ESPECTRO AMPLIO
Gustavo Cantú Durán * / El Semanario sin Límites
La educación es uno de los pocos problemas de nuestro país que no requiere más dinero para resolverse.
Hay una correlación directa entre el nivel educativo y el nivel de ingresos.
Somos el último lugar de la OECD en educación.
Nadie, ni la Secretaría de Educación Pública ni el Sindicato, sabe cuantos maestros hay en México.
No se rinden cuentas del dinero que se da al sindicato de maestros.
Cuando son evaluados, la mayoría de los maestros reprueba, sin consecuencias.
Estos son algunos de los datos por los que debemos ver de panzazo, la película que se estrena esta semana. Una reflexión que sólo nos debe de abrir el apetito para devorar el tema. Ojala y toda crítica sea para decidir más y no para restar al mensaje.
Bien dicen que todos nos esforzamos para mandar a nuestros niños y jóvenes al colegio. Pero esta voluntad es sólo voluntarismo. La educación es el botín de unos cuantos a pesar de que millones son parte del sistema. Si tomamos en cuenta que 35 millones de personas van al colegio, y sumamos a padres de familia, maestros, trabajadores e industria a su alrededor, estoy seguro que no hay actividad en el país donde más gente esté involucrada.
¿Por qué entonces estamos tan lejos de ella? ¿Por qué a pesar de destinar cuantiosos fondos, estamos tan bajos? ¿Por qué parece que no la tomamos en serio?
Éstas son algunas de las preguntas que nos gustaría empezar a contestar, algunas de las que debemos explorar. No es coincidencia que con los bajos niveles educativos, el país vaya en caída libre en cualquier índice de desarrollo.
Muchos dirán que el problema lo conocemos. Algunos sostienen que se está solucionando. La verdad es que como decía Hemingway: ”El movimiento no es acción”.
En este tema debemos actuar. La mediocridad de activismo y sedentarismo ideológico de nuestra sociedad, el de una nación que carece de rumbo, nos muestran: el problema lo identificamos mas no lo reconocemos. Pareciera que nadie lo quiere solucionar cuando debería ser el eje rector de nuestro desarrollo, sin educación, la seguridad, la pobreza y la marginación seguirán siendo la constante de este México del siglo XXI.
Por eso quiero en este espacio dedicar dos entregas adicionales al tema de la educación. En esta serie vamos a explorar los datos fríos de la educación en México y cómo los jóvenes la visualizan parte de su desarrollo económico social. También en estas entregas analizaremos encuestas de empleadores y compararemos algunos sistemas educativos para entender por qué, como en otros temas, países que antes veíamos atrasados hoy nos rebasa por diestra y siniestra mientras nuestros profesores hablan de la educación como un cálculo político.
Por último, el mito de la licenciatura, los ”peros” del bachillerato y porque, a unos días de subir el tema al debate público, deciden hacer obligatoria la preparatoria.
Parecería que ”De Panzazo” es un título amable cuando nuestras calificamos como gobierno, sociedad y nación educativa, son reprobatorias.
* Maestro en Derecho. Ha trabajado en el Sector Telecomunicaciones y Medios durante 21 años.
Gustavo Cantú Durán * / El Semanario sin Límites
La educación es uno de los pocos problemas de nuestro país que no requiere más dinero para resolverse.
Hay una correlación directa entre el nivel educativo y el nivel de ingresos.
Somos el último lugar de la OECD en educación.
Nadie, ni la Secretaría de Educación Pública ni el Sindicato, sabe cuantos maestros hay en México.
No se rinden cuentas del dinero que se da al sindicato de maestros.
Cuando son evaluados, la mayoría de los maestros reprueba, sin consecuencias.
Estos son algunos de los datos por los que debemos ver de panzazo, la película que se estrena esta semana. Una reflexión que sólo nos debe de abrir el apetito para devorar el tema. Ojala y toda crítica sea para decidir más y no para restar al mensaje.
Bien dicen que todos nos esforzamos para mandar a nuestros niños y jóvenes al colegio. Pero esta voluntad es sólo voluntarismo. La educación es el botín de unos cuantos a pesar de que millones son parte del sistema. Si tomamos en cuenta que 35 millones de personas van al colegio, y sumamos a padres de familia, maestros, trabajadores e industria a su alrededor, estoy seguro que no hay actividad en el país donde más gente esté involucrada.
¿Por qué entonces estamos tan lejos de ella? ¿Por qué a pesar de destinar cuantiosos fondos, estamos tan bajos? ¿Por qué parece que no la tomamos en serio?
Éstas son algunas de las preguntas que nos gustaría empezar a contestar, algunas de las que debemos explorar. No es coincidencia que con los bajos niveles educativos, el país vaya en caída libre en cualquier índice de desarrollo.
Muchos dirán que el problema lo conocemos. Algunos sostienen que se está solucionando. La verdad es que como decía Hemingway: ”El movimiento no es acción”.
En este tema debemos actuar. La mediocridad de activismo y sedentarismo ideológico de nuestra sociedad, el de una nación que carece de rumbo, nos muestran: el problema lo identificamos mas no lo reconocemos. Pareciera que nadie lo quiere solucionar cuando debería ser el eje rector de nuestro desarrollo, sin educación, la seguridad, la pobreza y la marginación seguirán siendo la constante de este México del siglo XXI.
Por eso quiero en este espacio dedicar dos entregas adicionales al tema de la educación. En esta serie vamos a explorar los datos fríos de la educación en México y cómo los jóvenes la visualizan parte de su desarrollo económico social. También en estas entregas analizaremos encuestas de empleadores y compararemos algunos sistemas educativos para entender por qué, como en otros temas, países que antes veíamos atrasados hoy nos rebasa por diestra y siniestra mientras nuestros profesores hablan de la educación como un cálculo político.
Por último, el mito de la licenciatura, los ”peros” del bachillerato y porque, a unos días de subir el tema al debate público, deciden hacer obligatoria la preparatoria.
Parecería que ”De Panzazo” es un título amable cuando nuestras calificamos como gobierno, sociedad y nación educativa, son reprobatorias.
* Maestro en Derecho. Ha trabajado en el Sector Telecomunicaciones y Medios durante 21 años.
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