la infraestructura.
La paraestatal concentra casi 50% del total de la bolsa de infraestructura, pues la dependencia que comanda Ernesto Cordero le asignó para este año 263 mil millones de pesos, de los que había ejercido únicamente unos 14 mil millones. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Juan Molinar Horcasitas, llevaba hasta abril comprometido casi 50% de su presupuesto, siendo de las instancias más adelantadas hasta ahora en el ejercicio de recursos. Le autorizaron 68 mil millones de pesos y hasta ese mes había amarrado contratos de infraestructura por cerca de 34 mil millones de pesos. No obstante, el grueso son proyectos licitados, más no concluidos y entregados.
A la Secretaría de Seguridad Pública, que comanda Genaro García Luna, le aprobaron cinco mil 586 millones de pesos y lleva ejercido cero. Lo mismo sucede con los Proyectos de Prestación de Servicio para sus 12 reclusorios que le hemos referido. La Secretaría de Educación Publica, a cargo de Alonso Lujambio, es otro organismo prácticamente paralizado en el desarrollo de nueva infraestructura. De cuatro mil 498 millones sólo ha aplicado 50 millones de pesos. El Instituto Mexicano del Seguro Social, al mando de Daniel Karam, había ejercido al cierre de abril pasado apenas 3.2% de su presupuesto. Le asignaron 11 mil 915 millones de pesos de los que ejerció 235 millones de pesos. La Comisión Nacional del Agua, que capitanea José Luis Luege Tamargo, pese y a los ambiciosos proyectos de plantas de tratamiento, sólo había utilizado 772 millones de pesos de los 11 mil 739 millones autorizados.
La excesiva tramitología que impacta los proyectos, la liberación de derechos y la regulación de impacto ambiental se han convertido en los principales inhibidores de los desarrollos de infraestructura que tanto demanda el país. En esa tesitura, las secretarías del Medio Ambiente, que lleva Rafael Elvira, y la Función Pública, que encabeza Salvador Vega, han funcionado como diques en la facilitación y expedición de autorizaciones.
El próximo 30 de noviembre estas 16 dependencias con alto impacto en la infraestructura deben entregar a la Secretaría de Hacienda sus respectivos ejercicios presupuestales cerrados. Como existe un gran rezago, en las siguientes semanas empezará la presión a los contratistas para que entreguen a más tardar el 30 de octubre los proyectos que hayan logrado sacar.
Alistan Volaris
Este jueves vence el plazo para que TACA, que preside Roberto Kriete, y Discovery Americas, el fondo de Harry Krensky, liquiden las participaciones de Inbursa y Televisa en Volaris, la aerolínea que dirige Enrique Beltranena. La compañía que preside Pedro Aspe Armella tendría que pagar alrededor de 90 millones de dólares a cada uno, tomando como referencia la oferta que a finales de marzo lanzó Interjet y que ascendió a 360 millones de dólares. De hecho no es descartable que las huestes de Miguel Alemán Magnani lancen esta misma semana una segunda propuesta, aunque ya más baja. Se habla de entre 300 y 330 millones de dólares. Habrá que ver. Pero por lo pronto la hora cero se acerca.
Ifecom sondea
Le adelantábamos ayer la ruta crítica que seguirá en los juzgados el concurso mercantil con acuerdo previo de Comercial Mexicana. Una vez que el juez le dé entrada se notificará al Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (Ifecom), que lleva Griselda Nieblas, para que designe a un conciliador. Fíjese que en el medio trascendió que los acreedores y la empresa que en lo operativo lleva Carlos González Zabalegui están realizando gestiones para que Ernesto Valenzuela sea el representante del instituto. Se trata del ex socio director de Deloitte y que no hace mucho tuvo a su cargo el concurso mercantil de Satmex.
Ahora el Hilton
Le referíamos hace unos días el dossier que Grupo Presidente empezó a circular entre potenciales inversionistas. El objetivo del equipo de Ángel Losada es vender los hoteles de Puerto Vallarta, Los Cabos, Ixtapa y Cozumel, paquete valorado entre 80 y 90 millones de dólares. Pues bien, otro hotel que está a la venta es el famoso Hilton Cancún Golf & Resort, incluyendo su campo de 18 hoyos conocido como Ruinas del Rey. El inmueble posee 426 habitaciones y originalmente era de Westin, que lo vendió a Hilton en el 2003 para saldar adeudos con Santander, de Marcos Martínez, y BBVA-Bancomer, de Ignacio Deschamps.
Esta actividad, que debió ser la punta de lanza por su impacto contracíclico, cumplió 21 meses consecutivos de caída. Tan sólo en el periodo enero-abril el sector contabilizaba un retroceso de menos 3% en el índice de su comportamiento. De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que preside Eduardo Correa, en los primeros cinco meses de 2010 se habían recuperado 98 mil empleos de los 200 mil que se perdieron el año pasado. De todas las industrias, la construcción es la única que no ha podido repuntar en lo que va del año debido a la burocracia, la desconfianza y falta de coordinación entre sus dependencias y la falta de proyectos.
