Manú Dornbierer / Zocalo
A los Indignados del mundo, con total comprensión y solidaridad.
Los terrícolas por fin han abierto los ojos. El ingenioso y lúcido filósofo canadiense Marshall McLuhan (1911-1980) del que se festeja el centenario, nos alertaba sobre una verdad mayúscula: El ser humano tiene muchas cuerdas en su arco, pero la principal consiste en explotar al prójimo. El capitalismo, decía, es la explotación del hombre por el hombre , y el comunismo es al revés. Y hoy estamos instalados en pleno en su “Aldea Global”, aplastados por los bancos, por los ricos gobiernos, empresarios y medios de comunicación abrumadores que han sostenido por dinero cuanto sistema de explotación han podido. Estamos hartos, tronados e indignados, pero decididos a cambiar y salvar al planeta, que después de todo es el único que tenemos. Pero hurguemos un poco en la historia para aclarar y entender un poco el sendero de los males del globo actual.
EL PATRÓN ORO Y LAS GUERRAS
El patrón oro fija el valor de la unidad monetaria en términos de una determinada cantidad de oro. Es decir el emisor de la divisa garantiza que puede devolver al poseedor de sus billetes la cantidad de oro que enuncian. Históricamente, (Wikipedia) la vigencia del patrón oro imperó durante el siglo XIX como base del sistema financiero internacional en el mundo de la repentina industrialización y terminó con la Primera Guerra Mundial porque los gobiernos beligerantes necesitaban imprimir moneda para financiar el esfuerzo bélico aún sin tener la capacidad de redimir esa moneda en metal precioso. Este sistema se detuvo durante la I Guerra y durante los años subsiguientes.
El “patrón cambio oro” y el patrón- oro mismo se reimplantó en 1944, en la Conferencia de Bretton Woods, en la que surgieron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Las divisas que garantizaban el cambio al oro fueron el dólar y la libra esterlina. Este sistema dio lugar a una estabilidad relativa y duradera, desde 1944 hasta 1971. La mayoría de las economías del mundo se desarrollaron relativamente bien, por lo que esa etapa se conoce en la historia como la “Edad de oro”.
Para Estados Unidos la II Guerra significó convertir su economía en la más fuerte del orbe, pues si tuvieron “casualties”, como llaman a los caídos, no sufrieron en su territorio y en su población los daños que sufrieron los países europeos. Su industria y la eterna venta de armas, el dinero prestado a sus aliados, la propaganda de “salvadores del mundo”, etc. hizo que en 1945 la producción fuera del doble de la que tuvo entre 1935 y 1939. Concentraba USA el 50% del PIB mundial, con menos del 7% de la población. Estos éxitos se debieron en buena medida al apoyo de los “braceros” mexicanos, a los que nunca les pagaron lo justo los gobiernos de ambos países, y en mucho a la entrada masiva al gran trabajo de las admirables mujeres gringas de entonces. A partir de ese momento histórico, con la mayor capacidad productora, con el mayor poder militar y siendo el país que más metal amarillo poseía, el 80% de las reservas mundiales de oro, además de fuerte acreedor, USA empezó a abrir los mercados mundiales a sus productos e inició la inmensa expansión y hegemonía que conocemos.
BRETTON WOODS
En 1944, en meses previos a los Acuerdos, así llamados por el nombre de un hotel de New Hampshire en el que se llevaron a cabo, se debatieron dos propuestas distintas, una apoyada por Estados Unidos y la otra por el Reino Unido. La británica fue elaborada por el economista John Maynard Keynes y la estadunidense por Harry Dexter White. E increíble pero cierto, Bretton Woods hubiera podido ser la base de un verdadero Orden Mundial Justo si se hubieran impuesto las ideas de Keynes, el representante de la pérfida Albión, madre patria de USA.
Pero no fue así: El dólar ganó. Se determinó que “el dólar era tan bueno como el oro” pero que el metal lo respaldaría valiendo 35 dólares la onza. Y se calmó la inestabilidad de postguerra por un tiempo. Pero a partir de 1960, la Guerra de Vietnam le costaba tanto al gobierno gringo que volvió a tambalearse todo y a tensarse la situación internacional hasta que en 1971, cuando Francia quiso que le devolvieran oro por sus dólares, algo tan normal en otro tiempo, se consideró un gran peligro para el tinglado de USA , que acudió entonces a Arabia Saudita (y luego a la OPEP) para que se comprometieran a manejar todo su petróleo exclusivamente en dólares y a cambio les venderían armas, but of course, e instalarían bases militares para “cuidar el petróleo”.
