martes, 28 de junio de 2011

DESACELERACIÓN SINCRONIZADA

Economist Intelligence Unit

Panorama mundial

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La economía global crecerá 4.1%, que representa un considerable descenso respecto del repunte posterior a la crisis de 2010, considera EIU. Foto Reuters


La economía mundial experimenta una desaceleración sincronizada, por efecto de los altos precios de los energéticos y de los productos primarios. El desastre en Japón, el descenso en la creación de empleos en EU y nuevas preocupaciones por el futuro de la zona euro también ensombrecen las perspectivas de crecimiento. EIU ha reducido su pronóstico de crecimiento mundial para 2011. En particular, creemos que EU y Japón tendrán este año un desempeño más débil de lo que se pensaba.

La economía mundial crecerá 4.1% (en paridad de poder de compra) en 2011, que no sólo es menor que el 4.3% que vaticinamos el mes pasado, sino representa un considerable descenso respecto del repunte posterior a la recesión de 2010, cuando las políticas de estímulo en muchos países llevaron el crecimiento global cercano a 5%.

La evidencia de las semanas pasadas sugiere que economías claves pierden fuelle. En EU, el alentador repunte en la generación de empleos que se vio a principios de este año se ha estancado. Japón está de nuevo hundido en la recesión, luego de los terribles efectos del tsunami del 11 de marzo en la industria. Encuestas entre ejecutivos de compras de las industrias muestran un deterioro en las condiciones de EU, Europa y China. Entre tanto, los altos precios del petróleo siguen causando problemas en muchas naciones.

A estos factores se añaden nuevos temores de que una moratoria en Grecia sacuda el sistema financiero europeo, los disturbios políticos en el mundo árabe y, tal vez lo más importante, la perspectiva de una política monetaria y fiscal más restrictiva en la mayoría de países en los próximos 18 meses. Las tasas de interés ya se elevan, sobre todo en mercados emergentes, donde los gobiernos forcejean con la inflación. Entre tanto, los programas de austeridad en Europa y la resistencia política a cualquier incremento del gasto público en EU limitan la extensión en la que la política fiscal pueda contribuir a revivir el crecimiento.

No es sorpresa que todo esto genere preocupaciones de que la economía mundial se enfila a una repetición de 2010, cuando un fuerte crecimiento inicial dio paso a una desaceleración que hizo temer una recesión de doble inmersión. Sin embargo, creemos que la tendencia descendente actual es más un bache que un retorno a la recesión, y que los fundamentos de una recuperación sustancial siguen allí. Pese a sus problemas, las economías desarrolladas ahora parecen más capaces de mantenerse firmes, y tal vez un descenso en los mercados emergentes no sea tan malo. Por ejemplo, que la producción industrial en países como Corea del Sur y Polonia se haya reducido de las tasas de dos dígitos que había alcanzado parece más una normalización que una causa de inquietud. Las empresas se han quedado con un exceso de inventarios porque la demanda final no cumplió sus altas expectativas, pero creemos que, una vez que se despejen esas existencias, la recuperación debe recobrar impulso en la segunda mitad del año.

Países desarrollados

Hemos reducido nuestro pronóstico de crecimiento para EU en 2011 de 2.7 a 2.4%. El crecimiento del PIB en el primer trimestre se redujo a 1.8% anualizado. También los datos de confianza del consumidor y empleos han sido débiles. Sin embargo, este bache podría ser temporal. Las grandes empresas han tenido fuertes ganancias y mucha liquidez. Aunque la tasa de desempleo se ha elevado, el mercado laboral está en mejor forma que a principios de 2010. La economía debe mejorar hacia finales del año, cuando desciendan los precios del petróleo.

Japón sigue sufriendo los efectos del sismo y el tsunami del 11 de marzo. Los datos del producto interno bruto en el primer trimestre muestran la extensión del daño: el PIB real se contrajo a una tasa anualizada de 3.5% y es probable una nueva contracción en el segundo. Prevemos una contracción de 0.5% en el año, aunque ya se ven signos de recuperación en manufacturas, y la reconstrucción construirá a elevar el crecimiento en 2012.

La zona euro continúa acaparando la atención, ante la inquietud por la crisis de deuda en los países periféricos, Grecia en particular. Creemos inevitable una restructuración de la deuda griega, que ocurrirá probablemente en 2012 o 2013. Aparte de eso, la zona euro ha tenido un desempeño razonable, con una recuperación del crecimiento en el primer trimestre de este año. Prevemos una aceleración del crecimiento del PIB global a 2% en 2011, y una posterior reducción a 1.6 el año próximo.

Asia pasa por un descenso benigno al reducirse la demanda en Occidente y por los intentos de los gobernantes por controlar la inflación. Prevemos que la economía china resistirá bien la restricción de la política monetaria y de crédito y se expandirá 9% en 2011. El crecimiento del PIB de India se mantendrá, a una tasa de 8.6%. La tasa de expansión económica en el sureste de Asia se reducirá de casi 8% que alcanzó en 2010 a una tasa todavía saludable de 5.2.

Las economías latinoamericanas desaceleran luego de un desempeño estelar en 2010. Al restringirse las políticas en respuesta a la inflación, el crecimiento regional se reducirá de 6% en 2010 a 4.5 este año. Brasil se contraerá a 4%. Hemos recortado la expectativa de crecimiento para México de 4.9 a 4.2% este año debido a una expansión más lenta de lo previsto en EU, que también afectará a las economías centroamericanas y del Caribe. En cambio, exportadores de productos primarios de Sudamérica como Perú, Colombia y Chile tendrán un fuerte crecimiento pese a las políticas restrictivas, gracias a la robusta demanda asiática.

Tipos de cambio

Los mercados de divisas han estado buscando dirección conforme los inversionistas tratan de definir el ritmo y amplitud de la desaceleración mundial. El dólar, que repuntó contra el euro y otras divisas en mayo, se debilitó hacia finales de mes, y el 9 de junio se cotizaba a 1.45 por euro. En tanto no se define si la economía mundial se deteriora o no, es probable que los inversionistas oscilen entre vender dólares (por activos de mayor riesgo) y comprarlos por razones de seguridad. Los diferenciales en las tasas de interés entre EU y Alemania deben continuar apoyando el euro hasta cierto punto, pero esto se verá contrarrestado por las preocupaciones por la viabilidad de la divisa única. Pronosticamos que el dólar se fortalezca contra el euro en la segunda mitad de este año y en 2012.

Productos primarios

Luego de los pronunciados declives de precios a principios de mayo, la mayoría de los productos primarios han recuperado terreno, lo que apoya nuestra opinión de que este descenso no era el principio de una caída sustancial en los precios, sino más bien una reacción de corto plazo a los débiles datos económicos y a cierto fortalecimiento del dólar. Los precios deben bajar todavía en la segunda mitad de este año y en 2012, pero en su mayor parte (sobre todo los de productos agrícolas) se mantendrán en niveles históricamente altos.

Prevemos que el barril de petróleo (mezcla Brent fechada) costará en promedio 108.5 dólares este año. Pese a la liquidación de principios de mayo, la perturbación política en el mundo árabe todavía carga un sobreprecio de riesgo al petróleo. Sin embargo, no esperamos que ningún otro productor árabe importante sufra problemas en escala similar a los de Libia, y por tanto los precios del petróleo bajarán en la segunda mitad de este año.

Fuente: La Jornada

Traducción de texto: Jorge Anaya

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