CLAUDIA LUNA PALENCIA / EL DIARIO DE COAHUILA
La llegada de un nuevo año abre un abanico de oportunidades para explorar otros horizontes, llevar a cabo proyectos postergados e inclusive derroteros desconocidos, en todo caso la experiencia enseña que antes de cualquier decisión es preciso valorar el terreno.
Con las ganas de decir adiós al 2011 sería arriesgado ignorar una serie de factores que bien podrían tener repercusión en lo personal, familiar o profesional.
Primero: 2012 será un año electoral, elegir presidente traerá antes una buena dosis de tensión en diversos escenarios, no únicamente lo mediático. En los últimos sexenios la contienda electoral ha impactado cada vez más al ciudadano. No podemos ignorar la trascendencia del magnicidio del candidato Luis Donaldo Colosio y el posterior desencadenamiento de una serie de eventos que culminaron con la guinda de la devaluación de diciembre de 1994.
Por ende, el próximo año, no podemos pasar de largo que habrá tensión derivada del escenario político y que ésta irá subiendo en el termómetro nacional en la medida en que se compliquen las cosas en caso por ejemplo de algún atentado contra uno o varios candidatos; irrupción violenta; terrorismo, etc.
Es verdad que, a diferencia de 1994, México cuenta con reservas internacionales cuantiosas de 141 mil 303.6 millones de dólares (saldo al 9 de diciembre del año en curso) y que tenemos un tipo de cambio flotante respecto al dólar que responde a las condiciones cotidianas de oferta y demanda en el mercado; aunque una moneda cercana a 14 pesos por dólar no es precisamente síntoma de estabilidad y de que todo marcha bien en la economía mexicana.
Segundo, no obviar el comportamiento de la economía estadounidense y las proyecciones esperadas en los meses por venir. Sobre todo si hay expectativas de trabajar en alguna maquiladora, de abrir alguna empresa ligada con las importaciones y exportaciones manufactureras con el vecino país y que además depende de la compra-venta de insumos cotizados en dólares.
Muy importante si además se trabaja para una empresa relacionada con el sector turístico, inmobiliario, construcción y automotriz, generalmente sensibles ante cualquier cambio en la demanda del mercado estadounidense o bien variaciones en los gustos de los consumidores provocados por falta de ingreso, trabajo o crédito.
Tercero, estar atento al comportamiento de los mercados financieros tanto en el ámbito nacional como internacional. Tampoco se trata de vivir obsesionado con los altibajos de la bolsa, pero es imprescindible conocer el desempeño de las tasas de interés sobre todo si entre los planes en 2012 figura pedir un crédito hipotecario o automotriz que son los de mayor duración en comparación con los de consumo.
Las tasas de interés pautadas por los Cetes y en su caso por la TIIE se encuentran por encima del 4%, las variaciones que al respecto pueden alcanzar los Cetes en el próximo año dependen de las condiciones del mercado, las necesidades de fondeo y también de las presiones externas, hay divisiones en torno a que las tasas podrían bajar del 4% y otras consideraciones acerca de un mayor incremento en la medida en que la inflación presione e incremente la aversión al riesgo en el mercado internacional debido a la situación económica estadounidense o empeore el contexto de la Unión Europea.
En todo caso, las tasas de créditos hipotecarios oscilan entre un 10% a cerca del 13% más un CAT del 13.4% a 14.6; subirán dependiendo del entorno financiero.
En lo personal me han preguntado si 2012 es un año para hipotecarse, considerando que se trata de un crédito a largo plazo (pagadero en 10 ó 15 años) mi recomendación es la de aguardar a que pasen los vientos electorales, asienten las aguas políticas y el entorno económico dé algunos signos positivos.
En mi opinión si la persona que se hipotecará labora para una empresa ligada como ya expliqué al mercado de la Unión Americana corre riesgos de un ajuste de plantilla; lo mismo sucederá en el caso de personas que laboren para alguna empresa europea.
De hecho, Citigroup anunció que recortará el 2% de su plantilla laboral en el ámbito mundial y México no estará exento, entonces ante ese panorama nada cierto acerca de conservar el puesto laboral y complicado para prever qué podrá pasar con las tasas de interés si empeora la situación estadounidense y europea, lo de sabios es aconsejar prudencia.
Este 2012 que se avecina debemos ser prudentes, tomar las cosas con calma y dejar para mejores tiempos caer en las garras del endeudamiento, lo mejor es hacer todo por conservar el empleo y ahorrar aunque sea un poquito pensando que este invierno económico habrá de pasar.
Y para no agriar los deseos, me resta decir que en los tiempos aciagos hay que sacar la casta, con que tengamos salud y amor y nos apoyemos los unos a los otros.