De ahí la alianza con los jeques de SaudiArabia, incluyendo el benemérito Bin Laden, socio de los petroleros Bush, al que dizque persiguieron después (como a otros amigos-cómplices de sus trapacerías). Los acuerdos de Bretton Woods decidieron que “Sobre un capital total de 8.800 millones de USD, a Estados Unidos. Le correspondería una cuota de 2.740 millones (equivalente al 31.1%), a 1,300 millones (14,8%), la Unión Soviética 1,200 (13.6 %), China 550 (6.3%) y Francia 450 (5.1%), para los cinco primeros”. Una vez asegurado el control de las cuotas, fue fácil para los gringos establecer la sede del BM , Banco Mundial, y del FMI, Fondo Monetario Internacional (que mandan en la economía y finanzas de todos los países) en su territorio. Gran Bretaña pidió que al menos una de esas instituciones se estableciera en Europa, pero no tuvo éxito. Keynes al ver la enorme influencia que iba a tener USA en ellas intentó en vano que los directores ejecutivos del Fondo fueran funcionarios de tiempo parcial subordinados a bancos centrales nacionales, de manera que muchas decisiones fueran ajenas a ciudadanos estadunidenses, pero no hubo tal. (Datos duros de Wikipedia).
LA MEGAESTAFA DE NIXON
La economía, claro, es idónea para ejercer la explotación, de modo que las naciones se rigen por sagrados mandamientos como “money,money,money” o “business is business” serán, obvio, los más explotadores. Hablemos de una explotación concreta que se puede llamar el robo más grande del mundo. Empezó en 1971 bajo el gobierno de Richard Nixon (1913-1994), presidente de USA de 1968 a 1974 (en su segundo periodo de 4 años, que tuvo que dimitir a los dos por el escándalo Watergate de espionaje contra el partido Demócrata). Nixon y su compinche Kissinger produjeron millones y millones de dólares- bilimbiques (como los billetes sin respaldo emitidos por Carranza durante la Revolución Mexicana) que ya no estaban respaldados por el metal precioso. Todo el que quisiera petróleo tenía que comprarlos para pagar y como es evidente, a USA le salía el petróleo gratis, el costo del papel y su impresión.
Después de un periodo de desequilibrio y de la rebeldía de los países árabes en 1973, Nixon pactó con Saudiarabia y se instituyó el petrodólar como valor sustituto del oro y de esta manera Estados Unidos obligó a los países petroleros a utilizar la moneda gringa para toda compra-venta internacional de petróleo y con esos mismos papelitos virtuales.
EN EL SIGLO XXI
El 24 de septiembre del año 2 000, Saddam Hussein, dictador de Iraq y ex aliado de los gringos, declara que su país prefiere de ese momento en adelante vender su petróleo en euros y naturalmente prende de nuevo la mecha contra Iraq y contra él mismo. Por haber querido recuperar la provincia iraquí de Kuwait, había venido sufriendo un terrible embargo de la ONU desde 1990 que estaba aplastando a su país (estuve quince días en Bagdad en 1995). En 2003 la furia desatada de sus ex amigos Bush nos muestra una invasión, desfile de armas atroces y de crueldad inaudita contra la población civil iraquí. La invasión de Iraq inmediatamente regresa al petróleo de Iraq al sistema petrodólar y no petroeuro como quería su dueño.
En 2005 otros países hartos deciden abandonar el petrodólar: Irán, Venezuela, Siria, Norcorea … Y en este 2011 Rusia empieza a vender su petróleo en rublos y el recién derrocado y asesinado Gadafi quiere sacudirse igual el yugo del petrodólar, bueno o malo. Dictador odiado, sí, pero sobre todo en sus últimos momentos enemigo del dólar, el peor pecado. Ya vimos como les va a los que se oponen al imperio. Nada nuevo bajo el sol . Pero queda por ver qué pasará con el gran productor petrolero que es Rusia.
Mientras tanto , a lo largo de las últimas décadas , se fue estableciendo la usura más inhumana en las décadas recientes y los banqueros del mundo fueron arruinando a países enteros. Aprovecharon, cuando no fomentaron ellos mismos, las guerras y rebeliones para saquear a los terrícolas y adueñarse de los recursos de los países.
Pero la INDIGNACIÓN MUNDIAL ESTÁ EN MARCHA.
