ALBERTO BARRANCO
BALANCE GENERAL
EMPRESA
Diez años después de la alerta roja lanzada por su entonces director general, Santiago Levy, está estallando la crisis financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social, en cuyo escenario se están planteando medidas radicales, entre ellas la cancelación de su Contrato Colectivo, vía la liquidación de sus 315 mil trabajadores.
Lo que entonces reclamaba un tratamiento severo, hoy requiere terapia intensiva. La infección se convirtió en cáncer.
De acuerdo con una propuesta planteada al Consejo Técnico del organismo el año pasado, se convocaría al finiquito de la relación laboral vía el despido de la planta en su conjunto... para posteriormente recontratarla... bajo un marco más laxo.
Borrón y cuenta nueva, pues, frente a un escenario que la administración del Instituto califica de ruinoso. De acuerdo con el último Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS, al final de agosto del año pasado se arrastraba un faltante de reservas para atender las jubilaciones de los propios trabajadores del organismo de un billón 550 mil millones de pesos.
La paradoja del caso es que a través de los años se han venido realizando diversas reformas de ley para atenuar el problema, ya elevando la aportación de los trabajadores o alargando los periodos de jubilación, además de reducir el monto de jubilación.
Y ni así.
Para este año se calcula que las aportaciones de los trabajadores alcancen sólo mil 923 millones de pesos, en tanto el IMSS Asegurador aportará 9 mil 489 millones, cargando en paralelo el organismo con 20 mil 200 millones adicionales, en tanto el gobierno aportará 4 mil 719 millones. En extensión, se extraerán de una subcuenta del Fondo Laboral 23 mil 321 millones para la creación de reservas.
Aún así, el déficit seguirá creciendo.
El origen del problema se ubica en que a la modificación del Contrato Colectivo durante el gobierno del presidente Miguel De la Madrid, no se planteó la exigencia de constituir un fondo para respaldar el otorgamiento de las prebendas de jubilación.
El fondo se constituyó durante el gobierno zedillista, concretamente en la gestión como director del organismo de Genaro Borrego.
El problema, naturalmente, es que al final del día los boquetes se cubren con las aportaciones obrero-patronales de las 800 mil empresas afiliadas al Instituto.
En paralelo al colosal faltante de reservas para jubilaciones de sus propios trabajadores, el IMSS arrastra un déficit financiero cuyo monto alcanza el escándalo de 3.16 billones de pesos equivalentes a 28.3% del Producto Interno Bruto.
Ante la situación angustiosa, el gobierno actual, en un patético intento de colocar curitas sobre las heridas, intentó paliar los faltantes en servicios de salud con los remanentes de los de prestaciones sociales, en un juego cuya cuerda se agotó.
Comparados, los boquetes de los primeros son más profundos que los superávit de los segundos.
Así, el valor del déficit de los seguros médicos en Enfermedades y Maternidad, Salud para la Familia, Guardería y Prestaciones Sociales ascendieron en 2010 a 5.8 billones de pesos.
Del otro lado de la moneda, el superávit de los seguros de prestaciones económicas como Invalidez y Vida y Riesgo de Trabajo alcanzaba, al final de 2010, 2.12 billones de pesos.
En la ruta, en agosto del año pasado se habló de vender los activos no prioritarios del Instituto, es decir, las tiendas y los balnearios ubicados en Oaxtepec, Morelos; la Trinidad, Tlaxcala, y Metepec, Estado de México.
En paralelo se rehabilitarían los teatros inactivos para rentarlos.
La gran pregunta, por lo pronto, es de dónde sacará el Instituto los miles y miles de millones de pesos que reclamaría la liquidación del Contrato Colectivo.
¿Los pondría en la mesa el gobierno?
Crónica de un estallido anunciado.
Si la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hubiera sacado la lupa que hoy utiliza con gran acuciosidad para revisar la oferta de Med Atlántica para rescatar a Mexicana de Aviación cuando Gastón Azcárraga Andrade le vendió la empresa a la Tenedora K, otro gallo habría cantado.
Como usted sabe, la empresa fue vendida en mil pesos a la firma derivada del Fondo Advent, con el propósito de constituirse un frente para su posterior enajenación a otra empresa. La Tenedora actuaría como agente financiero.
