jueves, 4 de noviembre de 2010

PRETENDE EU REANIMAR SU ECONOMÍA CON 600 MIL MDD

Con la medida se busca "fomentar el máximo empleo y la estabilidad de precios"
Comprará 75 mil mdd al mes en bonos del Tesoro a largo plazo
El banco reconoció que la actividad económica está "lenta"
Analistas temen que la medida cause más daños que beneficios
La Reserva Federal (Fed) inyectará a la economía de Estados Unidos 600 mil millones de dólares en los próximos siete meses, en un intento por dar respiro a la alicaída economía estadunidense, con lo que lanza una nueva y controversial política.
La decisión, que llevó a la Fed a terreno desconocido, tiene como objetivo disminuir más el costo del préstamo al consumidor y las empresas, que aún sufren los efectos de la peor recesión en décadas.
El banco central informó que comprará cerca de 75 mil millones de dólares mensuales en bonos del Tesoro de largo plazo, hasta mediados de 2011. Agregó que revisaría regularmente el ritmo y tamaño del programa, y lo ajustaría dependiendo del ritmo de la recuperación, "para fomentar mejor el máximo empleo y la estabilidad de precios", dijo la Comisión de Mercado Abierto de la Fed en un comunicado en Washington.
Cerca de 90 por ciento de sus compras se centrarían en bonos del Tesoro con vencimientos entre dos años y medio y 10 años, dijo el Banco de la Reserva Federal de Nueva York en un comunicado. "Esto provee al mercado claridad adicional", señaló Jeff Kleintop, jefe estratega de mercados con LPL Financial en Boston. "La cuestión es si será suficiente".
La decisión de la Fed se anuncia un día después de las elecciones legislativas que cambiaron la mayoría de la cámara baja de los demócratas hacia los republicanos, lo que podría paralizar la acción gubernamental. La compra de obligaciones del Estado es una medida cuyos riesgos son reconocidos hasta por sus propios partidarios.
Los precios de los bonos del Tesoro a 30 años cayeron fuertemente, después de que la Fed anunció su decisión, mientras los principales índices de acciones tocaron mínimos de sesión. El dólar, por su parte, bajó contra el euro.
El tamaño general del programa fue ligeramente mayor que los 500 mil millones de dólares que esperaban muchos analistas, aunque el ritmo de compras mensuales estuvo cerca de las expectativas de unos 100 mil millones de dólares mensuales.
En el comunicado emitido tras el encuentro, la Fed describió a la economía como "lenta" e indicó que los empleadores seguían renuentes a aumentar las nóminas. Añadió que la medida de inflación "era de alguna manera baja".
"Aunque el comité anticipa un retorno gradual a los altos niveles de utilización de recursos en un contexto de estabilidad de precios, el avance hacia sus objetivos ha sido decepcionantemente lento", precisó la Fed.
El banco central estadunidense reiteró su compromiso de mantener la tasa de fondos federales en niveles ultrabajos por un periodo prolongado. Algunos analistas habían especulado que la Fed podría ampliar este compromiso.
El presidente de la Fed de Kansas City, Thomas Hoenig, continuó aferrado a su disidencia, señalando que el riesgo de compras adicionales de valores era mayor que los beneficios.
Incluyendo los planes vigentes de la Fed para reinvertir el efectivo recaudado tras el vencimiento de sus activos, la Fed de Nueva York esperar negociar entre 850 mil a 900 mil millones de dólares en compras de bonos hasta el segundo trimestre de 2011.
Con la economía que creció sólo a 2 por ciento interanual en el tercer trimestre y una tasa de desempleo que no baja de 9.6 por ciento, la Fed estaba bajo presión para tomar más medidas de estímulo para la actividad empresarial.
El banco central ya había reducido la tasa de interés a un día a cerca de cero en diciembre de 2008 y ha comprado 1.7 billones de dólares en deuda del gobierno y bonos vinculados a hipotecas.
Esas compras, no obstante, se registraron cuando los mercados financieros fueron estremecidos por la crisis, y los economistas y funcionarios de la Fed por igual están divididos en torno a qué tan efectivo será el nuevo programa.
De hecho, Hoenig y otros funcionarios de la Fed se preocupan de que más compras de bonos podrían causar más daño que beneficios, al proveer combustible para que la inflación se encienda cuando la recuperación finalmente gane fuerza.
Con la perspectiva de un largo periodo de rendimientos ultrabajos en Estados Unidos, los inversionistas están mudando sus capitales hacia los mercados emergentes, presionando al alza las monedas de esas economías. Los mercados emergentes, preocupados por la pérdida de competitividad de sus exportaciones, ya han reclamado. "Estamos todos bajo el ataque de una política monetaria relajada en Estados Unidos", comentó el martes a inversionistas el ministro de Hacienda de Colombia, Juan Carlos Echeverry.
Fuente: La Jornada

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