Revela funcionario de la Sener que el acuerdo será firmado antes de que concluya este año
Representantes de ambos países se reunirán a finales de este mes; el Senado ratificará el tratado
Plataforma petrolera en el Golfo de México. Foto José Carlo González
Israel Rodríguez J. / Periódico La Jornada
El gobierno mexicano espera firmar un acuerdo marco para la explotación conjunta, también llamada
unitización, con Estados Unidos de yacimientos petroleros transfronterizos en aguas del Golfo de México, antes de que concluya este año, informó la Secretaría de Energía (Sener).
Un funcionario de la Sener que participa en las conversaciones y en la redacción del acuerdo reveló que el tratado deberá ser ratificado por el Senado de la República. Para que los representantes del Congreso tengan conocimiento de los avances en las conversaciones se ha conformado un grupo de
La fuente consultada precisó que la próxima reunión entre los representantes de ambos gobiernos será en la ciudad de México el próximo 29 y 30 de noviembre.
En el documento se establecerán reglas para determinar la proporción de los hidrocarburos a repartir para cada Estado. Incluye también normatividad en materia de salud, seguridad industrial y medio ambiente, así como reglas fiscales, resolución de controversias y también cláusulas para denuncia o disolución del acuerdo.
Los yacimientos transfronterizos de hidrocarburos son depósitos cuya posición y naturaleza geológica hace posible que estén divididos por una frontera y, por lo tanto, se encuentren bajo dos o más jurisdicciones.
Sólo en el Golfo de México
En caso de que la negociación prospere y se logre firmar en este mismo año será para la explotación conjunta de yacimientos que crucen la frontera marítima de ambas naciones en el Golfo de México y no está incluida la explotación conjunta en aguas del Golfo de California por cuestiones de protección ambiental. Tampoco se podrá aplicar en la explotación de yacimientos transfronterizos terrestres.
“En ningún momento se contempla cambios constitucionales debido a que el marco legal vigente emanado de la reforma energética de 2008, le permite a Pemex contratar a terceras empresas con experiencia para que operen por cuenta y orden de la petrolera mexicana, detalló el funcionario.
Tomando en cuenta la posibilidad de que podrían existir yacimientos de petróleo o de gas natural que se extiendan a través del límite de la plataforma continental y que, en tales circunstancias, es necesaria la cooperación y las consultas periódicas entre las partes con el fin de proteger sus respectivos intereses se buscará establecer mecanismos para la pronta resolución de controversias.
En las conversaciones con los representantes del Departamento de Estado de Estados Unidos están incluidos funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, la Sener, Pemex y la Comisión Nacional de Hidrocarburos y eventualmente la Semarnat y la Secretaría de Marina.
La premura por firmar el acuerdo obedece a la cercanía de la renovación de los integrantes del Senado de la República y a los comicios electorales a nivel federal que se llevarán a cabo en julio próximo, explicó la fuente consultada. Indicó que si no se logra la firma y la ratificación del tratado por parte del Senado de la República se tendría que empezar de cero con las nuevas administraciones gubernamentales de Estados Unidos y México.
De acuerdo con las experiencias internacionales y tomando en consideración los antecedentes de los 19 acuerdos de explotación conjunta en el mundo, se establecerá que sea una sola compañía la que pueda operar los yacimientos transfronterizos para evitar la duplicidad de funciones y una explotación más eficiente.
En la redacción del documento también se busca que se incluya un lenguaje específico para que no haya margen a interpretaciones del clausulado. El plan de distribución de un yacimiento transfronterizo, en caso de encontrarse alguno, será yacimiento por yacimiento.
El funcionario anticipó que también se espera establecer mecanismos para evitar una doble tributación, por lo que Pemex pagaría los derechos o impuestos según el régimen fiscal establecido actualmente para la explotación en aguas profundas del Golfo de México de acuerdo con la proporción de crudo que se explote y que le toque a México.
En ningún caso Pemex podrá pagar los servicios mediante volúmenes de crudo o producción compartida y solamente se pagará con efectivo como cualquier contrato de servicios, como lo establece el actual marco jurídico.
