Signos y Señales
David Colmenares / Eje Central
-Víctimas de la Doble Negociación
-Urge resolver problema presupuestario de los Estados
-Lo que pasa en Oaxaca
Sorprende
sin duda la actitud de los maestros de Oaxaca que esta semana además de
plantarse en calles del Centro Histórico de la Ciudad, Patrimonio de la
Humanidad, realizaron actos de bloqueo de oficinas gubernamentales,
centros comerciales, oficinas bancarias y medios de comunicación. Además
de afectar a los niños, cuyo deterioro académico es endémico, afectan
fuertemente a la economía del estado y de la Ciudad, así como a los
ciudadanos.
La
actividad turística resulta dañada, a pesar de ser la principal
actividad económica del Estado y son muchos los eventos y convenciones
que cambian de sede, ante la problemática social en la Ciudad de Oaxaca.
Recuerdo hace algunos años, cuando por lo mismo se decidió cambiar
eventos internacionales en que participaban dependencias federales de
Oaxaca a Morelia.
El
daño estructural a muchas generaciones, preparadas con desventaja
competitiva, es notorio no sólo respecto a las escuelas privadas, sino
respecto a otras entidades federativas. Sus indicadores de calidad
educativa están por los suelos.
No
es casual que sea Oaxaca y Guerrero sean las entidades menos
competitivas del País, con niveles precarios de inversión y que los
conflictos sociales parezcan parte de su vida cotidiana.
Ellos
saben muy bien o deberían saber, que existe la Doble Negociación, que
las entidades federativas no tienen ni voz, ni voto en la definición del
incremento salarial, que lo mismo es competencia exclusiva del Gobierno
Federal, y que la doble negociación ha sido una figura nociva para las
finanzas estatales.
Deben
saber que la solución de la mayoría de sus peticiones no está en el
resorte del Gobierno del Estado, ante un inexistente federalismo
educativo.
Deben
saber que los gobiernos locales han sido víctimas del círculo perverso
de la doble negociación, con prestaciones que luego no son reconocidas
por el Gobierno Federal y se recurre al procedimiento de última
instancia de los “anticipos de calendario”, que significa que sólo se
retrase abordar el problema de fondo del financiamiento de la educación
básica.
Sabemos
todos que el gasto presupuestario de las entidades federativas es
asimétrico, esto es que algunas gastan –no aportan- una parte sustantiva
de sus ingresos corrientes en la educación básica y otras prácticamente
no gastan nada. Que las prestaciones mayores se dan en aquellas
entidades donde existe un subsistema estatal, al lado del subsistema
federal, y en contraste, son menores en las que no lo tienen.
Deben
saber que las penurias de las entidades federativas, después de la
doble negociación, siguen con otra negociación, ahora con el Gobierno
Federal, para que regularice “lo negociado”. Hay entidades como Oaxaca
que ya llegaron al límite, cuyo déficit se ha incrementado como si fuera
una bola de nieve, que crece con el tiempo y que acorta el alcance
temporal de suficiencia del FAEB.
Deben
saber que el Patrón no es el Gobierno Estatal, sino el Federal, que es
quien define las normas y aporta los recursos. Los segundos sólo
realizan funciones por encargo.
La fiscalización del FAEB es federal, porque los recursos son federales, desconcentrados, no descentralizados.
Sería
útil revisen los resultados de la fiscalización de la Cuenta Pública
2010 en el portal de la ASF, donde abundan las observaciones respecto a
los comisionados a tareas sindicales, al no pago del ISPT y el pago de
prestaciones no convenidas.
Urge
entonces que se canalice esta energía colectiva a impulsar el
establecimiento de mesas de negociación con el Gobierno federal para
resolver en un plazo perentorio, antes de las elecciones, el problema
del déficit presupuestario de las entidades federativas.
Recordemos
aquella aberración que se planteó entre 2004 y 2005, de que había que
quitarle recursos de sus participaciones al DF porque “no aportaba nada”
a la educación, asunto que fue frenado en el Senado. Si entidades como
Oaxaca “ no aportan” es porque no tienen un Subsistema Estatal, ya que
el mal llamado “federalizado” debe ser financiado al cien por ciento por
el Presupuesto Federal, lo que debe incluir el pago de las
contribuciones locales, como sería el caso del impuesto sobre nóminas.
*Profesor
de Finanzas Estatales. Ha sido Titular de la UCEF (SHCP) y Secretario
de Finanzas de Oaxaca. También Presidente del Colegio Nacional de
Economistas.
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