Los problemas son económicos, pero las soluciones son políticas, dice
Roberto González Amador Enviado /Periódico La Jornada
El deterioro de la situación económica y financiera en el mundo no concede respiro. "La mala noticia es que los riesgos de que la economía vaya a la baja se van acumulando", declaró Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al hablar este viernes ante ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de 187 países. "Nuestros problemas pueden ser sobre todo económicos, pero las soluciones son esencialmente políticas", planteó en la asamblea conjunta de los dos principales organismos financieros multilaterales.
La economía mundial se encamina a una nueva desaceleración. Los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales que se encuentran en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial evitan por ahora pronunciar la palabra recesión. "No está en mi horizonte", declaró Wolfgang Schaeuble, ministro alemán de Finanzas.
Hay menos duda cuando se trata de identificar las fuentes de la nueva ola de inestabilidad financiera, que esta semana causó pérdidas en los mercados accionarios del mundo por 3.4 billones (millones de millones) de dólares, según cálculo de la agencia Bloomberg. La suma prácticamente triplica el valor de la economía mexicana.
Lagarde identificó las acciones que son necesarias para contener una nueva recesión. Estados Unidos, dijo, debe reducir rápidamente su déficit fiscal (que alcanza casi nueve puntos de su producto interno bruto), particularmente para el mediano y largo plazo. Este país, añadió, debe actuar también con rapidez para reducir el desempleo, que afecta a nueve de cada 100 estadounidenses en edad laboral, y aliviar la presión sobre la deuda de las familias.
El Grupo de los 20 (G-20), que representa 85 por ciento de la economía mundial y al que pertenece México, aseguró aquí que sus miembros tomarán medidas para reforzar la cooperación internacional y hacer frente "a los renovados desafíos", sobre todo los relacionados con la fragilidad del sistema financiero, la turbulencia en los mercados de capital, la desaceleración del crecimiento y aumento del desempleo.
Roberto González Amador Enviado /Periódico La Jornada
El deterioro de la situación económica y financiera en el mundo no concede respiro. "La mala noticia es que los riesgos de que la economía vaya a la baja se van acumulando", declaró Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al hablar este viernes ante ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de 187 países. "Nuestros problemas pueden ser sobre todo económicos, pero las soluciones son esencialmente políticas", planteó en la asamblea conjunta de los dos principales organismos financieros multilaterales.
La economía mundial se encamina a una nueva desaceleración. Los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales que se encuentran en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial evitan por ahora pronunciar la palabra recesión. "No está en mi horizonte", declaró Wolfgang Schaeuble, ministro alemán de Finanzas.
Hay menos duda cuando se trata de identificar las fuentes de la nueva ola de inestabilidad financiera, que esta semana causó pérdidas en los mercados accionarios del mundo por 3.4 billones (millones de millones) de dólares, según cálculo de la agencia Bloomberg. La suma prácticamente triplica el valor de la economía mexicana.
Lagarde identificó las acciones que son necesarias para contener una nueva recesión. Estados Unidos, dijo, debe reducir rápidamente su déficit fiscal (que alcanza casi nueve puntos de su producto interno bruto), particularmente para el mediano y largo plazo. Este país, añadió, debe actuar también con rapidez para reducir el desempleo, que afecta a nueve de cada 100 estadounidenses en edad laboral, y aliviar la presión sobre la deuda de las familias.
El Grupo de los 20 (G-20), que representa 85 por ciento de la economía mundial y al que pertenece México, aseguró aquí que sus miembros tomarán medidas para reforzar la cooperación internacional y hacer frente "a los renovados desafíos", sobre todo los relacionados con la fragilidad del sistema financiero, la turbulencia en los mercados de capital, la desaceleración del crecimiento y aumento del desempleo.
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