El ajuste en el país heleno ha sido todavía mayor del que España rechaza para sí
En Grecia han pasado de 1.034 a 325 ayuntamientos a costa de 30.000 empleados de la Administración local
Xavier Vidal-Folch / El País
“No podré cumplir el plan de privatización, hemos descubierto que muchas propiedades públicas ni siquiera están inscritas en el registro”. Esta confidencia del entonces primer ministro griego Yorgos Papandreu a un colega del Consejo Europeo, hace apenas un año, lo dice todo. Por eso la letra pequeña del plan de acción para 2012 visado en la cumbre europea del segundo rescate de Grecia —según consta en el non/paper de la delegación ateniense-—, bendice una inversión de 4,4 millones de euros para rehacer el catastro de ¡un 25% del territorio! Grecia era un Estado económicamente fallido, sin registros, sin estadísticas, sin inspección de Hacienda.
Por eso se ha implantado una Autoridad Estadística Independiente, votada por 4/5 del Parlamento: antes incluso de engañar a los socios, se autoengañaban.
Por eso se está reconstruyendo de nueva planta la Hacienda: “marco fiscal, oficina parlamentaria del presupuesto, registro de compromisos de crédito, techos máximos de gasto para los ministerios, reforma fiscal”, lucha contra el fraude, microgestión.
La letra pequeña del plan de acción para 2012 bendice una inversión de 4,4 millones de euros para rehacer el catastro de ¡un 25% del territorio!
Por eso a la privatización, empezada en el aeropuerto de Atenas y las Loterías, que debía recaudar 50.000 millones, se le ha dado un objetivo más realista, de 19.000 millones, para 2015.
La lectura del conjunto de medidas y reformas adoptadas y en curso desborda la obcecación por los datos macro, casi los únicos que se divulgan. Revela una auténtica, extraordinaria, reconstrucción de una Administración y una sociedad. “Son reformas que nuestros Gobiernos debían haber tomado por sí mismos y por sí solos hace una eternidad, para modernizar el Estado”, musita el catedrático de Instituciones Europeas Stelios Perrakis.
Bajar el déficit del 8,2% de 2011 al 4,4% comprometido para 2012 supone 3,8 puntos, menos que la media de 4 puntos del último bienio en Grecia
Pero les paralizaba el clientelismo, el corporativismo y los intereses de grupos privilegiados que secuestran a los partidos. Esa fatal árnica al Estado vacío, que impedía la apertura de farmacias en sábado o cobrar tasas a los taxis. Esa es la culpa de Atenas, la que explica sus incumplimientos y tardanzas, y que con dolor se va enderezando. Sin olvidar la otra parte, la racanería, ahora también encauzada, en los créditos (tipos y plazos: ahora del 3% largo y a 30 años) de la UE y el FMI. Y sin embargo, se mueven. ¿Quién ha reducido en dos tercios sus municipios? Berlusconi prometió, Monti no ha hecho. En Grecia han pasado de 1.034 a 325; en cada isla, Creta aparte, queda un solo ayuntamiento.
A costa, eso sí, de 30.000 empleados laborales de la Administración local. Lo extraordinario es que las élites, tan corruptas y clientelares como se quiera, empiezan a realizar reformas inéditas, contra sus propias bases de poder. Y que no abdican del europeísmo, pese a la lógica explosión de sus ciudadanos. Este es un milagro misterioso, pues se produce en un país reinventado hace menos de dos siglos a golpe de orgullo nacional y lengua. Al final “se avecina un enorme vacío político, por la erosión de los dos grandes partidos”, apunta el catedrático de Economía Loukas Tsoukalis: “¿Quién lo llenará?”.
La cura fue de caballo en 2010/2011. Recortes de gasto en sueldos públicos del 15% (y ahora, otro 20%); del 30% en empresas públicas; reducción neta de 82.400 empleos públicos, el 10% del total; en pensiones, en sanidad... Y duros aumentos de ingresos: alza del IVA desde el 19% al 23%; del 33% en los impuestos especiales (gasolina, tabaco, alcohol); “tasa de solidaridad” de hasta un 5% sobre la renta, ¡desde los 12.000 euros anuales!
En Grecia han pasado de 1.034 a 325 ayuntamientos a costa de 30.000 empleados de la Administración local
¿Cuál es el resultado en el saneamiento de las finanzas públicas? Con perdón de los displicentes: muy notorio. En 2010, el déficit se redujo cinco puntos; en 2011, otros tres (previsión oficial); en dos años, pues, un 8%. O sea, un ritmo más duro que el sacrificio que España rechaza para sí misma este año: bajar el déficit del 8,2% de 2011 al 4,4% comprometido para 2012 supone 3,8 puntos, menos que la media de 4 puntos del último bienio en Grecia.
Una cifra absoluta: en dos años, la reducción del déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) llegó a 19.500 millones de euros (según Kathimerini: casi el 9%; el 8% según el FT; el 9,5%, según el Gobierno griego). Es como si España, cuya economía es 4,5 veces mayor que la griega, afrontase en dos años un ajuste de (19.500 x 4,5 =) 87.750 millones de euros. Caen Gobiernos. Revientan ciudadanos. Arde Atenas. ¿Extraño? Y heroico.