El Congreso le autorizó a las 16 instancias de gobierno con mayor impacto en el desarrollo de infraestructura 418 mil millones de pesos para ejercerse este año. Pero hasta principios de mayo se habían aplicado sólo 38 mil millones. El gobierno sólo ha enajenado cerca de 10% del presupuesto. De ahí la versión que sale de los corrillos de la Secretaría de Hacienda, en el sentido de que reclamará a las distintas instancias el subejercicio para reprogramarlo en 2011. El caso más dramático es el de Pemex, que dirige Juan José Suárez Coppel, porque sólo llevaba aplicados al cierre de abril cerca de 5.5% de su presupuesto autorizado para proyectos ligados a la infraestructura.
La paraestatal concentra casi 50% del total de la bolsa de infraestructura, pues la dependencia que comanda Ernesto Cordero le asignó para este año 263 mil millones de pesos, de los que había ejercido únicamente unos 14 mil millones. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Juan Molinar Horcasitas, llevaba hasta abril comprometido casi 50% de su presupuesto, siendo de las instancias más adelantadas hasta ahora en el ejercicio de recursos. Le autorizaron 68 mil millones de pesos y hasta ese mes había amarrado contratos de infraestructura por cerca de 34 mil millones de pesos. No obstante, el grueso son proyectos licitados, más no concluidos y entregados.
A la Secretaría de Seguridad Pública, que comanda Genaro García Luna, le aprobaron cinco mil 586 millones de pesos y lleva ejercido cero. Lo mismo sucede con los Proyectos de Prestación de Servicio para sus 12 reclusorios que le hemos referido. La Secretaría de Educación Publica, a cargo de Alonso Lujambio, es otro organismo prácticamente paralizado en el desarrollo de nueva infraestructura. De cuatro mil 498 millones sólo ha aplicado 50 millones de pesos. El Instituto Mexicano del Seguro Social, al mando de Daniel Karam, había ejercido al cierre de abril pasado apenas 3.2% de su presupuesto. Le asignaron 11 mil 915 millones de pesos de los que ejerció 235 millones de pesos. La Comisión Nacional del Agua, que capitanea José Luis Luege Tamargo, pese y a los ambiciosos proyectos de plantas de tratamiento, sólo había utilizado 772 millones de pesos de los 11 mil 739 millones autorizados.
La excesiva tramitología que impacta los proyectos, la liberación de derechos y la regulación de impacto ambiental se han convertido en los principales inhibidores de los desarrollos de infraestructura que tanto demanda el país. En esa tesitura, las secretarías del Medio Ambiente, que lleva Rafael Elvira, y la Función Pública, que encabeza Salvador Vega, han funcionado como diques en la facilitación y expedición de autorizaciones.
El próximo 30 de noviembre estas 16 dependencias con alto impacto en la infraestructura deben entregar a la Secretaría de Hacienda sus respectivos ejercicios presupuestales cerrados. Como existe un gran rezago, en las siguientes semanas empezará la presión a los contratistas para que entreguen a más tardar el 30 de octubre los proyectos que hayan logrado sacar.
Alistan Volaris
Este jueves vence el plazo para que TACA, que preside Roberto Kriete, y Discovery Americas, el fondo de Harry Krensky, liquiden las participaciones de Inbursa y Televisa en Volaris, la aerolínea que dirige Enrique Beltranena. La compañía que preside Pedro Aspe Armella tendría que pagar alrededor de 90 millones de dólares a cada uno, tomando como referencia la oferta que a finales de marzo lanzó Interjet y que ascendió a 360 millones de dólares. De hecho no es descartable que las huestes de Miguel Alemán Magnani lancen esta misma semana una segunda propuesta, aunque ya más baja. Se habla de entre 300 y 330 millones de dólares. Habrá que ver. Pero por lo pronto la hora cero se acerca.
Ifecom sondea
Le adelantábamos ayer la ruta crítica que seguirá en los juzgados el concurso mercantil con acuerdo previo de Comercial Mexicana. Una vez que el juez le dé entrada se notificará al Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (Ifecom), que lleva Griselda Nieblas, para que designe a un conciliador. Fíjese que en el medio trascendió que los acreedores y la empresa que en lo operativo lleva Carlos González Zabalegui están realizando gestiones para que Ernesto Valenzuela sea el representante del instituto. Se trata del ex socio director de Deloitte y que no hace mucho tuvo a su cargo el concurso mercantil de Satmex.
Ahora el Hilton
Le referíamos hace unos días el dossier que Grupo Presidente empezó a circular entre potenciales inversionistas. El objetivo del equipo de Ángel Losada es vender los hoteles de Puerto Vallarta, Los Cabos, Ixtapa y Cozumel, paquete valorado entre 80 y 90 millones de dólares. Pues bien, otro hotel que está a la venta es el famoso Hilton Cancún Golf & Resort, incluyendo su campo de 18 hoyos conocido como Ruinas del Rey. El inmueble posee 426 habitaciones y originalmente era de Westin, que lo vendió a Hilton en el 2003 para saldar adeudos con Santander, de Marcos Martínez, y BBVA-Bancomer, de Ignacio Deschamps.
Que increible los negocios millonarios de las empresas!
ResponderEliminarMuchas gracias por la información, estaba pensando en ir al hotel hilton cancun pero ahora que esta en venta dudo que ofrezca el mismo servicio. Si esto que pienso es cierto es un error. Si estan en crisis, deberian ofrecer un mejor servicio para aumentar las ventas y mejorar, no?