martes, 13 de julio de 2010

AL EN EL MUNDIAL DE LOS INVERSORES EXTRANJEROS

AL en el mundial de los inversores extranjeros
Javier Santiso / El Universal
Los países emergentes salieron mejor parados de las crisis que sus pares de la OCDE. En todo caso así lo piensan los empresarios de las grandes multinacionales encuestadas por la consultora AT Kearney en su último informe 2010 Foreign Direct Investment (FDI) Confidence Index: nada menos que tres países emergentes (China, India y Brasil) figuran entre las cinco principales economías mundiales donde estas multinacionales esperan destinar sus inversiones.
Es llamativo en particular que Brasil se alza como el cuarto destino favorito, por delante de Alemania. Otro país latinoamericano, México, experimenta un salto espectacular, pasando del puesto 19 al 8 entre 2009 y 2010. Dos tercios de los destinos favoritos de los inversores directos para los próximos años son ahora economías emergentes. Algunos de estos países, como Indonesia, por ejemplo, ni siquiera aparecían en el radar de los 20 principales destinos de inversiones antes de la crisis, en el 2007.
En América Latina siguen destacando Brasil y México como principales destinos. Brasil se permitió el lujo incluso de ver la inversión extranjera directa (IED) en el país aumentar el año de la crisis global con más de 45 mil millones de dólares de entrada, todo un récord. En 2009, según la UNCTAD, el descenso ha sido importante con flujos de entrada que alcanzaron apenas 23 mil millones de dólares. Sin embargo, se prevé que éstos repunten de nuevo en 2010 y los siguientes años. Multinacionales como Walmart o Coca-Cola, por ejemplo, están planeando alzar sus inversiones de cara a la Copa del Mundo del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016. Con estos eventos mundiales en el punto de mira Brasil se convertirá sin duda en uno de los destinos favoritos de inversiones también en sectores como la construcción, el turismo y las infraestructuras y servicios de manera general.
Por su parte, México, que experimentó en 2009 una fuerte recesión, una de las peores desde los años 30 del siglo pasado, también presenta un panorama más alentador de cara al futuro. En el 2009, la IDE se contrajo fuertemente (13 mil millones de dólares después de casi 22 mil millones recibidos en el 2008). Las inversiones están, sin embargo, repuntando, conforme se orienta de nuevo hacia un mayor crecimiento el país, con entradas de jugadores nuevos como La Caixa (que compró por 2.2 mil millones de dólares un 20 por ciento del Grupo Financiero Inbursa) o la francesa AXA (que compró ING Seguros por 1.5 mil millones de dólares).
Sin duda, la crisis mundial de los años 2008-2010 afectó la región y las corrientes de IED se resintieron, cayendo 42% en el 2009 a 77 mil millones en total, desde, eso sí, un récord histórico logrado en el 2008 (con casi 132 mil millones de IED). Como lo señala, sin embargo, la CEPAL en su último informe sobre IED, 2010 será un año de recuperación donde ser verá la región retomar los niveles de IED alcanzados en 2007, con ingresos superiores a los 100 mil millones de dólares. Es también posible que la crisis griega del 2010, y sus reverberaciones en los países OCDE, estimule más inversiones europeas en América Latina, como la que estudia realizar la portuguesa Portucel por hasta tres mil millones de dólares en Uruguay.
Lo más llamativo de estas tendencias es que estamos presenciando cambios significativos de los flujos de IED a escala más global. En 2009, casi la mitad de la IED mundial (46%) se concentró en los países emergentes (hace 20 años apenas recibían 15% del total mundial). Es muy probable que esta historia se repinta incluso en el 2010 y en 2011, si uno se fía no sólo de los resultados de las encuestas mencionadas al inicio, sino también del mero hecho de que el grueso del crecimiento mundial en los próximos años estará en las economías emergentes y no en los mercados OCDE. De hecho, las inversiones en países estrella como Brasil siguen, como lo muestran las inversiones de la británica Apax Partners con la compra de Tivit por casi mil millones de dólares. En ambos casos estamos hablando de operaciones amplias, en los sectores tecnológicos y además por parte de empresas que hasta la fecha no habían realizado inversiones en Brasil. En mayo del 2010, la propia Telefónica siguió incluso apostando todavía más por Brasil, haciendo una oferta por un importe de 6.5 mil millones de euros para hacerse con el control de Vivo, también participada por Portugal Telecom.
La región también está atrayendo inversores como la multinacional india Reliance Industries, que invirtió 500 millones de dólares en Perú en 2009. En 2010, el fondo soberano de Singapur aumentará sus inversiones en la región, de la mano de sus equipos ahora ubicados en Brasil y México. Las inversiones chinas en el continente se están acelerando como lo muestran las operaciones realizadas por las petroleras chinas CNOOC y Sinochem, que invirtieron, respectivamente, 3.1 mil millones y 3 mil millones de dólares en marzo y mayo en Brasil y en Argentina, para hacerse con participaciones significativas en Bridas y un campo petrolífero en aguas brasileñas, antes posesión de la noruega Statoil.
Por su parte, Perú se está imponiendo como unos de los principales destinos de las inversiones de las empresas chinas en América Latina, destacando, por ejemplo, la realizada por la minera Chinalco, que invirtió 703 millones de dólares en acciones de Peru Copper o la adquisición de la empresa Northern Peru Copper por parte de la compañía china Minmetals/Jiangxi Copper. La entrada en vigor de un tratado de libre comercio el 1 de marzo 2010 entre China y Perú sólo ratifica la importancia que está cobrando Asia, y China en particular en el ámbito regional. De hecho, en lo que va de año las exportaciones peruanas hacia China superan ya las realizadas hacia EU. En 2009, por primera vez, el principal socio comercial de Brasil ha sido China, por delante de EU.
Estamos asistiendo a una gran reconfirmación de los equilibrios mundiales, tanto de flujos comerciales como de inversiones. La década que se cierra abrió una nueva era, con mayor protagonismo de los países emergentes, América Latina incluida. La que estamos iniciando, lejos de interrumpir esta tendencia, la está acelerando.
Profesor de economía, ESADE Business School

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