José Blanco / La Jornada
En el culto del vudú, un zombi es una persona resucitada que carece de voluntad y que se comporta como autómata. Así parecen comportarse quienes toman las decisiones sobre el cataclismo de la crisis. En julio pasado S&P rebajó dos escalones la deuda "soberana" de Grecia, desde CCC a CC, "con perspectiva negativa". Con esta calificación los bonos de cualquier país, pasan a ser llamados con una cuchufleta, muy propia de las calificadoras, "bonos basura". S&P sigue así los pasos de Moody’s que había situado ya la calificación de Grecia en una situación cercana a la insolvencia; estas instituciones basura quizá fingían al decir que así se impondría una restructuración de la deuda "soberana" griega: como resultado del orden que el gobierno pondría en sus cuentas.
En agosto pasado Grecia presentó sus cifras de los primeros seis meses del año, y con un objetivo de déficit de 10 mil 374 millones de euros dictado por la tristemente llamada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) , éste resultó ampliamente superado: el déficit fue de 12 mil 781 millones de euros, 23.2 por ciento más de lo previsto.
Estos son números correspondientes al segundo rescate. El primero, en 2010, había sido draconiano, especialmente porque el gobierno griego había mentido respecto a sus verdaderas cifras macroeconómicas. En el segundo rescate se le dictaron a Grecia, entre otras, las siguientes medidas: a) 30 mil funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación; b) los jubilados menores de 55 años perderían (ya sufrieron su primera pérdida) 40 por ciento del importe de sus pensiones; c) reducción de 15 por ciento a los salarios públicos; d) aumento del impuesto a la propiedad inmobiliaria de 0.50€ a 16€ por metro cuadrado; e) pagarán impuestos quienes cobren más de 5mil€ anuales (antes del segundo "rescate", la cifra era de 8 mil).
El motivo principal de que se rebasara ampliamente la cifra del déficit fiscal fue que la recaudación fiscal se desplomó debido al agravamiento de la recesión. Unos días después, el propio verdugo, la troika, dijo que "el plan para Grecia había sido un completo fracaso". Ergo, la deuda helena continuará en ascenso. Está arriba de 160 por ciento de su PIB.
Los zombis decidieron darse un hachazo en un brazo, y éste rodó por los suelos. Los zombis dijeron, viéndose unos a otros con ojos asombrados: el brazo ha rodado por los suelos. Ex post el nivel del PIB de una economía de mercado, en la que los gastos de unos son los ingresos de otros, el nivel del PIB depende del gasto en inversión y consumo. Pero con el caos financiero provocado por Friedman y Nixon al destruir las bases sobre las que estaba construido el sistema financiero creado en Bretton Woods, se desplegó una irresponsable inventiva financiera que, literalmente, no tiene límites, y que ha sido impulsada por la desregulación que siguió al fin del sistema oro-dólar.
La desconexión que se produjo del mundo financiero de su realidad de sustentación, mostraba ya señales alarmantes de alerta cuando las cifras de circulación financiera superaban en 10 veces al propio PIB mundial, pero luego la locura de los zombis permitió que llegara a los números actuales donde la desproporción es de 50 veces. En este contexto, prácticamente cualquier política macro, puede ser aplastada por el cataclismo financiero. El momento actual de esta insensatez, es el de deudas "soberanas" impagables y las crisis bancarias. Grecia se derrumba y arrastrará a Francia. Y Alemania defenderá sus intereses nacionales. ¿Cuántos más rodarán?
De los 91 mil 766 millones de euros de pasivos públicos de Grecia en poder de los bancos europeos, 45 mil 971 millones son de bancos de la propia Grecia (50 por ciento del total), 9 mil 362 millones de bancos de Francia (10.2 por ciento); 7 mil 902 millones de bancos de Alemania (8.6 por ciento); 4 mil 70 millones de bancos de Bélgica (4.4) y 3 mil 161 millones de bancos de Holanda (3.5). En la creciente probabilidad de impago, la banca griega sería arrastrada a la quiebra; son por ello los bancos franceses y alemanes los más interesados en una rápida solución de la crisis de deuda de Grecia que evite el impago. Salvar a los bancos de Alemania y Francia quiere Sarkozy, en el G-20; no salvar a Grecia. Pero Alemania se aleja cada vez más de Francia, de Grecia y del resto de la UE.
Oiga usted al presidente del BBVA, Francisco González, que analiza junto a su nuevo socio Ferit F. Sahenk, presidente de Dogus, banco de Turquía, el futuro de la banca: “Sinceramente creo que tenemos que deshacernos de las entidades ‘zombis’ y que esas entidades sean adquiridas por otras más fuertes, ya sean nacionales o internacionales”. Lo carroñero no quita lo zombi: están los bancos poderosos a la caza de quedarse, a precio de baratija, con los bancos que primero entren en insolvencia: los griegos primero.
Nada de esto salvará ni al sistema financiero ni a la actual estructura económica mundial, ni al sistema geopolítico que conocemos.
Los zombis nada ganarían leyendo a Ortega y Gasset: "No sabemos lo que nos pasa y eso es lo que pasa".
