martes, 21 de junio de 2011

MÉXICO, EL PAIS DONDE NO SE PROTESTA

MARÍA DE LAS HERAS / EL PAÍS
En México lo estamos pasando mal, muy mal. Como en el resto del mundo, la economía de nuestro país no termina de arrancar, los empleos escasean y millones de familias han tenido que recurrir al subempleo para poder sobrevivir. Además, aquí estamos viviendo uno de los momentos de mayor violencia e inseguridad de que tengamos memoria: bajo el pretexto de lo que el presidente Felipe Calderón llamó la guerra contra el narcotráfico, vivimos en una especie de estado de sitio con retenes militares en prácticamente todas las carreteras, o de policías federales que lo mismo nos detienen para inspección en un camino que en los pasillos de los aeropuertos.
En México lo estamos pasando mal pero no parece que estemos dispuestos a protestar por ello. Cuando desde lejos observo movimientos como el del 15-M, con miles de personas haciéndose oír y exigiendo que se rectifique el rumbo que los ha llevado hasta donde están, no puedo dejar de preguntarme: y los mexicanos ¿cuándo? Y eso precisamente fue lo que les preguntamos en la encuesta de esta semana, y nos orientamos a un tema en concreto: la situación económica. Verdad o no, el 88% de los mexicanos piensa que la situación económica del país está mal, y el 81% teme que en los próximos meses esté igual o quizá incluso empeore. Independientemente de la percepción sobre la situación general, un 46% de las personas a quienes entrevistamos nos dijo que su situación económica, la de ellos y la de sus familias, era mala o muy mala, y apenas el 20% tiene esperanza de que pronto mejore. No es de extrañar, dadas las circunstancias, que en opinión del 76% debería darse un cambio en la política económica que se ha instrumentado hasta ahora y, por eso, el 71% piensa que los mexicanos como los españoles o los griegos, también deberíamos manifestarnos para protestar por la línea económica que han mantenido quienes nos gobiernan.
Pero el hecho es que no nos manifestamos, que no protestamos, que seguimos estoicamente soportando día tras días nuestra situación como si se tratara de nuestro destino manifiesto. ¿Por qué? Preguntamos en la encuesta, y los resultados que obtuvimos son contundentes: ocho de cada 10 nos dijo que los mexicanos somos apáticos o tenemos miedo de las consecuencias que pueda tener el protestar públicamente; en porcentajes similares los mexicanos piensan que el problema es que no sabemos organizarnos y que faltan líderes que nos motiven a protestar; el 57% nos dijo que no protestamos porque no creemos que se puedan lograr cambios en las decisiones de quienes nos gobiernan, y 53% opinó que tenemos cosas más preocupantes por las cuales protestar que por la política económica de Calderón.
Finalmente preguntamos si estarían dispuestos a manifestarse públicamente en contra de una política económica que consideraban equivocada, y uno de cada dos entrevistados nos dijo que definitivamente sí se manifestaría, claro que ya se sabe que del dicho al hecho hay mucho trecho, sobre todo en una sociedad con la capacidad de aguante que tiene la nuestra.

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