Carlos Acosta / El Sol de México
El presidente de la Fundación Colosio del PRI, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, señaló que para solucionar el problema de la violencia e inseguridad no existen alternativas por parte del Gobierno federal ni tampoco una estrategia definida.
Al presentar las conclusiones del Foro de Violencia e Impunidad, indicó que no se discute la decisión del Gobierno federal de enfrentar al crimen organizado, lo que se critica, dijo, es que se partió de un diagnostico erróneo y se demanda un mejor funcionamiento de las instituciones encargadas de la seguridad.
Destacó que es discutible que la política del Gobierno federal se mida por el número de muertos y los costos que la sociedad paga por esta lucha.
Subrayó que es necesario blindar la política de seguridad, para que no se utilice con fines políticos y pueda cumplir con sus propósitos en un clima de corresponsabilidad y, sobre todo, en beneficio de los ciudadanos.
"En México tenemos una muy pobre y distorsionada cultura de la legalidad que prevalece entre la población, por lo que se plantea el impulso de una iniciativa de alcance nacional para restablecer la cultura de la legalidad y fomentar la construcción de ciudadanía", puntualizó.
Bernal Gutiérrez apuntó que la solución a los problemas de inseguridad que hoy vivimos requiere de la definición de una política social que responda a los graves problemas del desarrollo humano desarticulado, desordenado, desigual, inequitativo y excluyente.
Añadió que México requiere del diseño de una política de alcance nacional que atienda el problema y las necesidades de los jóvenes, así como otorgar mayor atención y prioridad a la implantación de las reformas al sistema de justicia penal.
El presidente de la Fundación Colosio del PRI, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, señaló que para solucionar el problema de la violencia e inseguridad no existen alternativas por parte del Gobierno federal ni tampoco una estrategia definida.
Al presentar las conclusiones del Foro de Violencia e Impunidad, indicó que no se discute la decisión del Gobierno federal de enfrentar al crimen organizado, lo que se critica, dijo, es que se partió de un diagnostico erróneo y se demanda un mejor funcionamiento de las instituciones encargadas de la seguridad.
Destacó que es discutible que la política del Gobierno federal se mida por el número de muertos y los costos que la sociedad paga por esta lucha.
Subrayó que es necesario blindar la política de seguridad, para que no se utilice con fines políticos y pueda cumplir con sus propósitos en un clima de corresponsabilidad y, sobre todo, en beneficio de los ciudadanos.
"En México tenemos una muy pobre y distorsionada cultura de la legalidad que prevalece entre la población, por lo que se plantea el impulso de una iniciativa de alcance nacional para restablecer la cultura de la legalidad y fomentar la construcción de ciudadanía", puntualizó.
Bernal Gutiérrez apuntó que la solución a los problemas de inseguridad que hoy vivimos requiere de la definición de una política social que responda a los graves problemas del desarrollo humano desarticulado, desordenado, desigual, inequitativo y excluyente.
Añadió que México requiere del diseño de una política de alcance nacional que atienda el problema y las necesidades de los jóvenes, así como otorgar mayor atención y prioridad a la implantación de las reformas al sistema de justicia penal.
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