Este tratado no tendría una fecha específica de vigencia pero podrá disolverse en caso de que alguna de las partes así lo determine.
En el acuerdo no se presume cuánto le toca a cada Nación, sino hasta que se encuentre un yacimiento transfronterizo. Lo idóneo es que este acuerdo en el tiempo pueda extenderse a Cuba, Guatemala y Belice.
acompañamientode 12 senadores de los partidos PRI, PAN, PRD, PT y del Partido Ciudadano, antes Convergencia, encabezados por Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía de esa cámara.
La fuente consultada precisó que la próxima reunión entre los representantes de ambos gobiernos será en la ciudad de México el próximo 29 y 30 de noviembre.
En el documento se establecerán reglas para determinar la proporción de los hidrocarburos a repartir para cada Estado. Incluye también normatividad en materia de salud, seguridad industrial y medio ambiente, así como reglas fiscales, resolución de controversias y también cláusulas para denuncia o disolución del acuerdo.
Los yacimientos transfronterizos de hidrocarburos son depósitos cuya posición y naturaleza geológica hace posible que estén divididos por una frontera y, por lo tanto, se encuentren bajo dos o más jurisdicciones.
Sólo en el Golfo de México
En caso de que la negociación prospere y se logre firmar en este mismo año será para la explotación conjunta de yacimientos que crucen la frontera marítima de ambas naciones en el Golfo de México y no está incluida la explotación conjunta en aguas del Golfo de California por cuestiones de protección ambiental. Tampoco se podrá aplicar en la explotación de yacimientos transfronterizos terrestres.
“En ningún momento se contempla cambios constitucionales debido a que el marco legal vigente emanado de la reforma energética de 2008, le permite a Pemex contratar a terceras empresas con experiencia para que operen por cuenta y orden de la petrolera mexicana, detalló el funcionario.
Tomando en cuenta la posibilidad de que podrían existir yacimientos de petróleo o de gas natural que se extiendan a través del límite de la plataforma continental y que, en tales circunstancias, es necesaria la cooperación y las consultas periódicas entre las partes con el fin de proteger sus respectivos intereses se buscará establecer mecanismos para la pronta resolución de controversias.
En las conversaciones con los representantes del Departamento de Estado de Estados Unidos están incluidos funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, la Sener, Pemex y la Comisión Nacional de Hidrocarburos y eventualmente la Semarnat y la Secretaría de Marina.
La premura por firmar el acuerdo obedece a la cercanía de la renovación de los integrantes del Senado de la República y a los comicios electorales a nivel federal que se llevarán a cabo en julio próximo, explicó la fuente consultada. Indicó que si no se logra la firma y la ratificación del tratado por parte del Senado de la República se tendría que empezar de cero con las nuevas administraciones gubernamentales de Estados Unidos y México.
De acuerdo con las experiencias internacionales y tomando en consideración los antecedentes de los 19 acuerdos de explotación conjunta en el mundo, se establecerá que sea una sola compañía la que pueda operar los yacimientos transfronterizos para evitar la duplicidad de funciones y una explotación más eficiente.
En la redacción del documento también se busca que se incluya un lenguaje específico para que no haya margen a interpretaciones del clausulado. El plan de distribución de un yacimiento transfronterizo, en caso de encontrarse alguno, será yacimiento por yacimiento.
El funcionario anticipó que también se espera establecer mecanismos para evitar una doble tributación, por lo que Pemex pagaría los derechos o impuestos según el régimen fiscal establecido actualmente para la explotación en aguas profundas del Golfo de México de acuerdo con la proporción de crudo que se explote y que le toque a México.
En ningún caso Pemex podrá pagar los servicios mediante volúmenes de crudo o producción compartida y solamente se pagará con efectivo como cualquier contrato de servicios, como lo establece el actual marco jurídico.
Este tratado no tendría una fecha específica de vigencia pero podrá disolverse en caso de que alguna de las partes así lo determine.
En el acuerdo no se presume cuánto le toca a cada Nación, sino hasta que se encuentre un yacimiento transfronterizo. Lo idóneo es que este acuerdo en el tiempo pueda extenderse a Cuba, Guatemala y Belice.
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