| José Manuel Herrera / La Razón |
| La inflación en México parece estar bajo control, pero en lo que va de este sexenio que termina, el aumento general de precios es de 26.0%, mientras que el encarecimiento de los alimentos es de 38.7 por ciento. El presidente Felipe Calderón nos recordó hace unas semanas en su discurso con motivo del evento “Un gobierno democrático que rinde cuentas”, que México enfrentó durante su gestión dos grandes crisis: la crisis financiera internacional y el alza en los precios internacionales de los alimentos. La primera, la crisis financiera internacional, repercutió en una de las recesiones más severas de la posguerra: la economía se desplomó 6.2% mientras en el sector formal se perdieron 696 mil empleos. Pero la actividad económica se recuperó rápidamente y pese a que hoy crece a tasas moderadas el número de trabajadores registrados en el IMSS alcanza cada mes máximos históricos. Con respecto a las repercusiones de la crisis alimentaria el saldo es conocido: mientras que entre el 2006 y el 2008 los mexicanos cuyo ingreso no alcanzaba para adquirir la canasta básica de alimentos se incrementó en 5 millones 472 mil, entre este último año y el 2010 se sumaron a la pobreza extrema otras 990 mil personas, para sumar 21 millones 200 mil. Según la nueva medición de la pobreza, entre 2008 y 2010 más de 4 millones de mexicanos pasaron a formar parte de la población que padece inseguridad nutricional. En este lapso, las personas ubicadas en carencia alimentaria “severa” y “moderada” pasaron de 23.9 a 28.0 millones. En este caso se miden los niveles de anemia que presentan los niños menores de cinco años, la diversidad de la dieta de cada persona, así como la cantidad de alimento y las “experiencias de hambre”. Pero esta crisis aún no termina. Según la última estimación de la FAO a marzo, las cotizaciones internacionales de los alimentos se encuentran cerca de niveles récord y en México el INEGI reportó una inflación anual a ese mes que prácticamente duplica el alza general de precios. De hecho, en lo que va del sexenio, mientras la inflación general es de 26.0%, en el caso de los alimentos es de 38.7%. Esto, mientras el ingreso por trabajador prácticamente se mantiene sin cambio. De seguir así las cosas, el próximo gobierno tendrá como uno de sus principales retos combatir la pobreza de un mayor número de mexicanos.
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martes, 10 de abril de 2012
ALZA DE ALIMENTOS Y POBREZA
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