Jean Meyer / El Universal
Por mal menor se entiende una eventual legalización reglamentada de algunas drogas, tema seriamente tratado en el número de octubre de la revista Nexos y en el notable libro de Sergio Ferragut, Una pesadilla silenciada, la esencia y el desafío de las drogas ilícitas, publicado en 2010 por el IMDOSOC (editorial@imdosoc.org.mx). Se está abriendo lentamente el debate público nacional e internacional sobre la estrategia a seguir en el tema de la lucha contra el narcotráfico, a la vista de los pocos resultados de la guerra declarada contra él, en 1971 por el presidente Nixon y en 1998 por las Naciones Unidas (“Por un mundo sin drogas”).
¿Por qué abrir el debate? Una contestación pesimista podría ser: “El hombre que se está ahogando, se agarra de una serpiente”; así contestó en 1832 el sultán otomano Majmud II, a quien criticaba su aceptación de la ayuda militar rusa contra el rebelde victorioso Mehemet Ali, el modernizador de Egipto. Nos estamos ahogando en el océano de las drogas y de la sangre vertida en México y en muchas partes. ¿Legalizar y reglamentar la producción y el consumo de ciertas drogas, empezando por la mariguana, que parece procurar al narco 60% de sus entradas, es agarrarse de una víbora de cascabel? Antes de contestar hay que informarse y reflexionar mucho también, sin ideas preconcebidas.
Transcribo el correo que me mandó el 5 de septiembre un médico mexicano: “Hace ya casi 30 años, discutí con un gringo, en Acapulco. Me reclamó sobre la droga que le enviábamos los mexicanos a los angelitos gringos. Yo trabajaba en la Ssa y no sabía bien a bien sobre lo que discutía, sólo conocía que éramos trampolín para el mercado más grande en el mundo(…) En aquella época no creía en la legalización de las drogas. Actualmente me desempeño como médico forense y sé un poco de drogadicción, me interesa el tema y necesito conocerlo por mi materia de trabajo.
“Creo firmemente que el camino de México, con relación a las drogas, está en la despenalización de la mariguana en primer término, y, de acuerdo al resultado, evaluar y decidir el camino(…) No conozco un solo toxicómano por mariguana que haya muerto por una sobredosis de la misma, en cambio, por una droga socialmente permitida como el alcohol, mueren una cantidad muy importante de mexicanos, y por causa indirecta como son los accidentes de tránsito, la mitad de ellos a consecuencia del alcohol. Lo anterior lo digo con conocimiento de causa”.
Efectivamente: hace años que lo dijo y demostró el entonces ministro francés de Salud, lo que le valió una bronca en el Parlamento. Se publicó hace poco, en la famosa revista científica Lancet, un estudio británico que clasifica las sustancias por su impacto; resulta que no hay nada más dañino que el alcohol. Luego siguen heroína, crack, metanfetamina, cocaína, tabaco, anfetaminas, mariguana, etc… Tanto el alcohol como el tabaco, dos sustancias legales, figuran entre las 10 más peligrosas.
Un poco de historia: Nixon declara la guerra al narco en una conferencia de prensa el 17 de noviembre de 1971, en 1973 se funda la DEA; México se ve arrastrado en esa guerra, como lo evidencia en 1985 el asesinato del agente Enrique Camarena. En 1997 descubren que nuestro glorioso zar de la droga, tan alabado por la DEA, el general Jesús Gutiérrez Rebolledo —hoy sigue en la cárcel— trabaja para un cártel de la droga; en 1998 la ONU da a la guerra una extensión mundial, en 2006-2007 el presidente Felipe Calderón declara la guerra al narco, en 2008 la ONU constata tristemente que 10 años de guerra no han servido de nada, que hay 250 millones de consumidores en el mundo y que el negocio del narco representa 250 mil millones de dólares bajita la mano. El 2 de noviembre de 2010, a la hora de las elecciones, el gobierno de California consulta a los electores sobre la posible legalización (con reglamentación) de la mariguana en el estado; 53% en contra, pero 47% a favor.
Mientras tanto, en la prensa europea y americana (lo que incluye la nuestra) se enfrentan dos tesis: la primera dice que, por más arriesgado que parezca, no hay más remedio que el mal menor de la legalización, algo sostenido desde 1972 por el famoso economista neoliberal Milton Friedman, el padre de la Escuela de Chicago. La segunda dice que es imposible legalizar la droga, que el remedio sería peor que el mal. A favor de la primera se pronunciaron varios ex presidentes, entre los cuales, Vicente Fox y el español Felipe González; a favor de la segunda, varios presidentes en función, entre los cuales, los de México y Colombia, dos países que se encuentran en la primera línea del frente.
Sergio Ferragut nos ayudará a entender la esencia del problema y dejar a un lado tres mitos.
