martes, 28 de junio de 2011

DE SUSPIROS Y PRECANDIDATOS

ALBERTO AZIZ NASSIF / EL UNIVERSAL
Los nombres de donde saldrán las candidaturas presidenciales para el 2012 están apuntados. Las encuestas de intención de voto nos dan los resultados del "hit parade" sobre cómo va la sucesión presidencial. Si hoy fueran los comicios, ganaría el PRI con Peña Nieto, pero en el año que falta pueden pasar muchas cosas. Un interesante libro, "Los suspirantes 2012", coordinado por Jorge Zepeda Patterson, nos presenta una biografía de cada uno de estos políticos y visibiliza sus trayectorias.
A pesar del bajo interés por la política sucesoria entre los ciudadanos, los políticos y aspirantes todos los días intentan generar noticias. Surgen grupos de apoyo, esbozos de campañas, cartas, declaraciones, coqueteos, filtraciones, rumores y, sobre todo, creación de expectativas. De manera cada vez más visible Los suspirantes se mueven en el tablero y lo que podemos observar en este libro son las trayectorias y su densidad biográfica. Algunos personajes son ampliamente conocidos; otros apenas empiezan a figurar. Resulta interesante observar que una parte destacada de "Los suspirantes" tienen que ver con los nudos políticos que ha dejado está década: con el sexenio foxista, la sucesión del 2006, el panismo; en suma, la vida pública en estos trágicos años del país.
Enrique Peña Nieto es el heredero de Arturo Montiel, pero con una imagen mejorada gracias a su presencia en la televisión y una promoción televisiva a veces legal y a veces dudosa, a pesar de que los organismos electorales sean débiles o puedan estar coludidos para multar al gobernador del Estado de México. Hay pocas cosas interesantes en la biografía de Peña Nieto, sin embargo, se muestran los rasgos de un político joven que hereda los modos del viejo PRI. Es un gobernador que no se sale del guión, que no tiene ideas muy originales, pero que se ha armado de una imagen pública televisiva que lo posiciona como el telecandidato. Su grupo, mayoritariamente es el mismo que viene desde Montiel. Peña es, hoy por hoy, la esperanza del PRI para recuperar Los Pinos; así lo dicen las encuestas en las que puntea muy por encima de sus competidores.
En la otra parte se encuentra López Obrador (AMLO), que viene de la pasada batalla y arrastra una imagen polarizada. Hay un amplio sector que no le perdona haber desconocido su derrota en el 2006 y haberse radicalizado con la frase de "al diablo las instituciones". Pero, al mismo tiempo, AMLO está llamado a ser uno de "Los suspirantes" más importantes en el 2012. En su biografía hay una línea de continuidad y coherencia que alimenta su trayectoria política. Se trata de un político que ha sabido reinventarse con una capacidad de liderazgo y de convocatoria fuera de serie. Con AMLO no hay grises; ése puede ser el problema, porque para él las cosas son en blanco o negro: el pueblo o la mafia del poder; seguir como estamos o ir a un nuevo proyecto de país. En 2006 fue el puntero que quedó a un centímetro de la victoria; hoy va muy detrás del puntero, pero empieza a crecer de nuevo. Según , en mayo pasado tenía 19.3% frente a 47.7% de Peña Nieto y 13.1% de Creel. Hoy AMLO es una de las dos cartas de la izquierda para el 2012, junto a Marcelo Ebrard, con quién está casi empatado en la opinión general, pero entre los perredistas está por encima del jefe de Gobierno más de dos a uno.
En el panismo, Los suspirantes son varios. El dedo presidencial apunta hacia Ernesto Cordero, un aplicado estudiante que cursó la carrera de actuaría en el ITAM, sin experiencia política y que le debe toda su veloz carrera a Felipe Calderón. Forma parte del grupito compacto de Los Pinos y parece que era, junto a Mouriño, las dos manos del calderonismo. El problema de Cordero es hacerse un candidato creíble; hasta mayo no lo era a pesar de que tuvo un extraño destape al viejo estilo priista. Al secretario de Hacienda sólo lo conoce el 20% de la población y sólo el 2% lo prefiere como candidato, según datos de Mitofsky. En el resto de "Los suspirantes" del gabinete sólo pinta Lujambio, pero también muy por debajo de los dos precandidatos legisladores, que también vienen del foxismo: Josefina Vázquez Mota, la única mujer del grupo, y Santiago Creel, que pretende un segundo intento. El problema del panismo es la carga de una administración que ha dejado al país sumido en una estrategia equivocada en contra del crimen organizado. Parece difícil que los votantes le den un tercer sexenio al PAN.
En los próximos meses veremos cómo cada partido decide el rumbo para el 2012. Para una gran mayoría de los ciudadanos, todavía importa poco el tema, quizá porque los problemas reales del país son agobiantes y ninguno de "Los suspirantes" entusiasma mucho...
(Investigador del CIESAS)

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