En Grecia han pasado de 1.034 a 325 ayuntamientos a costa de 30.000 empleados de la Administración local
Xavier Vidal-Folch / El País
“No podré cumplir el plan de privatización, hemos descubierto que muchas propiedades públicas ni siquiera están inscritas en el registro”. Esta confidencia del entonces primer ministro griego Yorgos Papandreu a un colega del Consejo Europeo, hace apenas un año, lo dice todo. Por eso la letra pequeña del plan de acción para 2012 visado en la cumbre europea del segundo rescate de Grecia —según consta en el non/paper de la delegación ateniense-—, bendice una inversión de 4,4 millones de euros para rehacer el catastro de ¡un 25% del territorio! Grecia era un Estado económicamente fallido, sin registros, sin estadísticas, sin inspección de Hacienda.
Por eso se ha implantado una Autoridad Estadística Independiente, votada por 4/5 del Parlamento: antes incluso de engañar a los socios, se autoengañaban.
Por eso se está reconstruyendo de nueva planta la Hacienda: “marco fiscal, oficina parlamentaria del presupuesto, registro de compromisos de crédito, techos máximos de gasto para los ministerios, reforma fiscal”, lucha contra el fraude, microgestión.
La letra pequeña del plan de acción para 2012 bendice una inversión de 4,4 millones de euros para rehacer el catastro de ¡un 25% del territorio!
Por eso a la privatización, empezada en el aeropuerto de Atenas y las Loterías, que debía recaudar 50.000 millones, se le ha dado un objetivo más realista, de 19.000 millones, para 2015.
La lectura del conjunto de medidas y reformas adoptadas y en curso desborda la obcecación por los datos macro, casi los únicos que se divulgan. Revela una auténtica, extraordinaria, reconstrucción de una Administración y una sociedad. “Son reformas que nuestros Gobiernos debían haber tomado por sí mismos y por sí solos hace una eternidad, para modernizar el Estado”, musita el catedrático de Instituciones Europeas Stelios Perrakis.
Bajar el déficit del 8,2% de 2011 al 4,4% comprometido para 2012 supone 3,8 puntos, menos que la media de 4 puntos del último bienio en Grecia
Pero les paralizaba el clientelismo, el corporativismo y los intereses de grupos privilegiados que secuestran a los partidos. Esa fatal árnica al Estado vacío, que impedía la apertura de farmacias en sábado o cobrar tasas a los taxis. Esa es la culpa de Atenas, la que explica sus incumplimientos y tardanzas, y que con dolor se va enderezando. Sin olvidar la otra parte, la racanería, ahora también encauzada, en los créditos (tipos y plazos: ahora del 3% largo y a 30 años) de la UE y el FMI. Y sin embargo, se mueven. ¿Quién ha reducido en dos tercios sus municipios? Berlusconi prometió, Monti no ha hecho. En Grecia han pasado de 1.034 a 325; en cada isla, Creta aparte, queda un solo ayuntamiento.
A costa, eso sí, de 30.000 empleados laborales de la Administración local. Lo extraordinario es que las élites, tan corruptas y clientelares como se quiera, empiezan a realizar reformas inéditas, contra sus propias bases de poder. Y que no abdican del europeísmo, pese a la lógica explosión de sus ciudadanos. Este es un milagro misterioso, pues se produce en un país reinventado hace menos de dos siglos a golpe de orgullo nacional y lengua. Al final “se avecina un enorme vacío político, por la erosión de los dos grandes partidos”, apunta el catedrático de Economía Loukas Tsoukalis: “¿Quién lo llenará?”.
La cura fue de caballo en 2010/2011. Recortes de gasto en sueldos públicos del 15% (y ahora, otro 20%); del 30% en empresas públicas; reducción neta de 82.400 empleos públicos, el 10% del total; en pensiones, en sanidad... Y duros aumentos de ingresos: alza del IVA desde el 19% al 23%; del 33% en los impuestos especiales (gasolina, tabaco, alcohol); “tasa de solidaridad” de hasta un 5% sobre la renta, ¡desde los 12.000 euros anuales!
En Grecia han pasado de 1.034 a 325 ayuntamientos a costa de 30.000 empleados de la Administración local
¿Cuál es el resultado en el saneamiento de las finanzas públicas? Con perdón de los displicentes: muy notorio. En 2010, el déficit se redujo cinco puntos; en 2011, otros tres (previsión oficial); en dos años, pues, un 8%. O sea, un ritmo más duro que el sacrificio que España rechaza para sí misma este año: bajar el déficit del 8,2% de 2011 al 4,4% comprometido para 2012 supone 3,8 puntos, menos que la media de 4 puntos del último bienio en Grecia.
Una cifra absoluta: en dos años, la reducción del déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) llegó a 19.500 millones de euros (según Kathimerini: casi el 9%; el 8% según el FT; el 9,5%, según el Gobierno griego). Es como si España, cuya economía es 4,5 veces mayor que la griega, afrontase en dos años un ajuste de (19.500 x 4,5 =) 87.750 millones de euros. Caen Gobiernos. Revientan ciudadanos. Arde Atenas. ¿Extraño? Y heroico.
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