A los Indignados del mundo, con total comprensión y solidaridad.
Los terrícolas por fin han abierto los ojos. El ingenioso y lúcido filósofo canadiense Marshall McLuhan (1911-1980) del que se festeja el centenario, nos alertaba sobre una verdad mayúscula: El ser humano tiene muchas cuerdas en su arco, pero la principal consiste en explotar al prójimo. El capitalismo, decía, es la explotación del hombre por el hombre , y el comunismo es al revés. Y hoy estamos instalados en pleno en su “Aldea Global”, aplastados por los bancos, por los ricos gobiernos, empresarios y medios de comunicación abrumadores que han sostenido por dinero cuanto sistema de explotación han podido. Estamos hartos, tronados e indignados, pero decididos a cambiar y salvar al planeta, que después de todo es el único que tenemos. Pero hurguemos un poco en la historia para aclarar y entender un poco el sendero de los males del globo actual.
EL PATRÓN ORO Y LAS GUERRAS
El patrón oro fija el valor de la unidad monetaria en términos de una determinada cantidad de oro. Es decir el emisor de la divisa garantiza que puede devolver al poseedor de sus billetes la cantidad de oro que enuncian. Históricamente, (Wikipedia) la vigencia del patrón oro imperó durante el siglo XIX como base del sistema financiero internacional en el mundo de la repentina industrialización y terminó con la Primera Guerra Mundial porque los gobiernos beligerantes necesitaban imprimir moneda para financiar el esfuerzo bélico aún sin tener la capacidad de redimir esa moneda en metal precioso. Este sistema se detuvo durante la I Guerra y durante los años subsiguientes.
El “patrón cambio oro” y el patrón- oro mismo se reimplantó en 1944, en la Conferencia de Bretton Woods, en la que surgieron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Las divisas que garantizaban el cambio al oro fueron el dólar y la libra esterlina. Este sistema dio lugar a una estabilidad relativa y duradera, desde 1944 hasta 1971. La mayoría de las economías del mundo se desarrollaron relativamente bien, por lo que esa etapa se conoce en la historia como la “Edad de oro”.
Para Estados Unidos la II Guerra significó convertir su economía en la más fuerte del orbe, pues si tuvieron “casualties”, como llaman a los caídos, no sufrieron en su territorio y en su población los daños que sufrieron los países europeos. Su industria y la eterna venta de armas, el dinero prestado a sus aliados, la propaganda de “salvadores del mundo”, etc. hizo que en 1945 la producción fuera del doble de la que tuvo entre 1935 y 1939. Concentraba USA el 50% del PIB mundial, con menos del 7% de la población. Estos éxitos se debieron en buena medida al apoyo de los “braceros” mexicanos, a los que nunca les pagaron lo justo los gobiernos de ambos países, y en mucho a la entrada masiva al gran trabajo de las admirables mujeres gringas de entonces. A partir de ese momento histórico, con la mayor capacidad productora, con el mayor poder militar y siendo el país que más metal amarillo poseía, el 80% de las reservas mundiales de oro, además de fuerte acreedor, USA empezó a abrir los mercados mundiales a sus productos e inició la inmensa expansión y hegemonía que conocemos.
BRETTON WOODS
En 1944, en meses previos a los Acuerdos, así llamados por el nombre de un hotel de New Hampshire en el que se llevaron a cabo, se debatieron dos propuestas distintas, una apoyada por Estados Unidos y la otra por el Reino Unido. La británica fue elaborada por el economista John Maynard Keynes y la estadunidense por Harry Dexter White. E increíble pero cierto, Bretton Woods hubiera podido ser la base de un verdadero Orden Mundial Justo si se hubieran impuesto las ideas de Keynes, el representante de la pérfida Albión, madre patria de USA.
Pero no fue así: El dólar ganó. Se determinó que “el dólar era tan bueno como el oro” pero que el metal lo respaldaría valiendo 35 dólares la onza. Y se calmó la inestabilidad de postguerra por un tiempo. Pero a partir de 1960, la Guerra de Vietnam le costaba tanto al gobierno gringo que volvió a tambalearse todo y a tensarse la situación internacional hasta que en 1971, cuando Francia quiso que le devolvieran oro por sus dólares, algo tan normal en otro tiempo, se consideró un gran peligro para el tinglado de USA , que acudió entonces a Arabia Saudita (y luego a la OPEP) para que se comprometieran a manejar todo su petróleo exclusivamente en dólares y a cambio les venderían armas, but of course, e instalarían bases militares para “cuidar el petróleo”.
