Por: Arturo Damm Arnal - La Razón de México
Comienzo por el silogismo. Premisa mayor: robar es obligar a alguien, bajo amenaza de castigo, a entregar algo que es suyo. Premisa menor: cobrar impuestos es obligar a alguien, bajo amenaza de castigo, a entregar algo que es suyo. Conclusión: cobrar impuestos es robar. ¿Puede justificarse?
Sí, como lo expliqué en el anterior Pesos y Contrapesos: cobrándoles el mismo impuesto a todos para darles a todos lo mismo, de tal manera que no haya redistribución del ingreso, ni por el lado del cobro de impuestos, cobrándoles más a unos que a otros, ni por el lado del gasto, dándoles más a unos que a otros, algo que en México no sucede: hay redistribución del ingreso, tanto por el cobro de impuestos (a unos se les cobra más que a otros), como por el gasto gubernamental (a unos se les da más que a otros).
Si cobrar el mismo impuesto a todos, para darle a todos lo mismo, es un tema de derechos de propiedad privada, cobrarles más a unos que a otros, para darles más a unos que a otros, lo es todavía más (suponiendo que en este asunto haya grados), aunque el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar, haya afirmado que “el pago de impuestos, en estricto sentido, no es un tema de derechos humanos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario