martes, 7 de junio de 2011

GEITHNER PIDE A LA UE UN FRENTE COMÚN EN LA REGULACIÓN FINANCIERA

SANDRO POZZI - EL PAÍS
Timothy Geithner salió ayer a escena para urgir una mayor coordinación entre Estados Unidos y Europa a la hora de aplicar las nuevas reglas que deben gobernar el mundo de las finanzas, y en concreto los mercados de derivados. Y no ocultó su temor por que los nuevos centros financieros en Asia le acaben comiendo el terreno a Nueva York, Londres y Fráncfort, con una regulación más laxa.
Uno de los grandes debates que tuvo lugar durante la discusión de la reforma financiera fue precisamente que las distintas regiones afrontaran el proceso a distintas velocidades y que el negocio del riesgo emigre hacia regiones donde los estándares son menos rigurosos de los que se aplican en Occidente. Eso podría crear puntos de vulnerabilidad.
"El riesgo en el mercado de los derivados se concentrará en las jurisdicciones donde haya una menor supervisión: esa es la receta para otra crisis", auguró. Precisamente, el Consejo de Estabilidad Financiera está elaborando un acuerdo global para apuntalar la regulación bancaria, y el objetivo es meter mano también a los derivados. Geithner retomó el argumento en el marco de una conferencia de política monetaria internacional en Atlanta, en la que reiteró la necesidad de que haya una mayor cooperación entre los reguladores mundiales para el desarrollo de "reglas comunes". Se trata de evitar, explicó, "una nueva carrera global hacia el fondo" que sea el germen de un nuevo colapso financiero.
Reglas mínimas
Al igual que existen reglas mínimas globales para el colchón de capital de los bancos, Geithner considera que debería haber algo similar para las transacciones que se realizan en los mercados opacos de derivados, para que así las firmas cuenten con el margen de liquidez suficiente con el que hacer frente a futuras crisis financieras o económicas.
El responsable del Tesoro sugirió que el tiro puede salirles por la culata a los países que opten por esa estrategia para atraer negocio. Y puso como ejemplo lo sucedido con Londres. "El experimento de Reino Unido acabó de forma trágica", dijo muy crítico. Washington quiere marcar así el camino, aunque justamente ayer, Yves Mersch aconsejaba desde el Banco Central Europeo que Europa no debería aplicar las nuevas reglas de recapitalización de la banca que incluya Basilea III hasta que EE UU no haga lo propio.

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