De ahí la alianza con los jeques de SaudiArabia, incluyendo el benemérito Bin Laden, socio de los petroleros Bush, al que dizque persiguieron después (como a otros amigos-cómplices de sus trapacerías). Los acuerdos de Bretton Woods decidieron que “Sobre un capital total de 8.800 millones de USD, a Estados Unidos. Le correspondería una cuota de 2.740 millones (equivalente al 31.1%), a 1,300 millones (14,8%), la Unión Soviética 1,200 (13.6 %), China 550 (6.3%) y Francia 450 (5.1%), para los cinco primeros”. Una vez asegurado el control de las cuotas, fue fácil para los gringos establecer la sede del BM , Banco Mundial, y del FMI, Fondo Monetario Internacional (que mandan en la economía y finanzas de todos los países) en su territorio. Gran Bretaña pidió que al menos una de esas instituciones se estableciera en Europa, pero no tuvo éxito. Keynes al ver la enorme influencia que iba a tener USA en ellas intentó en vano que los directores ejecutivos del Fondo fueran funcionarios de tiempo parcial subordinados a bancos centrales nacionales, de manera que muchas decisiones fueran ajenas a ciudadanos estadunidenses, pero no hubo tal. (Datos duros de Wikipedia).
LA MEGAESTAFA DE NIXON
La economía, claro, es idónea para ejercer la explotación, de modo que las naciones se rigen por sagrados mandamientos como “money,money,money” o “business is business” serán, obvio, los más explotadores. Hablemos de una explotación concreta que se puede llamar el robo más grande del mundo. Empezó en 1971 bajo el gobierno de Richard Nixon (1913-1994), presidente de USA de 1968 a 1974 (en su segundo periodo de 4 años, que tuvo que dimitir a los dos por el escándalo Watergate de espionaje contra el partido Demócrata). Nixon y su compinche Kissinger produjeron millones y millones de dólares- bilimbiques (como los billetes sin respaldo emitidos por Carranza durante la Revolución Mexicana) que ya no estaban respaldados por el metal precioso. Todo el que quisiera petróleo tenía que comprarlos para pagar y como es evidente, a USA le salía el petróleo gratis, el costo del papel y su impresión.
Después de un periodo de desequilibrio y de la rebeldía de los países árabes en 1973, Nixon pactó con Saudiarabia y se instituyó el petrodólar como valor sustituto del oro y de esta manera Estados Unidos obligó a los países petroleros a utilizar la moneda gringa para toda compra-venta internacional de petróleo y con esos mismos papelitos virtuales.
EN EL SIGLO XXI
El 24 de septiembre del año 2 000, Saddam Hussein, dictador de Iraq y ex aliado de los gringos, declara que su país prefiere de ese momento en adelante vender su petróleo en euros y naturalmente prende de nuevo la mecha contra Iraq y contra él mismo. Por haber querido recuperar la provincia iraquí de Kuwait, había venido sufriendo un terrible embargo de la ONU desde 1990 que estaba aplastando a su país (estuve quince días en Bagdad en 1995). En 2003 la furia desatada de sus ex amigos Bush nos muestra una invasión, desfile de armas atroces y de crueldad inaudita contra la población civil iraquí. La invasión de Iraq inmediatamente regresa al petróleo de Iraq al sistema petrodólar y no petroeuro como quería su dueño.
En 2005 otros países hartos deciden abandonar el petrodólar: Irán, Venezuela, Siria, Norcorea … Y en este 2011 Rusia empieza a vender su petróleo en rublos y el recién derrocado y asesinado Gadafi quiere sacudirse igual el yugo del petrodólar, bueno o malo. Dictador odiado, sí, pero sobre todo en sus últimos momentos enemigo del dólar, el peor pecado. Ya vimos como les va a los que se oponen al imperio. Nada nuevo bajo el sol . Pero queda por ver qué pasará con el gran productor petrolero que es Rusia.
Mientras tanto , a lo largo de las últimas décadas , se fue estableciendo la usura más inhumana en las décadas recientes y los banqueros del mundo fueron arruinando a países enteros. Aprovecharon, cuando no fomentaron ellos mismos, las guerras y rebeliones para saquear a los terrícolas y adueñarse de los recursos de los países.
Pero la INDIGNACIÓN MUNDIAL ESTÁ EN MARCHA.
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