El presidente acusa a la empresa española de invertir
poco en el país
Una decena de militares toman la sede de la compañía
por orden del dirigente
El Gobierno contratará a una "empresa
independiente" para fijar el valor de la firma
Mabel Azcui Cochabamba / El País
La inversión española en Latinoamérica sufrió
hoy un nuevo golpe. Dos semanas después de la expropiación de la filial de
Repsol en Argentina, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ordenó por decreto
la nacionalización de la empresa Transportadora de Electricidad (TDE), filial
de Red Eléctrica de España, que controla el 74% de las líneas de transmisión de
electricidad del país. Horas después del anuncio, decenas de militares y
policías tomaban, por mandato de Morales, las instalaciones de la firma
expropiada en su sede de Cochabamba.
Morales dio
lectura al decreto de nacionalización casi al final de su mensaje dirigido a
los trabajadores con motivo del Primero de Mayo. En el Palacio de Gobierno de
La Paz, el dirigente justificó su decisión como “un reconocimiento al pueblo
boliviano que lucha por la recuperación de los recursos naturales y los
servicios básicos”. Morales acusó a la compañía de invertir poco en el país:
Red Eléctrica y su predecesora hasta 2002, Unión Fenosa, “en 16 años apenas
habían invertido 81 millones de dólares” en la empresa de energía, a un
promedio de “cinco millones por año”.
Pese a todo,
el presidente dijo que su Gobierno reconocerá las inversiones realizadas por
Red Eléctrica de España en el país. “Somos responsables con las empresas. Si lo
que corresponde es devolver, hay que devolver. Si una empresa ha hecho
inversión, reconocemos la inversión y siempre vamos a reconocer la inversión”,
señaló. En el decreto, se establece que el Gobierno contratará a una
"empresa independiente" para fijar el valor de la empresa en una plazo
de 180 días hábiles.
El
presidente pidió al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Tito
Gandarillas, “tomar las instancias de la administración y operación” de TDE.
Más tarde, unidades militares fuertemente armadas rodeaban el edificio,
mientras grupos de trabajadores de la también nacionalizada empresa de
electricidad (desde 2011) agitaban whipalas (banderas indígenas) para
saludar la medida. En la sede de TDE se encuentra la oficina del consulado de
España en Cochabamba, la tercera ciudad más importante de Bolivia.
Principales
magnitudes de REE y TDE
Horas
después del anuncio, el presidente se trasladó a Cochabamba, la tercera ciudad
más importante de Bolivia, para firmar el decreto de reversión de todo el
paquete accionarial de la eléctrica española. La nacionalización se produce
justo cuando Morales afronta desde hace meses una oleada de
conflictos sociales que pueden
poner en peligro su reelección en 2014.
La
nacionalización fue interpretada por los analistas como un intento del
gobernante de contentar a sus votantes. Pero fue recibida con escepticismo e
indiferencia entre una buena parte de la población que, con motivo del Día del
Trabajo, salió a la calle, no para celebrar nada, sino para protestar contra la
política económica del Gobierno. “No tenemos nada que festejar”, declaró el
secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, el minero Juan Carlos
Trujillo, al asegurar que el aumento medio de los salarios del 8% dispuesto por
decreto “es pobre e insuficiente”.
Los líderes
políticos y los expertos en generación eléctrica han coincidido en hacer notar
que la medida es un intento del Gobierno de aplacar las crecientes protestas
sociales e intentar recuperar su popularidad que, en las ciudades ha bajado al
38%, según una última encuesta publicada por medios locales.
Problemas de suministro
“Es una
medida que no soluciona la grave crisis que afronta el sector energético de
Bolivia”, dijo a Radio Panamericana el experto Julio Alvarado, y recordó que en
la actualidad Bolivia se ve obligada a importar carburantes y que tiene
dificultades importantes en el suministro eléctrico de las principales
ciudades, con restricciones horarias y la disminución de potencia.
Desde que
llegó al poder en enero de 2006, el presidente
Morales ha nacionalizado una veintena de empresas de hidrocarburos,
telecomunicaciones y de generación de electricidad, pero hasta ahora no ha
logrado alcanzar los objetivos deseados de industrialización y mayor
independencia económica.
El sector de
hidrocarburos intenta impulsar la producción de gas natural para exportar a
Argentina con la inauguración, precisamente ayer, de una planta procesadora de
gas instalada por el consorcio petrolero de Repsol, British Gas y Panamerican,
con una inversión de 100 millones de dólares. Esta planta permitirá incrementar
la producción de gas de tres a nueve millones de metros cúbicos al día, la
mayor parte destinada a honrar compromisos con Argentina.
La
concentración de obreros en la plaza de San Francisco de La Paz reflejó el
enojo de los asalariados que reclaman que el salario mínimo se sitúe en 830
euros para poder cubrir sus gastos más esenciales. Además, mostraron su apoyo a
los trabajadores del sector sanitario y a los médicos asalariados que llevan 34
días de huelga, aunque se mantiene el servicio de urgencias médicas, para
lograr que el Gobierno les incorpore a los beneficios de la Ley General del
Trabajo. Los dirigentes sindicales coincidieron en afirmar que “la lucha
continua” en un implícito anuncio que los conflictos sociales no darán respiro
ni al gobierno ni al ciudadano.
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