En el culto del vudú, un zombi es una persona resucitada que carece de voluntad y que se comporta como autómata. Así parecen comportarse quienes toman las decisiones sobre el cataclismo de la crisis. En julio pasado S&P rebajó dos escalones la deuda "soberana" de Grecia, desde CCC a CC, "con perspectiva negativa". Con esta calificación los bonos de cualquier país, pasan a ser llamados con una cuchufleta, muy propia de las calificadoras, "bonos basura". S&P sigue así los pasos de Moody’s que había situado ya la calificación de Grecia en una situación cercana a la insolvencia; estas instituciones basura quizá fingían al decir que así se impondría una restructuración de la deuda "soberana" griega: como resultado del orden que el gobierno pondría en sus cuentas.
En agosto pasado Grecia presentó sus cifras de los primeros seis meses del año, y con un objetivo de déficit de 10 mil 374 millones de euros dictado por la tristemente llamada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) , éste resultó ampliamente superado: el déficit fue de 12 mil 781 millones de euros, 23.2 por ciento más de lo previsto.
Estos son números correspondientes al segundo rescate. El primero, en 2010, había sido draconiano, especialmente porque el gobierno griego había mentido respecto a sus verdaderas cifras macroeconómicas. En el segundo rescate se le dictaron a Grecia, entre otras, las siguientes medidas: a) 30 mil funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación; b) los jubilados menores de 55 años perderían (ya sufrieron su primera pérdida) 40 por ciento del importe de sus pensiones; c) reducción de 15 por ciento a los salarios públicos; d) aumento del impuesto a la propiedad inmobiliaria de 0.50€ a 16€ por metro cuadrado; e) pagarán impuestos quienes cobren más de 5mil€ anuales (antes del segundo "rescate", la cifra era de 8 mil).
El motivo principal de que se rebasara ampliamente la cifra del déficit fiscal fue que la recaudación fiscal se desplomó debido al agravamiento de la recesión. Unos días después, el propio verdugo, la troika, dijo que "el plan para Grecia había sido un completo fracaso". Ergo, la deuda helena continuará en ascenso. Está arriba de 160 por ciento de su PIB.
Los zombis decidieron darse un hachazo en un brazo, y éste rodó por los suelos. Los zombis dijeron, viéndose unos a otros con ojos asombrados: el brazo ha rodado por los suelos. Ex post el nivel del PIB de una economía de mercado, en la que los gastos de unos son los ingresos de otros, el nivel del PIB depende del gasto en inversión y consumo. Pero con el caos financiero provocado por Friedman y Nixon al destruir las bases sobre las que estaba construido el sistema financiero creado en Bretton Woods, se desplegó una irresponsable inventiva financiera que, literalmente, no tiene límites, y que ha sido impulsada por la desregulación que siguió al fin del sistema oro-dólar.
La desconexión que se produjo del mundo financiero de su realidad de sustentación, mostraba ya señales alarmantes de alerta cuando las cifras de circulación financiera superaban en 10 veces al propio PIB mundial, pero luego la locura de los zombis permitió que llegara a los números actuales donde la desproporción es de 50 veces. En este contexto, prácticamente cualquier política macro, puede ser aplastada por el cataclismo financiero. El momento actual de esta insensatez, es el de deudas "soberanas" impagables y las crisis bancarias. Grecia se derrumba y arrastrará a Francia. Y Alemania defenderá sus intereses nacionales. ¿Cuántos más rodarán?
De los 91 mil 766 millones de euros de pasivos públicos de Grecia en poder de los bancos europeos, 45 mil 971 millones son de bancos de la propia Grecia (50 por ciento del total), 9 mil 362 millones de bancos de Francia (10.2 por ciento); 7 mil 902 millones de bancos de Alemania (8.6 por ciento); 4 mil 70 millones de bancos de Bélgica (4.4) y 3 mil 161 millones de bancos de Holanda (3.5). En la creciente probabilidad de impago, la banca griega sería arrastrada a la quiebra; son por ello los bancos franceses y alemanes los más interesados en una rápida solución de la crisis de deuda de Grecia que evite el impago. Salvar a los bancos de Alemania y Francia quiere Sarkozy, en el G-20; no salvar a Grecia. Pero Alemania se aleja cada vez más de Francia, de Grecia y del resto de la UE.
Oiga usted al presidente del BBVA, Francisco González, que analiza junto a su nuevo socio Ferit F. Sahenk, presidente de Dogus, banco de Turquía, el futuro de la banca: “Sinceramente creo que tenemos que deshacernos de las entidades ‘zombis’ y que esas entidades sean adquiridas por otras más fuertes, ya sean nacionales o internacionales”. Lo carroñero no quita lo zombi: están los bancos poderosos a la caza de quedarse, a precio de baratija, con los bancos que primero entren en insolvencia: los griegos primero.
Nada de esto salvará ni al sistema financiero ni a la actual estructura económica mundial, ni al sistema geopolítico que conocemos.
Los zombis nada ganarían leyendo a Ortega y Gasset: "No sabemos lo que nos pasa y eso es lo que pasa".
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