En junio comenzó una tendencia alcista, advierte el organismo
La tendencia alcista de los precios de los alimentos en 2010 y la volatilidad de los mismos obliga a América Latina y el Caribe a prepararse para enfrentar la incertidumbre y no sufrir graves costos, explicó en entrevista con la agencia Dpa, Ekaterina Krinovos, oficial de Comercio y Mercados de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La especialista señaló que partir de junio de este año se observó una tendencia alcista, debido a los aumentos de precios del trigo y el maíz.
Apuntó que si bien los precios internacionales de los alimentos se ubican sobre el nivel de la década 1996-2006 y no han llegado a los niveles de 2008, cuando alcanzaron su máximo en 30 años, la preocupación de la FAO es la volatilidad que perjudica de manera desproporcionada a la población de menos ingresos, la cual gasta hasta 70 por ciento de su presupuesto en alimentos.
Por ello, Krinovos sostuvo que se requieren políticas públicas para proteger a estos consumidores. "Hay que crear opciones para ellos, tanto por el lado del ingreso como fortaleciendo la producción local de productos que sean menos afectados por los cambios a nivel mundial", planteó.
Krinovos agregó que la región debe prepararse ante la incertidumbre en los precios de alimentos, ya que la volatilidad de ellos no va en retirada, debido a que hay diversos factores que la hacen permanecer. Entre ellos mencionó el cambio climático, la interdependencia de los mercados de alimento y energía, además de la falta de información confiable, que provoca que los mercados estén más nerviosos y reaccionen ante cualquier noticia.
La volatilidad de los precios internacionales afecta a diversos países, y México no es la excepción. De hecho, el Banco de México prevé entre los riesgos que podrían modificar su escenario de inflación para éste y el próximo año, el incremento en los precios de los granos, especialmente del trigo y maíz, además del azúcar, los cuales presentan en los meses recientes movimientos al alza.
"Es un momento de alta sensibilidad. Cuando Rusia reveló su problema de sequía y que la cosecha de trigo sería menor a la prevista, hubo un alza de precios en junio, a pesar de que 2010 es el tercer año consecutivo de cosecha abundante de este alimento", ejemplificó Krinovos.
Fuente: La Jornada
La tendencia alcista de los precios de los alimentos en 2010 y la volatilidad de los mismos obliga a América Latina y el Caribe a prepararse para enfrentar la incertidumbre y no sufrir graves costos, explicó en entrevista con la agencia Dpa, Ekaterina Krinovos, oficial de Comercio y Mercados de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La especialista señaló que partir de junio de este año se observó una tendencia alcista, debido a los aumentos de precios del trigo y el maíz.
Apuntó que si bien los precios internacionales de los alimentos se ubican sobre el nivel de la década 1996-2006 y no han llegado a los niveles de 2008, cuando alcanzaron su máximo en 30 años, la preocupación de la FAO es la volatilidad que perjudica de manera desproporcionada a la población de menos ingresos, la cual gasta hasta 70 por ciento de su presupuesto en alimentos.
Por ello, Krinovos sostuvo que se requieren políticas públicas para proteger a estos consumidores. "Hay que crear opciones para ellos, tanto por el lado del ingreso como fortaleciendo la producción local de productos que sean menos afectados por los cambios a nivel mundial", planteó.
Krinovos agregó que la región debe prepararse ante la incertidumbre en los precios de alimentos, ya que la volatilidad de ellos no va en retirada, debido a que hay diversos factores que la hacen permanecer. Entre ellos mencionó el cambio climático, la interdependencia de los mercados de alimento y energía, además de la falta de información confiable, que provoca que los mercados estén más nerviosos y reaccionen ante cualquier noticia.
La volatilidad de los precios internacionales afecta a diversos países, y México no es la excepción. De hecho, el Banco de México prevé entre los riesgos que podrían modificar su escenario de inflación para éste y el próximo año, el incremento en los precios de los granos, especialmente del trigo y maíz, además del azúcar, los cuales presentan en los meses recientes movimientos al alza.
"Es un momento de alta sensibilidad. Cuando Rusia reveló su problema de sequía y que la cosecha de trigo sería menor a la prevista, hubo un alza de precios en junio, a pesar de que 2010 es el tercer año consecutivo de cosecha abundante de este alimento", ejemplificó Krinovos.
Fuente: La Jornada
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