sábado, 7 de noviembre de 2009

¿POR QUÉ TIENE MÉXICO 2500 MUNICIPIOS?

Luis Miguel González
No es casualidad que los ayuntamientos estén en riesgo de quiebra: son uno de los modelos más ineficientes y caros de ofrecer servicios públicos.
¿Por qué México tiene 2,500 municipios? En este número se expresa gran parte de lo absurdo de nuestro sistema de administración local. En nombre de la historia, los usos y costumbres o los caprichos de la política, hemos construido un mapa que expresa algo de nuestra pluralidad y mucho de nuestra incapacidad para administrar bien los recursos escasos.
Cada municipio tiene alcalde, cabildo, administración y cuerpo de policía. Hay que darles autos, oficinas, sueldos, prestaciones y viáticos. No es casualidad que los ayuntamientos estén en riesgo de quiebra: son uno de los modelos más ineficientes y caros de ofrecer servicios públicos.
Es necesario reducir el número de municipios. La zona metropolitana de Guadalajara está integrada por seis municipios, y la de Monterrey consta de ocho. Son muchos, pero el récord lo tiene la zona metropolitana de Puebla, con 24 municipios, poblanos y tlaxcaltecas; es casi un retablo barroco.
Podrían compactar sus estructuras y fusionarse, como hacen los corporativos. Si lo hicieran reducirían costos y aprovecharían las ventajas de un mayor tamaño para negociar mejores precios. Parece una herejía emplear términos empresariales para hablar de instituciones políticas. Quizá sea una herejía, pero no es una estupidez.
Fusión, consolidación o reordenación territorial. El nombre es lo de menos. El reto es acabar con un sistema absurdo. Las zonas metropolitanas de Guadalajara, Monterrey y Puebla no tienen economías de escala en las compras ni comparten costos para la prestación de servicios, como recolección de basura, pavimentación de calles, alumbrado público o expedición de licencias municipales.
Aplicamos un esquema caro y malo. No sirve para dar servicios públicos de calidad. Es inútil para todo, pero funciona bien para acelerar carreras políticas, multiplicar chambas e incubar proveedores temporaleros.
Necesitamos una cirugía reconstructiva al mapa nacional y reducir el número de municipios.
En vez de eso tenemos una discusión que no revela intenciones de cambio de fondo. En el corto plazo, se plantea la necesidad de crear un fondo de emergencia por 3,000 millones de pesos para que los 2,500 municipios puedan cumplir con los compromisos del último bimestre del año. El riesgo de que se queden sin dinero para funcionar no es un bluff.
Cientos de ciudades podrían quedarse sin capacidad financiera para realizar sus tareas. Entre más pequeñas, más vulnerables. El escenario sería orwelliano: patrullas y camiones recolectores de basura quedarían parados por falta de gasolina; las calles a oscuras, ante la incapacidad de reponer las luminarias fundidas; los trámites se harían más lentos, y el pago a proveedores… un desastre.
Resolver la crisis de liquidez del último bimestre del año es problema menor, comparado con el de impulsar un cambio de fondo. Se necesita que los ayuntamientos se esfuercen para mejorar sus ingresos propios y reduzcan su gasto corriente. También es preciso que el gobierno federal incremente las participaciones a municipios. Eso no bastará, necesitamos un cambio de chip, ¿de verdad México necesita 2,500 municipios?
lmgonzalez@eleconomista.com.mx

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