Blanchard afirma que si Madrid o Roma quieren, pueden pedir su supervisión para dar más credibilidad a las reformas
SANDRO POZZI Nueva York / EL PAÍS
Olivier Blanchard lo admite públicamente: la situación en España e Italia no es buena. Sin embargo, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional considera que los esfuerzos que están haciendo les permitirán estabilizar la situación. Dicho esto, ha señalado que los mercados son "esquizofrénicos" y si Madrid o Roma necesitan dar más credibilidad a sus reformas, pueden acudir al organismo para que haga una supervisión externa.
Blanchard ha hecho estos comentarios en el marco de un coloquio organizado por el Council in Foreign Relations en Nueva York. A su lado estaba el economista jefe de Moody's, Nark Zandi, y el profesor en economía y asuntos internacionales Richard Clarida. El funcionario ha vuelto a repetir que la consolidación fiscal, "una forma bonita de decir austeridad", debería ser un proceso creíble a medio plazo para "no matar el crecimiento".
"Esto es un maratón", ha precisado. Una afirmación que hizo extensible a los casos de España e Italia, al señalar que "pedirles una consolidación extrema es contraproducente". Además, ha insistido en el hecho de que la situación española no es por un caso de "irresponsabilidad fiscal", si no principalmente por el colapso de su mercado inmobiliario. "Todo el mundo está de acuerdo en que debe haber ajuste, pero no hay que ir muy rápido".
Preocupado por las "posiciones extremas"
Este proceso en algunos países llevará entre 10 y 20 años. Blanchard ha afirmado, por este motivo, que se siente preocupado con "las posiciones extremas" que adoptan algunos gobiernos en el debate sobre lo que debe hacerse para contentar a los mercados, que ha señalado quieren a la vez consolidación y crecimiento. Ese equilibrio, ha reiterado, se conseguirá con políticas que permitan a países como España e Italia acudir al mercado y obtener préstamos a costes razonables.
Zandi ha explicado que los modelos de su agencia de calificación señala que España puede permitirse un tipo de interés de hasta el 6% en los bonos a diez años, del 5% en el caso de Italia. Junto a los planes de austeridad, los participantes en el coloquio coincidieron al decir que el mercado necesita saber también que el Banco Central Europeo actuará si es necesario. Liquidez que se puede inyectar también en un mix con el FMI.
Lo que se asume es que Europa está en una fase de recesión "modesta", como ha indicado Clarida. Pero si Europa no logra contener la crisis de la deuda soberana en el corto plazo, Blanchard ha advertido de que será inevitable que haga de lastre en la economía global. Y aunque se logre poner la situación bajo control, ha anticipado que el año que viene "no será bonito" en Europa por el efecto del saneado de la banca y del ajuste fiscal en la economía.
SANDRO POZZI Nueva York / EL PAÍS
Olivier Blanchard lo admite públicamente: la situación en España e Italia no es buena. Sin embargo, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional considera que los esfuerzos que están haciendo les permitirán estabilizar la situación. Dicho esto, ha señalado que los mercados son "esquizofrénicos" y si Madrid o Roma necesitan dar más credibilidad a sus reformas, pueden acudir al organismo para que haga una supervisión externa.
Blanchard ha hecho estos comentarios en el marco de un coloquio organizado por el Council in Foreign Relations en Nueva York. A su lado estaba el economista jefe de Moody's, Nark Zandi, y el profesor en economía y asuntos internacionales Richard Clarida. El funcionario ha vuelto a repetir que la consolidación fiscal, "una forma bonita de decir austeridad", debería ser un proceso creíble a medio plazo para "no matar el crecimiento".
"Esto es un maratón", ha precisado. Una afirmación que hizo extensible a los casos de España e Italia, al señalar que "pedirles una consolidación extrema es contraproducente". Además, ha insistido en el hecho de que la situación española no es por un caso de "irresponsabilidad fiscal", si no principalmente por el colapso de su mercado inmobiliario. "Todo el mundo está de acuerdo en que debe haber ajuste, pero no hay que ir muy rápido".
Preocupado por las "posiciones extremas"
Este proceso en algunos países llevará entre 10 y 20 años. Blanchard ha afirmado, por este motivo, que se siente preocupado con "las posiciones extremas" que adoptan algunos gobiernos en el debate sobre lo que debe hacerse para contentar a los mercados, que ha señalado quieren a la vez consolidación y crecimiento. Ese equilibrio, ha reiterado, se conseguirá con políticas que permitan a países como España e Italia acudir al mercado y obtener préstamos a costes razonables.
Zandi ha explicado que los modelos de su agencia de calificación señala que España puede permitirse un tipo de interés de hasta el 6% en los bonos a diez años, del 5% en el caso de Italia. Junto a los planes de austeridad, los participantes en el coloquio coincidieron al decir que el mercado necesita saber también que el Banco Central Europeo actuará si es necesario. Liquidez que se puede inyectar también en un mix con el FMI.
Lo que se asume es que Europa está en una fase de recesión "modesta", como ha indicado Clarida. Pero si Europa no logra contener la crisis de la deuda soberana en el corto plazo, Blanchard ha advertido de que será inevitable que haga de lastre en la economía global. Y aunque se logre poner la situación bajo control, ha anticipado que el año que viene "no será bonito" en Europa por el efecto del saneado de la banca y del ajuste fiscal en la economía.
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