La llegada de un nuevo año abre un abanico de oportunidades para explorar otros horizontes, llevar a cabo proyectos postergados e inclusive derroteros desconocidos, en todo caso la experiencia enseña que antes de cualquier decisión es preciso valorar el terreno.
Con las ganas de decir adiós al 2011 sería arriesgado ignorar una serie de factores que bien podrían tener repercusión en lo personal, familiar o profesional.
Primero: 2012 será un año electoral, elegir presidente traerá antes una buena dosis de tensión en diversos escenarios, no únicamente lo mediático. En los últimos sexenios la contienda electoral ha impactado cada vez más al ciudadano. No podemos ignorar la trascendencia del magnicidio del candidato Luis Donaldo Colosio y el posterior desencadenamiento de una serie de eventos que culminaron con la guinda de la devaluación de diciembre de 1994.
Por ende, el próximo año, no podemos pasar de largo que habrá tensión derivada del escenario político y que ésta irá subiendo en el termómetro nacional en la medida en que se compliquen las cosas en caso por ejemplo de algún atentado contra uno o varios candidatos; irrupción violenta; terrorismo, etc.
Es verdad que, a diferencia de 1994, México cuenta con reservas internacionales cuantiosas de 141 mil 303.6 millones de dólares (saldo al 9 de diciembre del año en curso) y que tenemos un tipo de cambio flotante respecto al dólar que responde a las condiciones cotidianas de oferta y demanda en el mercado; aunque una moneda cercana a 14 pesos por dólar no es precisamente síntoma de estabilidad y de que todo marcha bien en la economía mexicana.
Segundo, no obviar el comportamiento de la economía estadounidense y las proyecciones esperadas en los meses por venir. Sobre todo si hay expectativas de trabajar en alguna maquiladora, de abrir alguna empresa ligada con las importaciones y exportaciones manufactureras con el vecino país y que además depende de la compra-venta de insumos cotizados en dólares.
Muy importante si además se trabaja para una empresa relacionada con el sector turístico, inmobiliario, construcción y automotriz, generalmente sensibles ante cualquier cambio en la demanda del mercado estadounidense o bien variaciones en los gustos de los consumidores provocados por falta de ingreso, trabajo o crédito.
Tercero, estar atento al comportamiento de los mercados financieros tanto en el ámbito nacional como internacional. Tampoco se trata de vivir obsesionado con los altibajos de la bolsa, pero es imprescindible conocer el desempeño de las tasas de interés sobre todo si entre los planes en 2012 figura pedir un crédito hipotecario o automotriz que son los de mayor duración en comparación con los de consumo.
Las tasas de interés pautadas por los Cetes y en su caso por la TIIE se encuentran por encima del 4%, las variaciones que al respecto pueden alcanzar los Cetes en el próximo año dependen de las condiciones del mercado, las necesidades de fondeo y también de las presiones externas, hay divisiones en torno a que las tasas podrían bajar del 4% y otras consideraciones acerca de un mayor incremento en la medida en que la inflación presione e incremente la aversión al riesgo en el mercado internacional debido a la situación económica estadounidense o empeore el contexto de la Unión Europea.
En todo caso, las tasas de créditos hipotecarios oscilan entre un 10% a cerca del 13% más un CAT del 13.4% a 14.6; subirán dependiendo del entorno financiero.
En lo personal me han preguntado si 2012 es un año para hipotecarse, considerando que se trata de un crédito a largo plazo (pagadero en 10 ó 15 años) mi recomendación es la de aguardar a que pasen los vientos electorales, asienten las aguas políticas y el entorno económico dé algunos signos positivos.
En mi opinión si la persona que se hipotecará labora para una empresa ligada como ya expliqué al mercado de la Unión Americana corre riesgos de un ajuste de plantilla; lo mismo sucederá en el caso de personas que laboren para alguna empresa europea.
De hecho, Citigroup anunció que recortará el 2% de su plantilla laboral en el ámbito mundial y México no estará exento, entonces ante ese panorama nada cierto acerca de conservar el puesto laboral y complicado para prever qué podrá pasar con las tasas de interés si empeora la situación estadounidense y europea, lo de sabios es aconsejar prudencia.
Este 2012 que se avecina debemos ser prudentes, tomar las cosas con calma y dejar para mejores tiempos caer en las garras del endeudamiento, lo mejor es hacer todo por conservar el empleo y ahorrar aunque sea un poquito pensando que este invierno económico habrá de pasar.
Y para no agriar los deseos, me resta decir que en los tiempos aciagos hay que sacar la casta, con que tengamos salud y amor y nos apoyemos los unos a los otros.
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