Leo Zuckermann / Excelsior
Interesante la selección de Elba Esther Gordillo para candidato presidencial del Partido Nueva Alianza (Panal): un ecologista, sin experiencia política, bastante desconocido. Parecería que la maestra no quiso hacerle daño a ninguno de los otros tres candidatos a la Presidencia. Y es que creo que el ingeniero Gabriel Quadri no va a sacar ni 1% de la votación total nacional. En este sentido, no le va a quitar votos ni a Peña Nieto ni a Vázquez Mota ni a López Obrador.
No conozco a Quadri. Lo que sé es que fue presidente del Instituto Nacional de Ecología en el sexenio de Zedillo. Lo he escuchado en su espacio radiofónico en el noticiero que conduce Leonardo Curzio en Radio Mil. Generalmente habla de temas ambientalistas y de desarrollo urbano. Tiene un blog titulado Verde en serio, donde ayer publicó las razones de por qué aceptó la oferta del Panal de ser su candidato presidencial, así como su plataforma.
Tiene puntos interesantes. Lástima que no sabe que se metió en la boca del lobo. Pobre. Más pronto que tarde se dará cuenta de que, aunque tenga buenas ideas e intenciones, en su partido manda la maestra Gordillo, a quien, por cierto, dice Quadri que no conoce. Ya la conocerá y se dará cuenta del error que cometió. No sólo se ha quemado de por vida sino que lo van a dejar jugar a ser candidato hasta donde le convenga a la líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Hasta acá el tema de Quadri. Entremos a lo importante: ¿qué mensaje manda la maestra al haberlo nombrado? Primero, lo obvio: que Gordillo no pudo reclutar a ningún político de peso para aparecer en la boleta presidencial bajo el lema de su partido. Se habló de muchos nombres que, al parecer, rechazaron la invitación para no quedar identificados para siempre con la maestra. El Panal, entonces, tuvo que recurrir a un ignoto experto en ecología.
Esto, en sí, constituye ya un signo de vulnerabilidad. Sensación que se acrecienta cuando observamos que la maestra no quiso enojar a ninguno de los tres candidatos grandes poniendo un candidato del Panal que le quitara votos a algunos de ellos. Con la candidatura testimonial de Quadri, los está respetando a todos.
Lo cual nos lleva al último punto. En 2006, la maestra lanzó a Roberto Campa como candidato presidencial del Panal. Sacó 0.96% de los votos. El partido, en cambio, consiguió 4.5% de votación para la Cámara de Diputados. Con ello aseguró el registro del partido y un puñado de representantes en el Poder Legislativo. Esto se logró gracias a la movilización territorial del voto de maestros sindicalizados en distintos estados y a una eficaz campaña en medios de comunicación donde solicitaban que le dieran por lo menos uno de los votos de las tres boletas federales (presidente, senador, diputado). Por la diferencia obtenida en la elección de presidente y diputados, parte del electorado efectivamente le dio uno de los tres votos al Panal.
Este 2012 el partido de Gordillo seguramente tratará de hacer lo mismo: una campaña de “uno de tres”, dejando colgado de la brocha en el camino al ingeniero Quadri. Sería buenísimo que fracasaran: que nadie le diera su voto al Panal de la maestra, de tal suerte que este partido perdiera su registro. Eso sí que sería un golpe para Gordillo. La dejaría vulnerable, lo cual podría aprovechar el nuevo gobierno para promover una reforma educativa profunda como la necesita México, según lo demuestra el documental De panzazo, que se estrenará la semana que entra en todo el país.
Interesante la selección de Elba Esther Gordillo para candidato presidencial del Partido Nueva Alianza (Panal): un ecologista, sin experiencia política, bastante desconocido. Parecería que la maestra no quiso hacerle daño a ninguno de los otros tres candidatos a la Presidencia. Y es que creo que el ingeniero Gabriel Quadri no va a sacar ni 1% de la votación total nacional. En este sentido, no le va a quitar votos ni a Peña Nieto ni a Vázquez Mota ni a López Obrador.
No conozco a Quadri. Lo que sé es que fue presidente del Instituto Nacional de Ecología en el sexenio de Zedillo. Lo he escuchado en su espacio radiofónico en el noticiero que conduce Leonardo Curzio en Radio Mil. Generalmente habla de temas ambientalistas y de desarrollo urbano. Tiene un blog titulado Verde en serio, donde ayer publicó las razones de por qué aceptó la oferta del Panal de ser su candidato presidencial, así como su plataforma.
Tiene puntos interesantes. Lástima que no sabe que se metió en la boca del lobo. Pobre. Más pronto que tarde se dará cuenta de que, aunque tenga buenas ideas e intenciones, en su partido manda la maestra Gordillo, a quien, por cierto, dice Quadri que no conoce. Ya la conocerá y se dará cuenta del error que cometió. No sólo se ha quemado de por vida sino que lo van a dejar jugar a ser candidato hasta donde le convenga a la líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Hasta acá el tema de Quadri. Entremos a lo importante: ¿qué mensaje manda la maestra al haberlo nombrado? Primero, lo obvio: que Gordillo no pudo reclutar a ningún político de peso para aparecer en la boleta presidencial bajo el lema de su partido. Se habló de muchos nombres que, al parecer, rechazaron la invitación para no quedar identificados para siempre con la maestra. El Panal, entonces, tuvo que recurrir a un ignoto experto en ecología.
Esto, en sí, constituye ya un signo de vulnerabilidad. Sensación que se acrecienta cuando observamos que la maestra no quiso enojar a ninguno de los tres candidatos grandes poniendo un candidato del Panal que le quitara votos a algunos de ellos. Con la candidatura testimonial de Quadri, los está respetando a todos.
Lo cual nos lleva al último punto. En 2006, la maestra lanzó a Roberto Campa como candidato presidencial del Panal. Sacó 0.96% de los votos. El partido, en cambio, consiguió 4.5% de votación para la Cámara de Diputados. Con ello aseguró el registro del partido y un puñado de representantes en el Poder Legislativo. Esto se logró gracias a la movilización territorial del voto de maestros sindicalizados en distintos estados y a una eficaz campaña en medios de comunicación donde solicitaban que le dieran por lo menos uno de los votos de las tres boletas federales (presidente, senador, diputado). Por la diferencia obtenida en la elección de presidente y diputados, parte del electorado efectivamente le dio uno de los tres votos al Panal.
Este 2012 el partido de Gordillo seguramente tratará de hacer lo mismo: una campaña de “uno de tres”, dejando colgado de la brocha en el camino al ingeniero Quadri. Sería buenísimo que fracasaran: que nadie le diera su voto al Panal de la maestra, de tal suerte que este partido perdiera su registro. Eso sí que sería un golpe para Gordillo. La dejaría vulnerable, lo cual podría aprovechar el nuevo gobierno para promover una reforma educativa profunda como la necesita México, según lo demuestra el documental De panzazo, que se estrenará la semana que entra en todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario