jueves, 3 de mayo de 2012

LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DEL DIÁLOGO POLÍTICO

Francisco Suárez Davila / El Universal
El viernes 27 la Fundación Colosio realizó en Puebla un encuentro de ideas y propuestas en favor del desarrollo económico de México. Los actores principales fueron 48 de los mejores expertos en el tema.
La gran innovación fue el método usado para este diálogo. Los participantes se dividieron en ocho mesas de trabajo temáticas, coordinadas por un anfitrión que encauzaba la discusión hacia soluciones. Con ese fin se plantearon preguntas básicas. Se tenía un diagnóstico y el diálogo se dividió en tres etapas: planteamientos generales, pero no generalidades; visión de futuro y, finalmente, la parte fundamental: las propuestas de líneas de acción.
Participaron, a través de las redes sociales, más de 7 millones de personas, con más de 5 mil propuestas. Fue auténticamente, como lo señaló César Camacho, “la tecnología al servicio de la política”. Al final, un relator por cada mesa presentó las conclusiones de política al candidato Peña. Como ejemplo de la propuesta, en la primera mesa, cuyo anfitrión fue Jesús Silva-Herzog F. y su relator el diputado Cano Vélez, se planteó la necesidad de una alianza para acelerar el crecimiento a una tasa anual de alrededor de 6% para crear 1 millón de empleos. Para ello se requiere duplicar la inversión pública, particularmente en infraestructura. Para contribuir a resolver la falta de crédito se propuso crear una verdadera banca de desarrollo.
La mesa dos se orientó a la industria y los servicios, la competencia y la competitividad. El anfitrión fue José Antonio Ardavín, el relator Jaime Zabludovsky. Se acordó la necesidad de una política industrial moderna, vinculada a la ciencia y la tecnología, para ampliar el mercado interno y generar productos de mayor valor agregado. Vincular ésta con la política comercial, avanzando en una integración productiva con América del Norte y Centroamérica. En telecomunicaciones se propuso universalizar el acceso a la banda ancha y eliminar las barreras de entrada, fortaleciendo la competencia y la regulación. En turismo se puntualizó modernizar el mandato de la Sectur y crear nuevos polos.
La mesa tres se abocó a la reforma energética y a la política de medio ambiente. Fue presidida por Jesús Reyes Heroles y el relator fue Juan Guerra. La reforma de Pemex tiene como tarea fundamental “liberarla de los amarres” que le impide operar. Debe mantenerse bajo la rectoría del Estado, pero poder realizar alianzas con empresas privadas y abrir actividades a la inversión privada. Convertirse en motor del desarrollo, reduciendo su enorme carga fiscal. En materia ambiental debe establecerse un mejor alance entre energías fósiles y renovables.
La mesa cuatro se dedicó a la infraestructura, la planeación regional y urbana. Fue presidida por Juan Kaye y el relator fue Aarón Dychter. El sector requiere una reordenación legal que dé certeza jurídica a las inversiones. Debe tenerse lista una cartera de proyectos a inicios de diciembre. “Somos expertos en planes y reprobados en ejecución”. Se propuso reactivar el Consejo Nacional de Infraestructura.
La mesa cinco se abocó a la reactivación del campo, la pesca y los bosques. La presidió Carlos Camacho y como estuvo relator Enrique de la Madrid. Se pidió la modernización de la Secretaría de Agricultura; políticas diferenciales para la agricultura comercial y la de autoconsumo; un nuevo extensionismo para enfrentar riesgos y capacitar. Invertir en biotecnología agrícola y acuacultura. Conagua debe reformarse para lograr un uso más eficiente del agua.
La mesa seis se abocó a la reforma hacendaria integral y el financiamiento del desarrollo. La presidió Jorge Chávez Presa y el relator fue el que escribe. Se estableció que la reforma hacendaria para ser viable, requiere de una gran motivación social. Ésta debe ser la universalización de la seguridad social para todos los mexicanos por el hecho de serlo, que debe financiarse con cargo a impuestos generales. Una reforma de esta envergadura requiere un pacto social. Igualmente se consideró que la Ley de Coordinación Fiscal es obsoleta y debe sustituirse por un nuevo pacto fiscal con reformas constitucionales. Enrique Peña concluyó: “sólo se puede aspirar a ser escuchado cuando antes de ello se escucha y se reconoce el valor que tiene la experiencia y la propuesta de quienes son expertos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario