El G-8 coincide en la necesidad de una estrategia para
el crecimiento
“Crecimiento y estabilidad fiscal son parte del mismo
paquete”, afirma Obama
Antonio Caño Washington
Foto de
familia de los asistentes al G-8. / MICHAEL REYNOLDS (EFE)
Los líderes
de las principales economías del mundo se pusieron de acuerdo ayer sobre la
idea de que la austeridad, por sí sola, no puede resolver la grave crisis de
Europa y en que ha llegado la hora de impulsar el crecimiento. Finalmente, la
canciller alemana, Angela Merkel, suavizó su posición y aceptó la estrategia
del estímulo económico como conclusión de la cumbre del G-8.
“Es
imperativo favorecer el crecimiento y la creación de empleo”, subraya la
declaración final. “Nos comprometemos a tomar todas las medidas necesarias para
fortalecer nuestras economías y combatir las tensiones financieras,
reconociendo que las medidas adecuadas no son las mismas para cada uno de
nosotros”, añade el documento.
Como prueba
de la implicación de las mayores economías del mundo, incluido Estados Unidos,
en la crisis económica europea, y particularmente en España, el presidente
Barack Obama declaró ayer al término de la cumbre que “si una compañía quiebra
en París o en Madrid, eso significa menos negocio en Pittsburgh o en
Milwaukee”. Con sus invitados sentados alrededor de una modesta mesa de trabajo
en el ambiente rural de Camp David, Obama había afirmado poco antes: “Todos
estamos absolutamente comprometidos en que el crecimiento y la estabilidad y la
consolidación fiscal son parte de un mismo paquete para conseguir la
prosperidad de nuestros ciudadanos, que es lo que todos buscamos”. Merkel y el
primer ministro británico, David Cameron, asintieron con la cabeza. El
presidente francés, François Hollande, ya las había respaldado un día antes en
un encuentro privado en la Casa Blanca.
Al término
de la reunión, el presidente francés anunció su intención de proponer con otros
socios comunitarios la emisión de eurobonos en la próxima reunión de la Unión
Europea, el 23 de mayo, informa Reuters.
El
presidente norteamericano venía buscando esa estrategia de crecimiento desde
hace tiempo. Es la misma que ha aplicado en EE UU con relativo éxito. Pero
nunca había podido trasladarla a Europa porque no encontraba en ese continente
el ambiente propicio. Eso parece haber cambiado. La llegada de Hollande, unida
a la comprobación de que las medidas de ajuste están condenando a los países
europeos a la recesión y, como consecuencia, a la agudización de su problema de
deuda, parecen haber movido el péndulo en la otra dirección.
El
comunicado final también apuesta por la permanencia de Grecia en euro, aunque
con matices, y así manifiesta el “interés en que Grecia siga en la eurozona,
pero respetando sus compromisos”. El texto recoge un nuevo consenso sobre la
necesidad ahora de compensar tanto recorte con inversiones y otras medidas para
tratar de darle vitalidad a la economía. Ese consenso ha sido construido sobre
la base del reconocimiento de que la estabilidad fiscal era imprescindible para
reconstruir con firmeza las bases de la economía europea.
De esa
manera, no pierde nadie. No se trata, como dijeron ayer algunos líderes, de
quitarle la razón a Merkel para dársela al tándem Obama-Hollande. Es, más bien,
la fusión de ambas estrategias con un mismo objetivo de sacar a Europa del
pozo, por utilizar palabras de uno de los más afectados por esta decisión, el
presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
“Crecimiento
y austeridad no son alternativas contrapuestas”, manifestó ayer Cameron, como Merkel
un conservador que ha implantado hasta ahora políticas de austeridad. “Existe
un creciente sentido de urgencia de que se necesita tomar medidas, poner en
marcha planes de contingencia para fortalecer los bancos, los Gobiernos, crear
cortafuegos y todas esas cosas que hay que hacer de modo rápido”, declaró.
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