jueves, 17 de noviembre de 2011

LAS REMESAS DESAPROVECHADAS; LAS DESTINAN A SUBSISTENCIA

En la mayoría de los casos las familias utilizan las remesas enviadas por los migrantes para subsistir.

Eirinet Gómez/Diario de Xalapa
Xalapa, Veracruz.- Familias veracruzanas utilizan remesas para subsistir y no para crear un patrimonio, emprender un negocio o apuntalar el desarrollo de sus familias, informó la doctora en Estudios del Desarrollo por la University of Leeds, Reino Unido, Ana Fontecilla Carbonell.

Un estudio realizado en tres comunidades del centro de Veracruz arrojó que de 370 hogares muestreados solo encontraron 13 casos donde hay una inversión productiva de la remesas, mientras el resto las usa para gasto corriente.

"En la mayoría de los casos las familias utilizan las remesas para subsistir, en el gasto diario, en vestido, alimentación, calzado y en contados casos para construir una vivienda; la mayoría se gasta en cosas pequeñas".

Entrevistada minutos antes de inaugurar el seminario Migración, pobreza y vulnerabilidad, en el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV, la investigadora dijo que el estudio se hizo en Las Lomas, Texin, y San Isidro, municipio de Jilotepec.

Explicó que si bien el envío de remesas a familias veracruzanas poco puede servir para construir una patrimonio o poner un negocio, debido a un manejo inadecuado de parte de las familias, ello no significa que carezcan de relevancia.

Por el contrario, destacó que gracias a ellas, una gran mayoría de las familias veracruzanas, sin acceso a un programa social, puede cubrir sus necesidades básicas y sortear un poco las dificultades económicas en el país.

"Estamos hablando de que en Veracruz hay familias que reciben en promedio de 2 a 3 mil pesos mensuales en remesas, lo que constituye casi el 50 o 60 por ciento de sus recursos para poder subsistir; eso es muy determinante sobre el estilo de vida", dijo la investigadora.

Mencionó que la apuesta por la migración ha sido errónea, pues si el gobierno federal y los ciudadanos hubieran apostado al campo veracruzano, tendrían mejores ingresos e independencia financiera sin tener que vivir lejos de su familia.

Por ejemplo puso el momento histórico que vivió Veracruz con el auge cafetalero, donde los testimonios de los caficultores de aquel entonces hablan de mejores ingresos que los que hoy obtienen por medio de remesas.

"Según lo que dicen sus testimonios, ellos tenían mejores condiciones de vida cuando el café valía y tenían buenas cosechas, lo que nos cuentan que recibían y el precio que tenía el grano en aquel entonces, habla de ganancias mucho más altas de las que hoy obtienen por medio de las remesas", concluyó.

LLEVAN A CABO EN LA UV EL SEMINARIO MIGRACIÓN, POBREZA Y VULNERABILIDAD

En las actividades de los 40 años de fundación del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV, académicos de la Universidad Veracruzana inauguraron el seminario Migración, pobreza y vulnerabilidad, para analizar este fenómeno social, sus orígenes, sus aportaciones y el perjuicio que causan al territorio veracruzano.

En las distintas mesas instaladas al respecto, se puso a discusión el papel que desempeñan las remesas para suplir la deficiencias del gobierno federal al momento de otorgar seguridad social a sus habitantes.

Durante su intervención en la inauguración del evento, el doctor en Sociología por la Universidad de Manchester, Agustín Escobar Latapí, dijo que hay un gran número de pobres en México que no pueden concebir su supervivencia sin el envío de remesas oportuno.

"Ellos son los que envían recursos para que su familia pueda cubrir sus necesidades de alimentación, vestimenta, calzado, gastos del doctor, alguna operación, cuidados del enfermo, etcétera. Cubren todo eso que las autoridades no les ofrecen a sus familiares", dijo.

Sin embargo, lo ingrato del caso es que pese a su contribución para que los pobres en México puedan sobrevivir, las autoridades les dan un nulo o escaso reconocimiento.

Dijo que toda familia mexicana tiene por lo menos un familiar migrante que estuvo o está en Estados Unidos en algún momento de su vida, pero a pesar de ello, las autoridades en el país hacen nada o muy poco a favor de ellos.

El comentario fue enriquecido por la doctora en Estudios del Desarrollo por la University of Leeds, Reino Unido, Ana Fontecilla Carbonell, quien mencionó que un ejemplo de la forma en que se ignora a los migrantes es la falta de políticas públicas o de programas sociales que apoyen a las familias de éstos.

A la fecha, dijo, el gobierno federal sólo tiene tres programas de apoyo a migrantes: Proni, Pronaja y 3 x 1, sin embargo, al compararse con el presupuesto que tienen programas como Oportunidades o Seguro Popular, el apoyo es paupérrimo.

El Oportunidades y Seguro Popular juntos son 500 veces más grandes que los tres programas para atención de familias migrantes.

Sobre el tema, también abonó el doctor en Antropología de la Universidad Veracruzana Jorge Durand, quien mencionó que otro indicativo del olvido en el que se encuentra esta población tiene que ver con la falta de datos y estadísticas que hay sobre el flujo migratorio, sus condiciones de vida y otras circunstancias.

Cada uno, desde su ramo, consideró necesario que se delineen políticas públicas que atiendan las necesidades de la población, resguarden sus derechos humanos, y les permitan aprovechar mejor el ingreso que tienen por remesas.

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