Andreu Missé / El País
Como no podía ser de otra manera me estreno con la crisis de la deuda. Pero poniendo el acento en el desastre que han sido los planes de ayuda a los países con dificultades más que en los errores en que han incurrido Grecia, Irlanda y Portugal, en los que se ha insistido y exagerado todo lo que se ha querido.
Lo cierto es que un poco más y les asfixiamos del todo.La crisis que están sufriendo estos tres socios del euro está siendo más duradera de lo necesario, como tantas cosas que se eternizan en Europa. Pero en estos casos, la causa más preocupante de la lentitud de su recuperación se debe a las más que dudosas recetas aplicadas por la UE, inspiradas sobre todo por Berlín. Fijémonos sólo en las condiciones de los rescates. Prestar dinero a un socio para sacarlo de un apuro a un interés por encima del 5% cuando en el mercado está a menos del 3%, está más cerca de la usura que de la solidaridad, que en estos casos debería haber sido obligatoria.
Las condiciones impuestas fueron tan asfixiantes que el pasado marzo los propios jefes de Gobierno ya se vieron obligados a rebajar los tipos de interés de los préstamos a Grecia desde el 5,2% acordado en mayo de 2010 al 4,2%. Luego, cuatro meses después, el 21 de julio, los líderes tuvieron que reconocer que tampoco era justificable este "precio de amigos" y tuvieron que aplicar otro recorte de hasta el 3,5% y alargaron considerablemente los plazos de amortización. De un plazo de devolución de tres años se pasará a 15 o 30 años. Rebajas similares se aplicarán a Irlanda y Portugal a quienes habían exigido inicialmente intereses de hasta el 5,8%. Era tan angustiosa y humillante la situación de los deudores que sólo tuvieron ocasión para celebrar el recorte, sin poder rechistar por el abuso sufrido.
¿Cómo se puede haber cometido un error de bulto tan serio? Sin duda ha pesado mucho la obsesión de algunos países ricos de evitar que nadie pudiera obtener dinero barato de la UE para evitar su obsesivo "riesgo moral".
Estos días los representantes de los Gobiernos están afinando los lápices para decidir la cuantía de la comisión que deben percibir por gestionar y tramitar estas ayudas y que será del orden del 0,5%. En cualquier caso el impacto de la rebaja es impresionante, aunque las cifras son todavía imprecisas debido a que las caraceristicas de los rescates son muy distintas. Portugal espera lograr un ahorro de 5.500 millones, Irlanda 11.000 y Grecia podría superar los 20.000 millones.
En Europa algunos países han cometido muchos errores y lo están pagando. Pero sin auténtica solidaridad, Grecia no saldrá de esta crisis y arrastrará a todo el club incluso a los más ricos. Con estas prácticas tan insolidarias, la imagen de Europa resulta muy poco creíble. Esto es lo que pasa.
Como no podía ser de otra manera me estreno con la crisis de la deuda. Pero poniendo el acento en el desastre que han sido los planes de ayuda a los países con dificultades más que en los errores en que han incurrido Grecia, Irlanda y Portugal, en los que se ha insistido y exagerado todo lo que se ha querido.
Lo cierto es que un poco más y les asfixiamos del todo.La crisis que están sufriendo estos tres socios del euro está siendo más duradera de lo necesario, como tantas cosas que se eternizan en Europa. Pero en estos casos, la causa más preocupante de la lentitud de su recuperación se debe a las más que dudosas recetas aplicadas por la UE, inspiradas sobre todo por Berlín. Fijémonos sólo en las condiciones de los rescates. Prestar dinero a un socio para sacarlo de un apuro a un interés por encima del 5% cuando en el mercado está a menos del 3%, está más cerca de la usura que de la solidaridad, que en estos casos debería haber sido obligatoria.
Las condiciones impuestas fueron tan asfixiantes que el pasado marzo los propios jefes de Gobierno ya se vieron obligados a rebajar los tipos de interés de los préstamos a Grecia desde el 5,2% acordado en mayo de 2010 al 4,2%. Luego, cuatro meses después, el 21 de julio, los líderes tuvieron que reconocer que tampoco era justificable este "precio de amigos" y tuvieron que aplicar otro recorte de hasta el 3,5% y alargaron considerablemente los plazos de amortización. De un plazo de devolución de tres años se pasará a 15 o 30 años. Rebajas similares se aplicarán a Irlanda y Portugal a quienes habían exigido inicialmente intereses de hasta el 5,8%. Era tan angustiosa y humillante la situación de los deudores que sólo tuvieron ocasión para celebrar el recorte, sin poder rechistar por el abuso sufrido.
¿Cómo se puede haber cometido un error de bulto tan serio? Sin duda ha pesado mucho la obsesión de algunos países ricos de evitar que nadie pudiera obtener dinero barato de la UE para evitar su obsesivo "riesgo moral".
Estos días los representantes de los Gobiernos están afinando los lápices para decidir la cuantía de la comisión que deben percibir por gestionar y tramitar estas ayudas y que será del orden del 0,5%. En cualquier caso el impacto de la rebaja es impresionante, aunque las cifras son todavía imprecisas debido a que las caraceristicas de los rescates son muy distintas. Portugal espera lograr un ahorro de 5.500 millones, Irlanda 11.000 y Grecia podría superar los 20.000 millones.
En Europa algunos países han cometido muchos errores y lo están pagando. Pero sin auténtica solidaridad, Grecia no saldrá de esta crisis y arrastrará a todo el club incluso a los más ricos. Con estas prácticas tan insolidarias, la imagen de Europa resulta muy poco creíble. Esto es lo que pasa.
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