Carlos Ramírez - El Independiente
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo terminó su primer año de gobierno con una aprobación que se ha mantenido arriba de 70% y con un manejo exitoso hasta ahora del agobio del Gobierno del presidente Donald Trump, pero ingresa a su segundo año con tres pasivos que parece ser que no tienen solución a corto plazo: la seguridad en cuanto al comportamiento agresivo de los cárteles que siguen dominando territorios de la soberanía el Estado, el estancamiento económico a largo plazo debajo del 2% promedio anual y la dominancia personal del expresidente López Obrador.
Y como punto especial e inesperado, el factor corrupción que involucra en el ambiente mediático a piezas claves de la continuidad del proyecto lopezobradorista ,que está contaminando el ambiente de la administración y que no encuentra respuestas concretas por parte del grupo lopezobradorista, sin duda porque aplican el método del sexenio anterior de que la única corrupción que importa no es la que existe sino la que afecta popularidad.

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