lunes, 19 de diciembre de 2011

MINIMIZAR EL SALARIO MÍNIMO

PABLO GONZÁLEZ CABALLERO - Madrid - EL PAÍS

He leído hace poco que el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional quieren que Grecia reduzca su salario mínimo de 751 euros a 450. Habrá que explicarles a estos señores lo que quiere decir "mínimo". Porque, a partir de cierto límite, lo que se hace llanamente es empujar a la gente hacia la mendicidad o la delincuencia. ¿Es lo que quieren, aumentar el número de excluidos? ¿Hasta dónde piensan apretar? ¿Cuánta gente más tiene que perder su casa o su trabajo?
Todo el mundo habla de deudas, pero esta crisis tiene poco que ver con los préstamos y mucho que ver con los intereses. Intereses de usura: grandes para quien tiene poco y pequeños para el que tiene mucho. Después de todo el egoísmo individual es el motor de la economía. ¿Qué mejor manera, pues, de garantizar el crecimiento económico que enriquecerme hasta el absurdo a costa de empobrecer a millones? ¿Hay algo más egoísta?
El problema es que esos egoístas son los que gobiernan el mundo ahora. Por eso no tienen reparos en hacer sus reivindicaciones con todo descaro: recortes en sanidad, en educación, en ayuda al Tercer Mundo; privatizar hasta el agua si hace falta; reducir el salario mínimo (¡el mínimo!) un 40%... Tiene su lógica. "A los miserables del mundo ya no puedo sacarles nada porque no tienen ni para comer", vienen a decirnos, "de modo que solo puedo seguirme enriqueciendo si los que antes os considerabais clase media os empobrecéis un poco a mi favor". Y en esas estamos.

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