Profesor e investigador del CIDE
Por mal menor se entiende una eventual legalización reglamentada de algunas drogas, tema seriamente tratado en el número de octubre de la revista Nexos y en el notable libro de Sergio Ferragut, Una pesadilla silenciada, la esencia y el desafío de las drogas ilícitas, publicado en 2010 por el IMDOSOC (editorial@imdosoc.org.mx). Se está abriendo lentamente el debate público nacional e internacional sobre la estrategia a seguir en el tema de la lucha contra el narcotráfico, a la vista de los pocos resultados de la guerra declarada contra él, en 1971 por el presidente Nixon y en 1998 por las Naciones Unidas (“Por un mundo sin drogas”).
¿Por qué abrir el debate? Una contestación pesimista podría ser: “El hombre que se está ahogando, se agarra de una serpiente”; así contestó en 1832 el sultán otomano Majmud II, a quien criticaba su aceptación de la ayuda militar rusa contra el rebelde victorioso Mehemet Ali, el modernizador de Egipto. Nos estamos ahogando en el océano de las drogas y de la sangre vertida en México y en muchas partes. ¿Legalizar y reglamentar la producción y el consumo de ciertas drogas, empezando por la mariguana, que parece procurar al narco 60% de sus entradas, es agarrarse de una víbora de cascabel? Antes de contestar hay que informarse y reflexionar mucho también, sin ideas preconcebidas.
Transcribo el correo que me mandó el 5 de septiembre un médico mexicano: “Hace ya casi 30 años, discutí con un gringo, en Acapulco. Me reclamó sobre la droga que le enviábamos los mexicanos a los angelitos gringos. Yo trabajaba en la Ssa y no sabía bien a bien sobre lo que discutía, sólo conocía que éramos trampolín para el mercado más grande en el mundo(…) En aquella época no creía en la legalización de las drogas. Actualmente me desempeño como médico forense y sé un poco de drogadicción, me interesa el tema y necesito conocerlo por mi materia de trabajo.
“Creo firmemente que el camino de México, con relación a las drogas, está en la despenalización de la mariguana en primer término, y, de acuerdo al resultado, evaluar y decidir el camino(…) No conozco un solo toxicómano por mariguana que haya muerto por una sobredosis de la misma, en cambio, por una droga socialmente permitida como el alcohol, mueren una cantidad muy importante de mexicanos, y por causa indirecta como son los accidentes de tránsito, la mitad de ellos a consecuencia del alcohol. Lo anterior lo digo con conocimiento de causa”.
Efectivamente: hace años que lo dijo y demostró el entonces ministro francés de Salud, lo que le valió una bronca en el Parlamento. Se publicó hace poco, en la famosa revista científica Lancet, un estudio británico que clasifica las sustancias por su impacto; resulta que no hay nada más dañino que el alcohol. Luego siguen heroína, crack, metanfetamina, cocaína, tabaco, anfetaminas, mariguana, etc… Tanto el alcohol como el tabaco, dos sustancias legales, figuran entre las 10 más peligrosas.
Un poco de historia: Nixon declara la guerra al narco en una conferencia de prensa el 17 de noviembre de 1971, en 1973 se funda la DEA; México se ve arrastrado en esa guerra, como lo evidencia en 1985 el asesinato del agente Enrique Camarena. En 1997 descubren que nuestro glorioso zar de la droga, tan alabado por la DEA, el general Jesús Gutiérrez Rebolledo —hoy sigue en la cárcel— trabaja para un cártel de la droga; en 1998 la ONU da a la guerra una extensión mundial, en 2006-2007 el presidente Felipe Calderón declara la guerra al narco, en 2008 la ONU constata tristemente que 10 años de guerra no han servido de nada, que hay 250 millones de consumidores en el mundo y que el negocio del narco representa 250 mil millones de dólares bajita la mano. El 2 de noviembre de 2010, a la hora de las elecciones, el gobierno de California consulta a los electores sobre la posible legalización (con reglamentación) de la mariguana en el estado; 53% en contra, pero 47% a favor.
Mientras tanto, en la prensa europea y americana (lo que incluye la nuestra) se enfrentan dos tesis: la primera dice que, por más arriesgado que parezca, no hay más remedio que el mal menor de la legalización, algo sostenido desde 1972 por el famoso economista neoliberal Milton Friedman, el padre de la Escuela de Chicago. La segunda dice que es imposible legalizar la droga, que el remedio sería peor que el mal. A favor de la primera se pronunciaron varios ex presidentes, entre los cuales, Vicente Fox y el español Felipe González; a favor de la segunda, varios presidentes en función, entre los cuales, los de México y Colombia, dos países que se encuentran en la primera línea del frente.
Sergio Ferragut nos ayudará a entender la esencia del problema y dejar a un lado tres mitos.
Profesor e investigador del CIDE
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