Esteban Rojas / El Financiero
Las señales de pérdida de fuerza en la economía podrían continuar, aumentando la presión para que el Banco de México pueda flexibilizar su política monetaria. No obstante, el resultado de la inflación para la primera quincena de octubre puede retardar, en caso de extenderse, una decisión de esta naturaleza.
El jueves, el INEGI publicará el dato del IGAE, un indicador cercano al comportamiento del PIB mensual, correspondiente a agosto, esperando una variación anual cercana al 3.5%, cifra menor al 3.7% anterior. De confirmarse dicho comportamiento, el crecimiento de la economía mexicana durante el tercer trimestre podría haber sido menor en términos de variación anual a la observada en los tres meses anteriores.
Cabe recordar que en su pasada reunión de política monetaria, el instituto central dejó por primera vez abierta la puerta para bajar el objetivo de la tasa interbancaria aun día, actualmente en 4.50%, en caso de que se profundizara la caída en el ritmo de crecimiento de la economía.
El riesgo de una desaceleración mayor se mantiene, volviendo cada vez más necesaria la flexibilización de la política monetaria, dado el margen de maniobra existente, aunque menor, influido por el repunte observado en la crecimiento de los precios.
El INEGI reportó ayer que en la primera quincena de octubre, la inflación al consumidor experimentó un crecimiento de 0.61%, por arriba de lo esperado en promedio por el mercado y la mayor desde hace varios años para un mismo periodo.
Es probable que el ritmo de aumento en los precios al consumidor siga creciendo de manera estacional en lo que resta del año, aunque dentro del rango establecido por Banxico.
De ser así, se conserva la posibilidad de que en la última reunión de política monetaria o, a más tardar en los primeros meses del 2012, el Banco de México pueda disminuir su tasa de referencia, siguiendo el ejemplo de naciones como Brasil, que ha bajado ya en dos ocasiones la tasa denomina Selic, en un intento por impedir una mayor caída en la actividad económica, a pesar de persistir una elevada inflación.
Por lo mientras, en la subasta primaria de valores gubernamentales número 43 del año, podría prevalecer una inclinación a la baja en las tasas de interés de largo plazo, para adecuarse a las condiciones prevalecientes en el mercado secundario de deuda.
Los rendimientos de los Cetes probablemente no experimenten grandes cambios, dentro de un rango de más menos un punto porcentual en promedio.
Las tasas del denominado bono M a tres años, con vencimiento en junio del 2014, y el Udibono al mismo plazo, pueden presentar disminuciones de 0.19 y 0.17 puntos, respectivamente.
Es probable que se siga registrando un apetito por instrumentos de cobertura contra la inflación en las próximas semanas.
Hasta el próximo martes
Las señales de pérdida de fuerza en la economía podrían continuar, aumentando la presión para que el Banco de México pueda flexibilizar su política monetaria. No obstante, el resultado de la inflación para la primera quincena de octubre puede retardar, en caso de extenderse, una decisión de esta naturaleza.
El jueves, el INEGI publicará el dato del IGAE, un indicador cercano al comportamiento del PIB mensual, correspondiente a agosto, esperando una variación anual cercana al 3.5%, cifra menor al 3.7% anterior. De confirmarse dicho comportamiento, el crecimiento de la economía mexicana durante el tercer trimestre podría haber sido menor en términos de variación anual a la observada en los tres meses anteriores.
Cabe recordar que en su pasada reunión de política monetaria, el instituto central dejó por primera vez abierta la puerta para bajar el objetivo de la tasa interbancaria aun día, actualmente en 4.50%, en caso de que se profundizara la caída en el ritmo de crecimiento de la economía.
El riesgo de una desaceleración mayor se mantiene, volviendo cada vez más necesaria la flexibilización de la política monetaria, dado el margen de maniobra existente, aunque menor, influido por el repunte observado en la crecimiento de los precios.
El INEGI reportó ayer que en la primera quincena de octubre, la inflación al consumidor experimentó un crecimiento de 0.61%, por arriba de lo esperado en promedio por el mercado y la mayor desde hace varios años para un mismo periodo.
Es probable que el ritmo de aumento en los precios al consumidor siga creciendo de manera estacional en lo que resta del año, aunque dentro del rango establecido por Banxico.
De ser así, se conserva la posibilidad de que en la última reunión de política monetaria o, a más tardar en los primeros meses del 2012, el Banco de México pueda disminuir su tasa de referencia, siguiendo el ejemplo de naciones como Brasil, que ha bajado ya en dos ocasiones la tasa denomina Selic, en un intento por impedir una mayor caída en la actividad económica, a pesar de persistir una elevada inflación.
Por lo mientras, en la subasta primaria de valores gubernamentales número 43 del año, podría prevalecer una inclinación a la baja en las tasas de interés de largo plazo, para adecuarse a las condiciones prevalecientes en el mercado secundario de deuda.
Los rendimientos de los Cetes probablemente no experimenten grandes cambios, dentro de un rango de más menos un punto porcentual en promedio.
Las tasas del denominado bono M a tres años, con vencimiento en junio del 2014, y el Udibono al mismo plazo, pueden presentar disminuciones de 0.19 y 0.17 puntos, respectivamente.
Es probable que se siga registrando un apetito por instrumentos de cobertura contra la inflación en las próximas semanas.
Hasta el próximo martes
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