jueves, 16 de febrero de 2012

EN 2012, MENOS EMPLEO Y BAJO CRECIMIENTO: CARSTENS

Agustín Carstens, gobernador del banco central. Foto: Germán Canseco
Agustín Carstens, gobernador del banco central.
Foto: Germán Canseco

Carlos Acosta

MÉXICO, D.F. (apro).- A reserva de que este jueves 16 el INEGI dé a conocer la cifra definitiva del crecimiento de la economía nacional en 2011, el Banco de México estimó hoy que puede ser de 4%, en línea con su más reciente pronóstico, de un avance del Producto Interno Bruto de entre 3.5% y 4%.

Al dar a conocer el Informe sobre la inflación correspondiente al trimestre octubre-diciembre del año pasado, Agustín Carstens, gobernador del banco central, señaló además que el escenario macroeconómico previsto por la institución prevé un crecimiento económico para este año y para 2013 de entre 3% y 4%, con una creación, en ambos años, de entre 500 mil y 600 mil empleos formales.

Asimismo, se espera una inflación, tanto para 2012 como para 2013, de entre 3% y 4%.

De hecho, el pronóstico de crecimiento anunciado hoy por el Banxico para 2012 es el mismo que estimó en el informe anterior (julio-septiembre), de un rango de entre 3% y 4%.

Y el que no vaya a crecer más la economía mexicana este año, explicó Carstens, se debe a “la desaceleración esperada de la actividad industrial estadunidense”.

Igual será para 2013, dijo. El crecimiento esperado de entre 3% y 4% para ese año, reflejará “los determinantes externos”, es decir, el magro crecimiento de la economía mundial, recesión en algunos países europeos, y el lento avance de la economía de Estados Unidos, que podrían ser compensados por “una gradual expansión de la demanda interna”.

Como consecuencia de ese bajo crecimiento, el banco central estima que en 2012 se crearán entre 500 y 600 mil empleos nuevos, que es el mismo pronóstico del informe anterior, pero por debajo del rango de entre 560 mil y 620 mil empleos previstos para 2011.

Donde sí cambió sus estimaciones el Banco de México es en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que es la cuenta que consigna todas las transacciones de bienes y servicios de México con el mundo (importaciones, exportaciones, turismo, pago de intereses de la deuda, utilidades remitidas al exterior y remesas familiares).

En el informe de inflación del tercer trimestre pronosticaba para 2012 un déficit de la balanza comercial (exportaciones contra importaciones) de 3 mil 400 millones de dólares, 0.3% del PIB, y un déficit de la cuenta corriente de 11 mil 100 millones de dólares, 1% del PIB.

La nueva estimación, de este miércoles, sugiere que el valor de las importaciones será aun mayor este año que las exportaciones y que en el resto de las transacciones con el mundo será más el dinero que salga que el que entre.

Así, se estima un déficit en la balanza comercial de 3 mil 900 millones de dólares –500 mil millones más que en el pronóstico anterior– y que el déficit en la cuenta corriente sea de 13 mil 700 millones de dólares –2 mil 600 millones más que en la estimación previa–, equivalentes a 1.2% del PIB.

El Banco de México considera “moderados” esos déficit en la cuenta corriente y señala además que como el gobierno federal “ya prefinanció su programa de amortizaciones de deuda externa para este año”, “no existirán problemas para financiar dichos déficit” y que no habrá, por ese lado, presiones sobre el tipo de cambio.

En ese contexto –de déficit moderados, fácilmente financiables y sin presiones para el tipo de cambio–, el banco central considera que “no se aprecian presiones sobre la inflación derivadas del comportamiento de la demanda agregada”.

Sin embargo, acepta que los riesgos de un menor crecimiento económico se han incrementado. Entre los factores que podrían debilitar a la economía nacional, el banco señala la posibilidad de que Estados Unidos crezca a tasas más bajas a las esperadas, lo cual “disminuiría el impulso de la demanda externa” y “afectaría el dinamismo del gasto interno”.

Otro factor de riesgo es que, por la turbulencia en los mercados externos, pudiera darse un incremento de la “aversión al riesgo” de los inversionistas internacionales, es decir, que estarían dispuestos a sacrificar rendimientos altos –como los que ofrece México– para refugiarse en instrumentos más seguros, aunque menos rentables, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos u otros instrumentos financieros internacionales.

Un tercer y cuarto últimos factores que podrían afectar adversamente el crecimiento económico son, según el banco, la persistencia de la inseguridad pública y la ausencia de cambios estructurales.

Finalmente, en materia de inflación, el Banco de México sostiene que en 2012 el desempeño de aquélla será “congruente con el proceso de convergencia hacia el objetivo permanente de 3%”, más menos un punto porcentual.

Sin embargo, considera que lo más probable es que la inflación general para todo 2012 se sitúe entre 3% y 4%.

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