Alberto Barranco / El Universal
Empresa
Colocado por los
aspirantes a la Presidencia de la República el tradicional buzón de
sugerencias, la Concamín está replanteando un viejo anhelo del sector:
la instrumentación de un programa industrial de largo aliento que
permita enfrentar los retos de cara a la globalización
La promesa del presidente de la cúpula industrial, Francisco Javier
Funtanet Mange es "morirse en la raya" para alcanzar el puente entre el
dicho y el hecho.
La exposición de motivos habla de la pérdida en una década, del 2000
al 2010, de 382 mil empleos industriales, con mucho los de mayor calidad
en el país. Si hace dos lustros la actividad productiva absorbía al
14.9 por ciento de la población económicamente activa, hace dos años
sólo captaba el 12, en un escenario que favorece al sector informal y su
cauda de evasión, competencia desleal y corrupción.
Más allá, convertido el país al modelo maquilador, en cuyo intento
las importaciones alcanzan un mínimo de valor agregado, se han
desintegrado las cadenas productivas, con énfasis en la industria
manufacturera.
Colocada en la mesa del gobierno salinista la exigencia de acompañar
la apertura indiscriminada de fronteras con un programa industrial,
todavía rebota en los ecos la respuesta del entonces secretario de
Comercio ¡y Fomento Industrial!, Jaime Serra Puche: "La mejor política
industrial es la que no existe".
Lo cierto es que de acuerdo al documento entregado a los candidatos a
la silla presidencial ("Plan de Acción para una Política Industrial
Flexible 2012-2030"), los países que han diseñado estrategias con visión
de largo plazo han tenido crecimientos espectaculares.Cuatro son los
ejemplos en la mesa: Corea, China, India y Brasil.La segunda de ellas
pasó de un PIB per cápita en 1980, es decir ingreso por habitante, de
193 dólares a otro de ¡cuatro mil 393! en el 2010. De simples
ensambladoras, sus empresas se han vuelto innovadoras, en un escenario
de alto valor agregado y cierre vertiginoso de la brecha tecnológica.
A su vez, Corea logró en 40 años un crecimiento espectacular, pasando
de un PIB per cápita de mil 674 dólares en 1980, a otro de 20 mil 757
en el 2010, pese a la grave crisis que enfrentó en la década de los
noventa.En el caso de Brasil, el énfasis de su política industrial se
orientó a respaldar sectores estratégicos como bienes de capital,
software, telecomunicaciones, fármacos y medicamentos; biotecnología,
nanotecnología y biomasa, entre otros.
La paradoja del caso es que México a partir de los 80 del siglo
pasado centró su "estrategia" en la simple ventaja geográfica, tras
firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Más allá, a contrapelo de lo plasmado en el artículo 25 de la
Constitución que obliga al Estado a planear, conducir, coordinar y
orientar la actividad económica nacional, además de llevar a cabo la
regulación y fomento de las actividades que demanda el interés general,
ha dejado en manos del mercado la única guía de sus acciones.
La receta es simple: Si un producto encarece, hay que abrir la
frontera para equilibrar su precio, bajo la premisa de que la
competitividad con sangre entra. Qué importa si no hay calidad.
El resultado ha sido la desaparición de media docena de ramas industriales.
En el escenario, miles de empresas productivas se reconvirtieron en
importadoras de los propios productos que fabricaban. El caso más
doloroso es el de Calzado Canadá.
De acuerdo a la Concamín, los retos de una política industrial serían
mejorar los niveles de crecimiento productivo y económico del país y
consolidar su posicionamiento internacional en el mediano y largo plazo;
fortalecer el mercado interno, ampliar y diversificar el comercio
exterior, incrementar la eficiencia productiva y la competitividad
empresarial del país, y generar suficientes empleos formales y bien
remunerados.
Metidos al detalle, la exigencia habla, entre decenas de puntos
específicos adicionales, de impulsar el dinamismo y mejorar la
eficiencia de las micro y pequeñas empresas que concentran el 97 por
ciento de la actividad económica y con las medianas generar el 50.3 por
ciento del empleo manufacturero del país.Más allá, se plantea rediseñar y
ampliar programas de apoyo diferenciados que impulsen las cadenas
productivas; incrementar el financiamiento y la proveeduría nacional,
facilitando el acceso a las licitaciones públicas con carácter de
inversión, además de promover el consumo preferente de las PyMES, bajo
el programa "Hecho en México".
El sueño que derrotaría a la mediocridad.
BALANCE GENERAL
Colocada en su contra una sentencia en firme de un juez que invalida
no sólo su solicitud de abrir un concurso mercantil involuntario contra
17 subsidiarias del grupo Vitro, sino los obliga a pagar gastos y costos
del juicio, los fondos "buitre" que adquirieron papeles de deuda de la
vidriera están apelando la decisión ante un Tribunal Colegiado. De
resultar adverso éste se irían al amparo, alegando inconstitucionalidad
de las sentencias que le abrieron la puerta a la reestructura de la
principal vidriera del país.
Ahora que si una primera instancia el juez decide que no hay reclamo
en la materia, la sentencia original se mantendrá en firme, es decir los
cuatro fondos, dos de Estados Unidos y dos de Chile, tendrán que cubrir
una multimillonaria cantidad.
La paradoja del caso es que en el convenio de reestructura de deuda,
aceptado por mayoría de los acreedores, Vitro no sólo les daba prioridad
de pago a quienes adquirieran papeles de deuda, sino les pagaría 63
centavos de cada peso invertido, con la novedad de que las partes que
están en la pelea invirtieron sólo 17 para adquirir los papeles.
El negocio del siglo está naufragando.
AEROMÉXICO EN LÍOS
La rebelión de pilotos de Aeroméxico está creciendo ante lo
que se considera una arbitrariedad de la firma propiedad mayoritaria de
Banamex: el despedir a un piloto por el grave delito de haber saludado
al candidato del Movimiento Progresista a la Presidencia de la
República, Andrés Manuel López Obrador.
Como usted sabe, éste se traslada a sus giras en aviones comerciales,
a diferencia de los abanderados del PRI y del PAN que le solicitan a la
empresa gigantes naves privadas.La acción de intolerancia refrenda la
falta de sentimiento democrático no sólo de la empresa, sino de sus
dueños reales.
¿ANTES NO; AHORA SÍ?
Lo curioso del caso, frente a la autorización de la Secretaría
de Economía para que el Instituto Mexicano de Productos Lácteos actúe
como Organismo Nacional de Normalización, en redundancia del existente
en la materia, es que durante dos administraciones anteriores se le
había negado la posibilidad.
Lo que antes era negro se volvió rosa.
La paradoja del caso es que el principal argumento de la dependencia
para el sí habla de que no se podía mantener un monopolio en la fijación
de normas de cumplimiento voluntario para la industria, soslayándose la
posibilidad de confusiones.
¿A quién le harán caso los lecheros, a la entidad A o a la B?
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