martes, 25 de octubre de 2011

ROMPEN INDUSTRIALES CON EL GOBIERNO

BALANCE GENERAL
EMPRESA
ALBERTO BARRANCO / EL UNIVERSAL
Calificada como "batea de babas" la resolución de la Secretaría de Economía de reconocer "dumping" o precio inferior al del mercado de origen en la exportación de mezclilla china al país, pero absteniéndose de imponer sanciones "por no existir evidencia de daño a los productores nacionales", abre un abismo más en la de suyo tensa relación entre el gobierno y la industria. Se diría que la ruptura está a la vuelta de la esquina, en un escenario en que se considera ya a la dependencia como enemigo público número uno de la actividad productiva.
En la catarata de agravios está la decisión inapelable de desmantelar a partir del 12 de diciembre los impuestos compensatorios aplicados a productos chinos que ingresan al país con prácticas desleales de comercio.
La percepción de organizaciones como la Concamin, la Canacintra, la Cámara del Vestido, la Cámara del Acero, la que aglutina a los productores de calzado y aún la de la construcción, es que exista una ofensiva declarada para acabar con un sector que por décadas ha sido punta de lanza para el crecimiento económico del país.
Las cifras aterran: Si durante el sexenio Lopezportillista la aportación de la industria alcanzaba al 35.8 por ciento del Producto Interno Bruto, en el gobierno actual ha caído al 30.2.
Más al detalle, durante los cuatro últimos años el PIB promedio de las manufacturas no ha logrado rebasar el 1.9 por ciento.
Desde otro ángulo, la industria manufacturera nacional, por décadas piedra angular del desarrollo, ha pasado en sólo 11 años de representar el 26.3 al 17.1 por ciento del propio PIB.
Y si le seguimos, en los últimos siete años la industria sólo ha logrado inscribir al Instituto Mexicano del Seguro Social a 132 mil 113 nuevos trabajadores, lo que representa un promedio de 18 mil 873 por año. En el escenario, mientras las cadenas productivas se resquebrajan, miles de industriales se han vuelto importadores de los productos que antes combatían, en tanto los sobrevivientes al desastre se han refugiado en la economía informal como ensambladores.
De la gravedad del fenómeno, que se inició durante el gobierno de Miguel De la Madrid, habla la salida abrupta de su exilio dorado como banquero comercial de lujo del ex secretario de Hacienda y ex gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, para reclamar una política industrial.La apertura frenética de fronteras, que se inició en la década de los 80 con el ingreso de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), antecedente de la Organización Mundial de Comercio, con la novedad de que el país bajó en 20 por ciento el promedio de sus aranceles o impuestos de importación, cuando el organismo permitía mantener un mínimo de 50, no se empató con un programa coherente de fortalecimiento de la competitividad.
En el horizonte, si bien se favoreció a ramas industriales como la automotriz, eléctrica y electrónica, se golpeó con saña al textil, de la confección del calzado, juguetes y herramientas.
De hecho, los dos últimos prácticamente han desaparecido.
En la ruta, México firmaría 12 tratados de Libre Comercio con 45 países, cuyo aprovechamiento es raquítico, dada la ausencia de una política de comercio exterior.
El golpe más espectacular llegó en el actual sexenio, concretamente en el 2009, cuando México inició una política unilateral de desgravación de aranceles, según ello para obligar por Decreto a la industria a ser competitiva.
La letra con sangre entra.
Naturalmente, el país, ayuno de funcionarios nacionalistas, no negoció reciprocidad alguna.
En el horizonte, si durante el gobierno de José López Portillo México creció a un promedio de 6.3 por ciento en su PIB industrial, durante el de Miguel De la Madrid cayó a 0.5 por ciento, para alcanzar 3.5 durante el de Carlos Salinas de Gortari, repuntar a 4.7 en el de Ernesto Zedillo y caer a 1.2 en el de Vicente Fox, para alcanzar 0.6 en el actual.
Fuego cruzado contra la industria.
Oficialmente, el flamante presidente de la constructora española Sacyr Villahermoso, Manuel Manrique, le ofreció la semana pasada al presidente de la petrolera Repsol, Antonio Brufau, cancelar, "a la brevedad posible" su alianza con Petróleos Mexicanos para sindicar su voto de cara al Consejo de Administración.
La ruptura se hará pública en los próximos días.
La decisión unilateral se apuntala en la desesperación de la empresa por lograr una reestructura en su deuda de 11 mil millones de euros con tres bancos, garantizándoles que no habrá litigios con Repsol.
Digamos que la firma se concentraría en su actividad primaria para intentar enderezar el rumbo de la nave.
Lo grave del caso es que Pemex si bien le va, se quedará con sólo un asiento en el Consejo de Administración de los dos reclamados, y una deuda de mil 600 millones de dólares.
BIMBO SÍ, PERO...
La condición impuesta por la autoridad antimonopólica de los Estados Unidos al grupo Bimbo para adquirir a su similar Sara Lee en una operación pactada en 709 millones de dólares, exige la venta de activos de la firma mexicana en ocho ciudades de los Estados Unidos.
Estamos hablando de algunas marcas que comercializa la firma de la familia Servitje en el país del norte, entre ellas la propia Sara Lee y Eathgrains en el estado de California.
Además se prohíbe la comercialización de otras en Pensilvania y las áreas metropolitanas de las ciudades de Kansas, Oklahoma y Omaha.
Las desinversiones exigidas alcanzan 155 millones de dólares.
FIEBRE DE COAHUILAZOS
Pues ahora resulta que no sólo Coahuila le ocultó a la Secretaría de Hacienda la magnitud de su deuda. También Zacatecas, Tabasco, Chihuahua, Chiapas, Oaxaca, Colima, Durango, Michoacán y Baja California están en el mismo escenario.
De acuerdo a los registros de la dependencia, a junio pasado la deuda total de las 231 entidades federativas y el Distrito Federal ascendía a 314 mil 428 millones de pesos.
Sin embargo, el monto real alcanza 363 mil 422.
Los 48 mil 994 millones restantes se metieron bajo la alfombra en complicidad con los Congresos locales.
Zacatecas, por ejemplo, notificó un endeudamiento de sólo 652 millones, cuando en realidad éste alcanzaba mil 746.
Y por ahí va el resto.
CRECE DON JULIO
A escasos meses de cumplir 70 años la marca de tequila Don Julio, creada por Julio González, la producción anual de la bebida alcanza 3.5 millones de litros en su destilería la Primavera de Atotonilco El Alto, Jalisco.
De ellos, dos millones se exportan a Estados Unidos, América Latina, Europa, Asia y África.
El crecimiento del producto en los últimos diez años ha sido de 20 por ciento anual.
Su último lanzamiento es el Tequila Añejo Cristalino, que se comercializa bajo el nombre de Don Julio 70.

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