lunes, 22 de noviembre de 2010

LA CRISIS DEL EURO

Multinacionales de EE UU presionan contra un alza fiscal
Advierten del impacto negativo sobre las inversiones extranjeras en Irlanda
La UE considera desleal el bajo impuesto de sociedades
C. PÉREZ - EL PAÍS
El problema del crecimiento económico casi perpetuo radica justo en esa palabra: casi. Irlanda combinó con éxito durante años un modelo basado en flexibilidad, privatizaciones y bajos impuestos. Funcionó como la seda.
Tanto es así que el Partido Popular, encabezado por su líder nacional, Mariano Rajoy, y seguido por la presidenta del Gobierno de Madrid, Esperanza Aguirre, no ha dudado estos últimos años en ponerlo como ejemplo de la política económica liberal que habría que aplicar también en España.
La joya de la corona era un impuesto de sociedades del 12,5% (y ese es el tipo máximo, del que hay que descontar deducciones y demás), que actuó como un imán para las multinacionales extranjeras, y en especial por las estadounidenses, atraídas por el alto nivel de formación, el idioma inglés nativo y la afamada hospitalidad local.Google, Intel, Facebook y muchas otras se instalaron en suelo irlandés y dan trabajo ahora a más de 100.000 personas.
Ahora queda claro sin embargo que la característica más apreciada de esa hospitalidad era precisamente el impuesto del 12,5%, alrededor de la mitad del que pagan las empresas en la Eurozona. Una delegación de la Cámara de Comercio de Estados Unidos se ha reunido en los últimos días con funcionarios del Ministerio de Finanzas irlandés para transmitir su preocupación porque se incluya una subida de ese impuesto dentro de las condiciones para el rescate financiero.
"Todo lo que pueda afectar a la competitividad de Irlanda tiene una gran importancia, incluido el impuesto de sociedades", aseguró hace unos días el responsable de Google en Irlanda, John Herlihy. Ejecutivos de Microsoft, Intel, Hewlett-Packard y Bank of America han lanzado advertencias parecidas sobre las "repercusiones negativas" en la "capacidad [del país] para ganar y retener inversiones extranjeras". El Ejecutivo irlandés lleva días avisando de que la tasa del 12,5%- uno de los símbolos nacionales, junto con el trébol, el arpa y la cerveza Guinness- "no es negociable". Pero varios países europeos ya han avisado de que el rescate puede ser el catalizador que acabe con un modelo de competencia fiscal desleal que la Comisión Europea siempre ha criticado. "Puede que sea justo que tarde o temprano Irlanda tenga que subir su fiscalidad a las empresas. El problema es de tiempos: si eso se hace ahora, se condena a la economía irlandesa a una recesión profunda", ha explicado el economista jefe del banco KBC, Austin Hughes.

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