Naturalmente, la maniobra le permitió a Azcárraga emprender la graciosa huida, dejando un regadero de muertos en el clóset.
Los platos rotos, dada la calidad de intocable del empresario, los está pagando el ex director general de la firma, Manuel Borja Chico, sobre el cual pesa una orden de aprehensión por evasión fiscal.
Por cierto, de los 415 millones de dólares colocados en la mesa por Med Atlántica, 300 serían para apuntalar el regreso de la línea aérea y 115 para inversiones turísticas, presumiblemente la construcción de hoteles.
VUELVE MOREIRA
Colocado en impasse el caso del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, tras su renuncia a la presidencia del PRI, la Procuraduría Fiscal prepara un espectacular regreso a la pantalla.
En los próximos días se consignará el expediente con una acusación concreta de falsificación de documentos contra un funcionario del Servicio de Administración Tributaria y el ex gobernador que sustituyó a Moreira en la antesala de la unción de su hermano Rubén como relevo.
El meollo del asunto, sin embargo, permanecerá intocado: ¿A qué se destinaron los 34 mil millones de pesos que obtuvo en calidad de préstamo el gobernador denostado, cuyo monto equivaldría a construir, en Saltillo, dos líneas 12 del Metro?
CRECE SIEMENS
Con una inversión inicial de 70 millones de pesos, la empresa alemana Siemens inauguró una nueva planta de Controles Industriales en Zapopan, Jalisco, cuya oferta inicial habla de 150 empleos.
Estos se suman a los mil que mantiene la firma encabezada por Louise K. Goeser en la zona, vía una planta de motores Nema en la que invirtió 50 millones de dólares.
DISH QUIERE MÁS
Férrea opositora a la posibilidad de que la Comisión Federal de Competencia autorizara la capitalización por parte de Televisa de la firma de telefonía móvil Iusacell en la mira de competir en el mercado de telefonía fija y banda ancha, Dish, de la familia Vargas, quiere más.
No es suficiente el rechazo, dice, se requiere una acción de fondo frente a los problemas de alta concentración y prácticas anticompetitivas en la industria de la televisión.
BALANCE GENERAL
EMPRESA
Diez años después de la alerta roja lanzada por su entonces director general, Santiago Levy, está estallando la crisis financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social, en cuyo escenario se están planteando medidas radicales, entre ellas la cancelación de su Contrato Colectivo, vía la liquidación de sus 315 mil trabajadores.
Lo que entonces reclamaba un tratamiento severo, hoy requiere terapia intensiva. La infección se convirtió en cáncer.
De acuerdo con una propuesta planteada al Consejo Técnico del organismo el año pasado, se convocaría al finiquito de la relación laboral vía el despido de la planta en su conjunto... para posteriormente recontratarla... bajo un marco más laxo.
Borrón y cuenta nueva, pues, frente a un escenario que la administración del Instituto califica de ruinoso. De acuerdo con el último Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS, al final de agosto del año pasado se arrastraba un faltante de reservas para atender las jubilaciones de los propios trabajadores del organismo de un billón 550 mil millones de pesos.
La paradoja del caso es que a través de los años se han venido realizando diversas reformas de ley para atenuar el problema, ya elevando la aportación de los trabajadores o alargando los periodos de jubilación, además de reducir el monto de jubilación.
Y ni así.
Para este año se calcula que las aportaciones de los trabajadores alcancen sólo mil 923 millones de pesos, en tanto el IMSS Asegurador aportará 9 mil 489 millones, cargando en paralelo el organismo con 20 mil 200 millones adicionales, en tanto el gobierno aportará 4 mil 719 millones. En extensión, se extraerán de una subcuenta del Fondo Laboral 23 mil 321 millones para la creación de reservas.
Aún así, el déficit seguirá creciendo.
El origen del problema se ubica en que a la modificación del Contrato Colectivo durante el gobierno del presidente Miguel De la Madrid, no se planteó la exigencia de constituir un fondo para respaldar el otorgamiento de las prebendas de jubilación.
El fondo se constituyó durante el gobierno zedillista, concretamente en la gestión como director del organismo de Genaro Borrego.
