La decisión del regulador es vista desde Wall Street como una victoria de la entidad financiera
El banco estadounidense Goldman Sachs ha accedido a pagar 550 millones de dólares (poco más de 427 millones de euros) para poner fin a la demanda en su contra presentada por la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de EEUU, que le había acusado de engañar a sus clientes. Como parte del acuerdo, Goldman Sachs ha reconocido haber cometido un "error" al dar "información incompleta" a sus clientes. Aunque se trata de la mayor multa que la SEC ha cobrado nunca, los analistas ven la decisión del regulador como un triunfo a favor de la entidad presidida por Lloyd Blankfein.
La acusación se debe a las operaciones que realizó en 2007 con deuda estructurada vinculada a hipotecas basura, los créditos tóxicos que están en el epicentro del terremoto financiero que dio lugar a la crisis económica, a través de un fondo llamado Abacus. Lo que Goldman Sachs no reveló a los inversores es que uno de sus clientes, el fondo de inversión de riesgo dirigido por el multimillonario John Paulson, había intervenido en la selección de los derivados de crédito que entraban en la composición de los Abacus, mientras que, en su carácter de conocedor del defectuoso carácter de las hipotecas, apostaba en los mercados por una caída del valor de los mismos fondos que vendía Goldman Sachs.
Con esa maniobra Paulson ganó 1.000 millones de dólares, una vez que los precios de las viviendas se hundieron, como él pronosticó, y la morosidad se disparó. Pese a ello, la SEC no ha presentado ningún cargo contra el inversor. Por el contrario, sí mantiene los cargos contra Fabrice Tourré, el empleado de Goldman de 31 años que estructuró el fondo Abacus. De hecho, Tourré deberá comparecer ante el regulador la próxima semana.
"Este acuerdo es una dura lección para las empresas de Wall Street: ningún producto es lo suficientemente complejo, ningún inversor lo bastante sofisticado como para evitar pagar un alto precio si una firma viola los principios fundamentales del tratamiento honesto y la gestión limpia", dijo en un comunicado Robert Khuzami, encargado de las demandas en la SEC.
Sin embargo, la decisión final del regulador es vista desde Wall Street como una victoria de Goldman Sachs pese al evidente deterioro de su imagen ante los inversores. A favor de la tesis de que el banco ha salido ganando, los analistas destacan que la sanción definitiva está por debajo de los 1.000 millones de dólares que calculaban los expertos, que la SEC no ha obligado a hacer ningún cambio en la gestión o el equipo directivo y que se ha cerrado la posibilidad de que investigase otros productos derivados bajo sospecha de Goldman, la compañía que ha obtenido más beneficios en la historia del centro financiero de EE UU. Sin embargo, lo más importante para el mercado es que pone fin a tres meses de incertidumbre sobre el impacto de la demanda y su posible contagio a otras entidades.
Del total de la multa, que según Bloomberg equivale a las ganancias de 14 días de operaciones, 250 millones de dólares irán a inversores perjudicados por la operación, y el resto a las arcas públicas. El acuerdo debe ser aprobado por la juez neoyorquina Bárbara Jones para que entre en vigor. La SEC hizo su anuncio a las dos horas de que el Senado aprobase la reforma financiera y después del cierre de la bolsa de Nueva York, pero los rumores sobre un posible pacto con Goldman Sachs para poner fin al litigio hicieron que las acciones de ese banco subieran más del 4%.
Fuente: El País
El banco estadounidense Goldman Sachs ha accedido a pagar 550 millones de dólares (poco más de 427 millones de euros) para poner fin a la demanda en su contra presentada por la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de EEUU, que le había acusado de engañar a sus clientes. Como parte del acuerdo, Goldman Sachs ha reconocido haber cometido un "error" al dar "información incompleta" a sus clientes. Aunque se trata de la mayor multa que la SEC ha cobrado nunca, los analistas ven la decisión del regulador como un triunfo a favor de la entidad presidida por Lloyd Blankfein.
La acusación se debe a las operaciones que realizó en 2007 con deuda estructurada vinculada a hipotecas basura, los créditos tóxicos que están en el epicentro del terremoto financiero que dio lugar a la crisis económica, a través de un fondo llamado Abacus. Lo que Goldman Sachs no reveló a los inversores es que uno de sus clientes, el fondo de inversión de riesgo dirigido por el multimillonario John Paulson, había intervenido en la selección de los derivados de crédito que entraban en la composición de los Abacus, mientras que, en su carácter de conocedor del defectuoso carácter de las hipotecas, apostaba en los mercados por una caída del valor de los mismos fondos que vendía Goldman Sachs.
Con esa maniobra Paulson ganó 1.000 millones de dólares, una vez que los precios de las viviendas se hundieron, como él pronosticó, y la morosidad se disparó. Pese a ello, la SEC no ha presentado ningún cargo contra el inversor. Por el contrario, sí mantiene los cargos contra Fabrice Tourré, el empleado de Goldman de 31 años que estructuró el fondo Abacus. De hecho, Tourré deberá comparecer ante el regulador la próxima semana.
"Este acuerdo es una dura lección para las empresas de Wall Street: ningún producto es lo suficientemente complejo, ningún inversor lo bastante sofisticado como para evitar pagar un alto precio si una firma viola los principios fundamentales del tratamiento honesto y la gestión limpia", dijo en un comunicado Robert Khuzami, encargado de las demandas en la SEC.
Sin embargo, la decisión final del regulador es vista desde Wall Street como una victoria de Goldman Sachs pese al evidente deterioro de su imagen ante los inversores. A favor de la tesis de que el banco ha salido ganando, los analistas destacan que la sanción definitiva está por debajo de los 1.000 millones de dólares que calculaban los expertos, que la SEC no ha obligado a hacer ningún cambio en la gestión o el equipo directivo y que se ha cerrado la posibilidad de que investigase otros productos derivados bajo sospecha de Goldman, la compañía que ha obtenido más beneficios en la historia del centro financiero de EE UU. Sin embargo, lo más importante para el mercado es que pone fin a tres meses de incertidumbre sobre el impacto de la demanda y su posible contagio a otras entidades.
Del total de la multa, que según Bloomberg equivale a las ganancias de 14 días de operaciones, 250 millones de dólares irán a inversores perjudicados por la operación, y el resto a las arcas públicas. El acuerdo debe ser aprobado por la juez neoyorquina Bárbara Jones para que entre en vigor. La SEC hizo su anuncio a las dos horas de que el Senado aprobase la reforma financiera y después del cierre de la bolsa de Nueva York, pero los rumores sobre un posible pacto con Goldman Sachs para poner fin al litigio hicieron que las acciones de ese banco subieran más del 4%.
Fuente: El País
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