Salomón Presburger, titular de la Confederación de Cámaras Industriales. Foto: El Sol de México
Alejandro Durán / El Sol de México
El 2012 será un "año crucial y complicado" para la economía del país, toda vez que la actividad productiva transitará por un proceso de desaceleración, lo que provocará que el Producto Interno Bruto (PIB) alcance un crecimiento de hasta 3.5 por ciento a tasa anual, pronosticó el sector industrial.
Por lo anterior, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) hizo un llamado al Congreso de la Unión para enriquecer la propuesta de paquete económico del Ejecutivo federal para el próximo año, con el objetivo de canalizar los recursos públicos a rubros y programas con mayor impacto económico y social y así mitigar los embates provenientes del exterior.
Y lo que sucede, argumentó el organismo encabezado por Salomón Presburger, porque todo parece indicar que la economía mexicana sí se verá impactada por el menor dinamismo que mostrará el mercado estadunidense, receptor del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
"Hacemos un atento llamado a los legisladores para actuar con responsabilidad, evitando la politización del debate y teniendo en cuenta que el mejor presupuesto es aquel que se ejerce con eficiencia, transparencia absoluta y sin retrasos, ni subejercicios que frenen injustificadamente el desempeño de la economía mexicana en lo que, sin lugar a dudas, será un año crucial y complicado para la actividad económica nacional", afirmó.
Y lo anterior, añadió la Concamin, porque el próximo año estará marcado por un crecimiento menor de la economía mexicana, estimado en 3.5 por ciento, lo que significa que 2012 estará marcado por la desaceleración de la planta productiva.
A través de su reporte "Radiografía de la economía y la industria mexicana", apunta que a nivel mundial aumentan las probabilidades de una desaceleración, pero en las últimas semanas también se ha fortalecido el temor de una recesión, así sea moderada.
Agregó que tanto la inflación como el déficit en las finanzas públicas se mantendrán en niveles moderados, alrededor de tres y dos por ciento del PIB, en ese orden, por lo que la estabilidad macroeconómica seguirá siendo uno de los objetivos centrales.
Ante ello, insistió en que el debate sobre la composición del gasto deberá privilegiar las partidas con mayor impacto sobre el desempeño del mercado interno, en particular la inversión en infraestructura, pues es el mejor mecanismo para impulsar el avance de la economía en su conjunto, dado el debilitamiento esperado en el sector exportador.
Por medio del estudio, refirió que tras un breve periodo de calma los mercados de valores de Asia, Europa y América se sumergieron de nueva cuenta en una etapa marcada por la volatilidad, la desconfianza y la incertidumbre.
Bajo ese contexto, consideró, la economía mundial se debate en medio de tres focos de tensión cuyos efectos seguirán cimbrando al mundo de las finanzas y acrecentando las dudas en torno al futuro inmediato de la actividad económica internacional.
En ese sentido, dijo que el primero se refiere a la fragilidad de las finanzas públicas y los sistemas financieros de algunas economías del orbe, en particular las europeas; en tanto que el segundo tiene que ver con el debilitamiento de la economía estadunidense.
Agregó que el tercero se centra en la situación de Medio Oriente y el norte de África, que se han convertido en espacios dominados por tensiones de diversa naturaleza que pueden afectar los precios del petróleo y, por extensión, de diversas materias primas cuyo origen depende de la petroquímica.
"Es evidente que nos acercamos a la frontera que marca la diferencia entre desaceleración y recesión económica. Si bien las probabilidades de que nos quedemos en la primera siguen siendo dominantes, en las últimas semanas se ha fortalecido el temor a una recesión, así sea moderada", pronosticó la Concamin.
El 2012 será un "año crucial y complicado" para la economía del país, toda vez que la actividad productiva transitará por un proceso de desaceleración, lo que provocará que el Producto Interno Bruto (PIB) alcance un crecimiento de hasta 3.5 por ciento a tasa anual, pronosticó el sector industrial.
Por lo anterior, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) hizo un llamado al Congreso de la Unión para enriquecer la propuesta de paquete económico del Ejecutivo federal para el próximo año, con el objetivo de canalizar los recursos públicos a rubros y programas con mayor impacto económico y social y así mitigar los embates provenientes del exterior.
Y lo que sucede, argumentó el organismo encabezado por Salomón Presburger, porque todo parece indicar que la economía mexicana sí se verá impactada por el menor dinamismo que mostrará el mercado estadunidense, receptor del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
"Hacemos un atento llamado a los legisladores para actuar con responsabilidad, evitando la politización del debate y teniendo en cuenta que el mejor presupuesto es aquel que se ejerce con eficiencia, transparencia absoluta y sin retrasos, ni subejercicios que frenen injustificadamente el desempeño de la economía mexicana en lo que, sin lugar a dudas, será un año crucial y complicado para la actividad económica nacional", afirmó.
Y lo anterior, añadió la Concamin, porque el próximo año estará marcado por un crecimiento menor de la economía mexicana, estimado en 3.5 por ciento, lo que significa que 2012 estará marcado por la desaceleración de la planta productiva.
A través de su reporte "Radiografía de la economía y la industria mexicana", apunta que a nivel mundial aumentan las probabilidades de una desaceleración, pero en las últimas semanas también se ha fortalecido el temor de una recesión, así sea moderada.
Agregó que tanto la inflación como el déficit en las finanzas públicas se mantendrán en niveles moderados, alrededor de tres y dos por ciento del PIB, en ese orden, por lo que la estabilidad macroeconómica seguirá siendo uno de los objetivos centrales.
Ante ello, insistió en que el debate sobre la composición del gasto deberá privilegiar las partidas con mayor impacto sobre el desempeño del mercado interno, en particular la inversión en infraestructura, pues es el mejor mecanismo para impulsar el avance de la economía en su conjunto, dado el debilitamiento esperado en el sector exportador.
Por medio del estudio, refirió que tras un breve periodo de calma los mercados de valores de Asia, Europa y América se sumergieron de nueva cuenta en una etapa marcada por la volatilidad, la desconfianza y la incertidumbre.
Bajo ese contexto, consideró, la economía mundial se debate en medio de tres focos de tensión cuyos efectos seguirán cimbrando al mundo de las finanzas y acrecentando las dudas en torno al futuro inmediato de la actividad económica internacional.
En ese sentido, dijo que el primero se refiere a la fragilidad de las finanzas públicas y los sistemas financieros de algunas economías del orbe, en particular las europeas; en tanto que el segundo tiene que ver con el debilitamiento de la economía estadunidense.
Agregó que el tercero se centra en la situación de Medio Oriente y el norte de África, que se han convertido en espacios dominados por tensiones de diversa naturaleza que pueden afectar los precios del petróleo y, por extensión, de diversas materias primas cuyo origen depende de la petroquímica.
"Es evidente que nos acercamos a la frontera que marca la diferencia entre desaceleración y recesión económica. Si bien las probabilidades de que nos quedemos en la primera siguen siendo dominantes, en las últimas semanas se ha fortalecido el temor a una recesión, así sea moderada", pronosticó la Concamin.
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