El problema, naturalmente, es que al final del día los boquetes se cubren con las aportaciones obrero-patronales de las 800 mil empresas afiliadas al Instituto.
En paralelo al colosal faltante de reservas para jubilaciones de sus propios trabajadores, el IMSS arrastra un déficit financiero cuyo monto alcanza el escándalo de 3.16 billones de pesos equivalentes a 28.3% del Producto Interno Bruto.
Ante la situación angustiosa, el gobierno actual, en un patético intento de colocar curitas sobre las heridas, intentó paliar los faltantes en servicios de salud con los remanentes de los de prestaciones sociales, en un juego cuya cuerda se agotó.
Comparados, los boquetes de los primeros son más profundos que los superávit de los segundos.
Así, el valor del déficit de los seguros médicos en Enfermedades y Maternidad, Salud para la Familia, Guardería y Prestaciones Sociales ascendieron en 2010 a 5.8 billones de pesos.
Del otro lado de la moneda, el superávit de los seguros de prestaciones económicas como Invalidez y Vida y Riesgo de Trabajo alcanzaba, al final de 2010, 2.12 billones de pesos.
En la ruta, en agosto del año pasado se habló de vender los activos no prioritarios del Instituto, es decir, las tiendas y los balnearios ubicados en Oaxtepec, Morelos; la Trinidad, Tlaxcala, y Metepec, Estado de México.
En paralelo se rehabilitarían los teatros inactivos para rentarlos.
La gran pregunta, por lo pronto, es de dónde sacará el Instituto los miles y miles de millones de pesos que reclamaría la liquidación del Contrato Colectivo.
¿Los pondría en la mesa el gobierno?
Crónica de un estallido anunciado.
Si la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hubiera sacado la lupa que hoy utiliza con gran acuciosidad para revisar la oferta de Med Atlántica para rescatar a Mexicana de Aviación cuando Gastón Azcárraga Andrade le vendió la empresa a la Tenedora K, otro gallo habría cantado.
Como usted sabe, la empresa fue vendida en mil pesos a la firma derivada del Fondo Advent, con el propósito de constituirse un frente para su posterior enajenación a otra empresa. La Tenedora actuaría como agente financiero.
Naturalmente, la maniobra le permitió a Azcárraga emprender la graciosa huida, dejando un regadero de muertos en el clóset.
Los platos rotos, dada la calidad de intocable del empresario, los está pagando el ex director general de la firma, Manuel Borja Chico, sobre el cual pesa una orden de aprehensión por evasión fiscal.
Por cierto, de los 415 millones de dólares colocados en la mesa por Med Atlántica, 300 serían para apuntalar el regreso de la línea aérea y 115 para inversiones turísticas, presumiblemente la construcción de hoteles.
VUELVE MOREIRA
Colocado en impasse el caso del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, tras su renuncia a la presidencia del PRI, la Procuraduría Fiscal prepara un espectacular regreso a la pantalla.
En los próximos días se consignará el expediente con una acusación concreta de falsificación de documentos contra un funcionario del Servicio de Administración Tributaria y el ex gobernador que sustituyó a Moreira en la antesala de la unción de su hermano Rubén como relevo.
El meollo del asunto, sin embargo, permanecerá intocado: ¿A qué se destinaron los 34 mil millones de pesos que obtuvo en calidad de préstamo el gobernador denostado, cuyo monto equivaldría a construir, en Saltillo, dos líneas 12 del Metro?
CRECE SIEMENS
Con una inversión inicial de 70 millones de pesos, la empresa alemana Siemens inauguró una nueva planta de Controles Industriales en Zapopan, Jalisco, cuya oferta inicial habla de 150 empleos.
Estos se suman a los mil que mantiene la firma encabezada por Louise K. Goeser en la zona, vía una planta de motores Nema en la que invirtió 50 millones de dólares.
DISH QUIERE MÁS
Férrea opositora a la posibilidad de que la Comisión Federal de Competencia autorizara la capitalización por parte de Televisa de la firma de telefonía móvil Iusacell en la mira de competir en el mercado de telefonía fija y banda ancha, Dish, de la familia Vargas, quiere más.
No es suficiente el rechazo, dice, se requiere una acción de fondo frente a los problemas de alta concentración y prácticas anticompetitivas en la industria de la televisión.
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